MÁS DE MEDIO MILLÓN DE EUROS
La leyenda de Colin McRae dispara el precio de este Subaru Impreza 22B
A sólo unos días de que se cumpla el 16º aniversario del fallecimiento de Colin McRae, este Subaru Impreza STI 22B que le perteneció alcanzó cifras récord en una subasta llevada a cabo en Silverstone. La placa no engaña, es la unidad 000 de 400 construidas.
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El próximo 15 de septiembre se cumplirán 16 años del accidente de helicóptero en el que perdió la vida el excampeón del Mundo de Rallies, Colin McRae. Aunque el piloto escocés no consiguió nada más que un título intercontinental, su corajudo pilotaje, la tendencia prácticamente natural a ir siempre al límite y su carisma lo llevaron a ser uno de los pilotos más queridos dentro del WRC, algo que permanece muy vigente incluso casi dos décadas después de su retirada de dicha competición.
Este cariño queda patente por cada objeto suyo personal que se subasta o se pone a la venta. Uno de los últimos lotes que han logrado gran repercusión fue precisamente el de un prototipo del Subaru Impreza STI 22B que precisamente perteneció al Campeón del Mundo. Subastado el pasado 26 de agosto en Silverstone por Iconic Auctioneers, esta unidad ha alcanzado cifras astronómicas que no dejan de justificarse en lo especial de esta unidad.
No sólo fue propiedad a McRae, sino que también tiene una importante historia tras de sí ya que se trata de uno de los tres prototipos que se construyeron previo al inicio de la fabricación definitiva del Impreza 22B, todos ellos destinados a tener un dueño muy concreto ya que la primera unidad iba a ser para el propio Colin, pero la segunda iba a ser destinada a Nicky Grist su copiloto, y la tercera, al mítico David Lapworth, responsable técnico de Prodrive.
Ninguna de ellas fue un regalo, por lo que todos tuvieron que comprarlas, mientras que los modelos que salieron después de la edición especial, apenas tuvieron algo más de 400 compradores, la mayoría de ellos destinados al mercado japonés. Por lo tanto, estamos hablando de los prototipos de una serie ya de por sí muy limitada (en honor a los tres títulos de constructores conseguidos por la firma de las estrellas de forma consecutiva) de la que, además, la unidad subastada contaba con el pedigrí de haber pertenecido al Campeón del Mundo de Rallies de 1995.
Esto llevó a que el precio final de venta fuera de 480.500 libras, algo más de medio millón de euros, en este caso por un modelo que no llega ni tan siquiera a los 12.000 kilómetros recorridos y que sigue contando intacto el motor bóxer de cuatro cilindros de 2.2 litros y turbo que entregaba 276 CV de potencia, buscando llevar esas sensaciones de los últimos Grupo A al conductor a través de unas suspensiones específicas, cambios en el sistema de frenos y ajustes en la transmisión para hacerla algo más cerrada.
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