Volkswagen anuncia el precio del nuevo Golf R

El segmento de los compactos deportivos está experimentando una evolución sin precedentes. Hace años, se caracterizaban por abogar por una relación peso-potencia lo más equilibrada posible, dejando el rango de los 300 CV -e incluso 400- para los superdeportivos de más alto prestigio. Sin embargo, los tiempos cambian, y con con ellos los representantes de este segmento tal y como da constancia el actual Volkswagen Golf R.

Los de Wolfsburgo han puesto toda la carne sobre el asador con la última generación de su compacto por excelencia, convirtiéndose así en el Golf más potente de la historia. Para ello, los ingenieros de Volkswagen han recurrido a una fórmula muy conocida pero matizándola con ciertos detalles dispuestos a hacerla única.

A nivel estético ya nos encontramos con una serie de elementos que buscan mostrar que no estamos ante un Golf normal y corriente. La defensa ya muestra ademanes deportivos con un splitter específico y diferentes detalles propios del Golf R. El lateral hace lo propio con llantas de nueva cuña y taloneras más agresivas, pero es la zaga la que pone la guinda final con un suculento alerón y un difusor encargado de custodiar una cuádruple salida de escape que, en opción, puede estar firmada por Akrapovic.

El habitáculo hace lo propio con asientos semibacket con reposacabezas integrado, volante deportivo y levas de mayor medida. Pero al fin y al cabo el quid de la cuestión de todo compacto deportivo que se precie lo encontramos latente en su apartado mecánico, y el caso del Volkswagen Golf R de octava generación no iba a ser menos.

La casa alemana no ha variado demasiado, recurriendo igualmente al archiconocido 2.0 TSI de cuatro cilindros sobrealimentado por turbo que, para la ocasión, produce 320 CV y 420 Nm de par, cifras gestionadas por un sistema de tracción total tipo Haldex y un cambio automático DSG de 7 relaciones. Este cómputo permite que el 0 a 100 ocurra en 4,6 segundos y que la velocidad máxima sea de 250 km/h.

Sin duda, el conjunto suena muy atractivo, pero toda evolución conlleva un precio, y la del Golf R no ha sido precisamente barata. Con todo esto, Volkswagen requiere de un desembolso mínimo en el mercado español de 52.765 euros, cifra que lleva al compacto más radical hasta un terreno reservado hasta hace no mucho para coches de mayor calibre. Aún así, es posible coquetear con los 60.000 euros en cuanto juguemos con los extras que ofrece el Golf R de octava generación, tales como el ya mencionado sistema de escape Akrapovic o el paquete Drfit, que incluye una de las funciones más interesantes del niño mimado de los de Wolfsburgo.