Audi resucitó la 'Flecha de Plata' perdida en la historia, el Type 52

Las batallas entre Auto Union y Mercedes-Benz que hicieron aún más legendarias las ‘Silver Arrows’ durante el Siglo XX acapararon buena parte de las batallas que se produjeron dentro del automovilismo de tercera era, ese precisamente en el que se dejaron de lado a los denominados como ‘cuadriciclos’ para pasar en este caso a ahondar en cómo se podía mejorar el automóvil, especialmente a través de la parte técnica. Los años posteriores a la primera Guerra Mundial, buena parte de los conocimientos que se pudieron adquirir especialmente en el campo de la aviación y en el mecánico se vieron plasmados en el desarrollo del vehículo de transporte terrestre.

En esas décadas fueron muchos los proyectos que se dibujaron a mano alzada en los bocetos de papel, muchos de ellos ni siquiera pasaron a la siguiente fase de proyección en planos y la gran mayoría llegaron a convertirse en realidad. Auto Union, firma que nación de la fusión de los cuatro aros conformados por Audi, Horch, Wanderer y DKW, fue precisamente uno de los que más empeño puso en aquellos momentos a su desarrollo tecnológico, especialmente por su batalla a brazo partido con Mercedes, la cual le llevó no sólo a tener a alguno de los grandes pilotos, sino también a invertir mucho dinero (buena parte del mismo proveniente de fondos públicos) y esfuerzo a crear los mejores coches.

En este punto es donde nace el conocido como Auto Union Type 52, lo que podría haber sido el primer superdeportivo de la historia de lo que actualmente conocemos como simplemente Audi. El proyecto aterrizó en manos de Ferdinand Porsche y su oficina técnica ya en la década de los 30, con lo que no era otra cosa que tratar de llevar la experiencia en los ‘Grand Prix’ (por aquellos tiempos la Fórmula 1 todavía no había sido constituida) y de la lucha por los récords de velocidad.

Ferdinand y su equipo trabajaron durante algunos meses en esa idea de llevar la competición a la calle y hacerlo a través de un superdeportivo de altas prestaciones para la época que seguramente no hubiera podido sacar todo su potencial debido a las pocas carreras existentes para ello. No tardó mucho tiempo en tomarse la decisión de cancelar en 1035 este proyecto conocido como Type 52 o 'Schnellsportwagen' (coche deportivo rápido) y priorizar otros modelos.

Esto, en el caso de Audi nos ha dejado a lo largo de la historia sin la oportunidad por ejemplo de haber visto el LMDh que estaban desarrollando para priorizar su entrada en Fórmula 1 de cara al año 2026, así como el no haber podido disfrutar durante años del Grupo S que tenían preparado para finales de la década de los ochenta y que apenas hizo su primera aparición pública durante la pasada década en manos de Walter Röhrl. Pragmatismo puro y duro.

Sin embargo, en Audi, y especialmente su departamento Audi Tradition, de un tiempo a esta parte han optado por revivir alguna de sus grandes joyas, algo que ha implicado también al Type 52, el cual ha hecho su gran aparición con motivo de la edición de este año del Festival de la Velocidad de Goodwood. Con la colaboración de la empresa británica, Crosthwaite & Gardner, con amplia experiencia al ser la encargada de conservar los vehículos de competición de Audi, se procedió al inmenso trabajo de crear desde cero basándose en los planos originales en lo que sería esa primera gran referencia en cuanto a deportividad en la historia de Auto Union para la calle.

Fabricado sobre un chasis de largueros con paneles metálicos conformando la silueta de su carrocería, estamos frente a un modelo de 5,39 metros de longitud, con la peculiaridad de que hablamos de un vehículo en el que el conductor va dispuesto en disposición central, algo que sí se llevaría a cabo posteriormente con el lanzamiento del Auto Union V16 Type C Streamline de 1937. Las llantas de radios sobre neumáticos de una estrecha banda de rodadura le dan esa imagen tan característica de la primera mitad del Siglo XX.

En cuanto al motor del Typ 52 en los documentos del departamento dirigido por Ferdinand Porsche se especificaba el uso del motor V16 de 4,4 litros de los Auto Union Type A, optando en este caso por reducir la potencia de salida hasta 200 CV a 3.650 rpm con el objetivo de tener un mejor manejo en las carreteras, mucho menos agresivo. A la hora de revivir el proyecto 90 años después Audi Tradition optó por emplear algo más de picante, elevando la apuesta y pasando a utilizar el mismo bloque que empleaban los Auto Union Type C, un V16 de 6,0 litros, sobrealimentado por compresor, capaz de erogar 520 CV a 4.500 rpm empleando una mezcla de gasolina y metanol para los apenas 1.450 kg de peso en vacío que tiene esta preciosidad. La Fleca de Plata perdida.