Porsche Cayenne: el primer GTS de la era moderna

El Porsche Cayenne se ha convertido en uno de los modelos más reconocidos de la marca desde su nacimiento en el año 2002, llegando a ser el coche más vendido de toda la gama. Así mismo, tiene el honor de ser el referente de las siglas GTS, que significan Gran Turismo Sport, en la era moderna de Porsche.

Las siglas GTS representan los modelos más deportivos de Porsche y fueron usadas por primera vez en un Carrera durante la Targa Florio de 1964. Desde entonces estuvieron vinculadas a exclusivos deportivos durante cuatro décadas. Sin embargo, visto el éxito del Cayenne en 2002, dos años después la dirección de Porsche decidió encargar una versión GTS de su SUV insignia.

Oliver Laqua, hoy máximo responsable de la gama Cayenne, llevaba trabajando como ingeniero en la primera generación desde 1998, se colocó al frente del proyecto, al que se denominó como 'correcaminos'. En primera instancia abogó por un coche con tracción trasera y asientos deportivos, algo que no convenció a la dirección, terminando por descartarlo. Por el contrario, las tesis de Laqua se llevaron a cabo en el apartado mecánico, montando un V8 atmosférico en lugar de uno sobrealimentado. Esta unidad entregaba 405 CV, 20 más que su homólogo en el Cayenne S, gracias a un sistema de admisión mejorado.

También se instaló de serie una caja de cambios manual de seis velocidades con una reducción en la relación de transmisión para aumentar la agilidad. Opcionalmente, el cliente podía elegir por el automático Tiptronic S. En cuanto al chasis, por primera vez se combinó la suspensión de muelles de acero con el sistema de amortiguación controlada Porsche Active Suspension Management (PASM), hasta entonces reservado para los deportivos de dos puertas.

Walter Röhrl: un bicampeón del mundo de Rallys a los mandos

Para probar todos los sistemas introducidos en el Cayenne GTS, Porsche contó con la ayuda de Walter Röhrl, Campeón del Mundo de Rallys en 1980 y 1982. Su habilidad y experiencia fueron cruciales para el desarrollo del coche en los test realizados en el trazado de Nürburgring y en unas pistas de hielo en el círculo polar ártico.

Si quiero deportividad con la tracción total, debo asegurarme de tener siempre las cuatro ruedas bajo control”, comentó Röhrl. Esto hizo que Porsche ideara un sistema por el cual cada uno de los ejes era capaz de recibir toda la potencia a través de un embrague multidisco controlado electrónicamente, siempre que fuera necesario.

El Cayenne GTS incorporó el Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC), un sistema que montaba dos barras estabilizadoras activas que interactuaban con motores hidráulicos para crear una fuerza contraria que evitara que el coche balanceara en exceso en los apoyos fuertes. En términos de seguridad también supuso un avance, tal y como reconoció Röhrl: “La estabilización antivuelco fue otra de las grandes innovaciones que incorporó este Porsche; gracias a ese sistema, quedaba garantizada la seguridad en un vehículo de altura elevada como es el Cayenne”.

En el aspecto exterior, el Cayenne GTS llamó la atención por sus grandes tomas de aire y sus distintivos pasos de rueda, que se ensancharon 14 milímetros para dar cabida a los neumáticos de medida 295/35 montados sobre llantas de 21 pulgadas. Sus líneas maestras sirvieron como inspiración para el resto de modelos que fueron llegando posteriormente.

Tres generaciones de Cayenne GTS

El primero se estrenó en el Salón del Automóvil de Fráncfort de 2007. Habría que esperar hasta 2012 para ver la segunda generación, con una misma arquitectura y una potencia que aumentó hasta los 420 CV. Sin embargo, en la actualización presentada en 2014, montó un V6 biturbo, que a su vez entregaba 20 caballos más y 85 Nm adicionales de par.

Por último, Porsche sacó a la luz la tercera generación durante el 2020, con dos versiones GTS, una convencional y otra coupé. La firma de Stuttgart regresó al V8, esta vez con un motor de cuatro litros biturbo que entrega 460 CV y 620 Nm.

También te puede interesar... Porsche cada vez más cerca de la compra del 50% de Red Bull y de la Fórmula 1