5.600 METROS CUADRADOS DE EXPOSICIÓN
Visitamos el Museo Porche, el lugar donde viven los sueños de su creador
Esta semana nos hemos dado el lujo de visitar el Museo de Porsche en Stuttgart, un gran edificio de diseño de 5.600 metros cuadrados donde se guarda una colección que refleja como esta marca se ha convertido en un icono mundial de la mano de Ferdinand Porsche.
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Esta semana nos hemos dado el lujo de visitar el Museo de Porsche en Stuttgart, un gran edificio de diseño de 5.600 metros cuadrados donde viven los sueños de su creador, Ferdinand Porsche. En él, sus automóviles se hacen inmortales, para que las futuras generaciones de fans descubran más de esta marca legendaria. Entre tanda maravilla, os presentamos -ver video arriba- algunos coches que tienen una historia especial detrás…
El recinto, guarda un centenar de coches e innumerables objetos únicos. Una colección que refleja como esta marca se ha convertido en un icono mundial, creando coches que podrían vivir en cualquier época. Otra frase de Ferdinand Porsche resume bien su filosofía: “creamos coches que nadie necesita, pero que todo el mundo desea tener”.
La historia de esta marca comienza con un coche eléctrico. Su nombre: Egger-Lohner C.2 Phaeton. Aunque se le conoce como P1 de forma abreviada; tenía entre 3 y 5 CV y alcanzaba 35 kilómetros por hora de velocidad máxima. Se encuentra en estado original, sin restaurar. Ya que fue depositado en un almacén en 1902. Es la estrella principal del museo porque, como os decía antes, fue el primer coche de Porsche.
Si buscamos un antepasado de los deportivos Porsche, el 'tipo 64' podría ser considerado el 'Porsche Original'. Tenía ya carrocería de aluminio y un perfil aerodinámico adelantado a su tiempo. Este coupé podía alcanzar los 140 por hora, Ferdinand Porsche lo utilizaba con frecuencia como coche personal. Es un coche fruto de la colaboración con Volkswagen, pero no fue el único en el que las dos marcas trabajaron juntas…
En 1934 Hitler encargó a Porsche fabricar un Volkswagen, un 'coche para el pueblo', que tuviera espacio para llevar a dos adultos y tres niños; capaz de superar pendientes del 30% y de alcanzar una velocidad de 100 kilómetros por hora. Así nació el famoso 'Escarabajo', y Volkswagen, un coche económico, popular y robusto para motorizar a Alemania.
Si hablamos de robustez, el tractor Porsche Diésel se lleva la palma. Sí, un tractor. También, por encargo de Hitler, para la industria agraria.
Su motor estaba refrigerado por aire, tenía tracción a las cuatro ruedas y una potencia entre 15 y 55 caballos. Como su propio nombre indica, el combustible que utilizaba era diésel; se fabricaron algunos de gasolina anteriormente, pero no dieron buen resultado.
Tan duro como un tractor o más, pretendía ser el Porsche FLA de 1973. Un coche que los ingenieros crearon para que durase más de 30 años en perfecto estado; se trataba de un proyecto que iba contra la obsolescencia programada, fabricado con la mecánica más sencilla posible, materiales reciclables y anticorrosivos. Este prototipo fue precursor en la concienciación de la eficiencia en los automóviles.
Porsche ha hecho muchas cosas transgresoras, como hemos visto. Donde más ha arriesgado ha sido en crear “deportivos invencibles”. Como este mítico 917. Una de las estrellas de la marca. Un coche de 1000 más de mil caballos creado para plantar cara a Ford en las 24 horas de Le Mans.
Ahí empezó su leyenda. Un doble ganador de esta legendaria carrera en los años 1970 y 1971, que se convirtió en estrella de cine junto a Steve MQueen en la película “Le Mans”.
Otro rey de la velocidad es el Porsche Type 360 Cisitalia, creado también para volar en las carreras. No consiguió triunfar en los grandes Premios de Fórmula 1, pero sí batió el récord sudamericano de velocidad en 1953, alcanzando 233 kilómetros por hora. Plantando una semilla que más tarde daría sus frutos.
Porque años más tarde Porsche consiguió revolucionar la Fórmula 1. Sus ingenieros crearon un motor de 850 caballos para McLaren, que apenas tenía litro y medio de cilindrada. Fue clave para ganar tres campeonatos del mundo con Alain Prost y Niki Lauda. Y obtener 25 victorias entre 1983 y 1987.
También pusieron a prueba a sus motores y sus coches en el rally más duro del mundo, en los casi 14.000 kilómetros del París-Dakar. Fue con el 959 y su tracción a las cuatro ruedas. Obtuvieron victoria y doblete en 1986. Además, un 959 utilizado como vehículo de asistencia se hizo con la sexta plaza.
Esa experiencia en competición y ese afán de superación les ha dado el conocimiento para crear máquinas como su joya de la corona: el 911. Nació en 1963. Y se denominó inicialmente 901. Porsche se plantó en una liga superior con un motor de seis cilindros, refrigeración por aire y propulsión bóxer. El Nueveonce original había nacido. Y Ferry Porsche podía, por fin, guardar en el coche una bolsa de golf. Un éxito mundial que ya va por su séptima generación.
No podemos dejar esta excursión sin visitar al padre del nueveonce: el 356 de 1948. El primer deportivo con el nombre Porsche. Con motor central Volkswagen y un peso de 585 kilos, alcanzaba una velocidad punta de 135 kilómetros por hora. También bajo este techo resiste al paso del tiempo el 550 Spyder, tan famoso como uno de sus dueños, James Dean, que perdió la vida conduciéndolo.
Aquí dejamos a estas joyas, que serán siempre jóvenes, para terminar con otra frase de Ferdinand Porsche: “El mayor logro es crear algo atemporal que permanezca intacto al inevitable paso del tiempo. Al fin y al cabo, un Porsche, siempre será un Porsche”.
Vuelve a ver los programas completos en Atresplayer.
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