¿De verdad veremos matrículas con QR en España?

En sus más de cien años de historia, las matrículas españolas apenas han cambiado. Sólo han modificado su diseño ligeramente para adaptarse a los cambios normativos, pero siempre se ha apostado por una combinación de cuatro cifras acompañadas de tres letras en diferentes formatos (antes indicaban tanto la comunidad autónoma como la edad y ahora, sólo la fecha en la que se ha registrado el coche). ¿Qué pasará cuando se acaben las posibilidades de este formato? ¿De verdad veremos matrículas con QR en España?

Hace 22 años, España adoptó un modelo único estatal para los coches matriculados dentro de nuestras fronteras. Desde entonces, las placas cuentan con una banda azul en la izquierda con el logo de la Unión Europea y la E de España, cuatro cifras y tres consonantes. El cambio se llevó a cabo para seguir el formato emitido por la UE para los Estados miembro, que cumple con los requisitos de la Convención de Viena sobre el tráfico en carreteras.

El fin del formato actual

Para poder ver matrículas con un código QR en España, lo lógico es pensar que tendrían que modificar la normativa europea para permitirlo. De momento, ni Bruselas ni la Dirección General de Tráfico se ha pronunciado acerca de los rumores sobre este cambio. A principios de septiembre, el sistema de matriculación español alcanzó el ecuador del actual formato cuando se pasó de 9999 LZZ a 0000 MBB. Se ha tardado 22 años y, según informan desde El Correo,las estimaciones de la DGT apuntan a que la última matrícula (9999 ZZZ) llegará en 2053.

El mismo medio apunta que en Tráfico ya se han puesto manos a la obra para elegir el sistema que tomará el relevo del actual modelo. Para ello están evaluando las fórmulas de otros países como China, así como las opciones que aplican otros Estados miembro como Alemania, Francia o Italia, que, más allá de las configuraciones elegidas, cumplen con el formato común europeo.

Matrículas con un microchip o con un QR

Sería preciso un formato que permitiera un elevado número de combinaciones de letras y números en el que se seguiría prescindiendo de las vocales. A tenor de las informaciones que circulan, una chapa física con un microchip o un código QR sería la solución ideal porque permitiría conservar la información que ya incluyen (si cuenta con el seguro obligatorio y si tiene la ITV en vigor), además de añadir otros nuevos datos como la fecha de matriculación, la etiqueta medioambiental, número de siniestros…

Otra posibilidad consistiría en abrir la puerta a las matrículas personalizadas, que ya existen en países como Estados Unidos. De esta manera, a la información antes señalada, los conductores españoles podrían añadir una palabra de su elección, eso sí, dentro de unos límites: algo que en EEUU se puede llevar a cabo pagando un sobreprecio de 150-200 dólares. No obstante, a falta de información oficial por parte de los organismos implicados, hablamos de meras suposiciones.

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