Por ahora, solo disponible con motor W12 de 635 CV
Probamos el nuevo Bentley Flying Spur: la visión más lujosa del Continental GT
La nueva generación del Bentley Flying Spur se presenta como una revolución dentro de las grandes berlnas de lujo con una gran carga tecnológica y muy altas prestaciones
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Tras probar el Bentley Continental GT y confirmar el salto cualitativo visto en esta tercera generación del deportivo de Bentley, no podíamos esperar más para probar la nueva generación del Bentley Flying Spur, una variante de carrocería berlina que a partir de la misma plataforma, tecnología y motores del GT, promete una forma muy diferente de entender el lujo y las prestaciones. Sí, conciliar altas prestaciones y lujo para 4 ocupantes es posible, y una vez más el Flying Spur llega al mercado dispuesto a convertirse en la referencia de una categoría muy exclusiva.
Partiendo de la misma plataforma estrenada por el Bentley Continental GT, el nuevo Flying Spur saca provecho de sus posibilidades alcanzando los 5.316 mm de longitud, y unos aún más interesantes 3.194 mm de batalla. Con estas cotas y una configuración de 4 puertas, esta berlina de gran lujo hace evidente el protagonismo que cobran aquí las plazas traseras, y es que esta nueva generación ahonda más en esta idea para convertirse en el salón rodante más refinado que jamás haya construido Bentley y su legión de artesanos. Y por qué decimos esto, pues porque la nueva generación del Flying Spur se convertirá en la única berlina a la venta en la gama Bentley, pues la firma inglesa ya ha confirmado el cese inminente del gran Bentley Mulsanne, un modelo que no conocerá sucesor, aunque sí alternativa gracias a las mejoras que estrena este nuevo Flying Spur.
Bentley ha diseñado esta nueva generación del Flying Spur con la intención de convertirlo en un coche capaz de ofrecer, tanto un muy alto nivel de prestaciones, como un aún más exagerado nivel de lujo y confort, lo que unido al auge en la demanda de modelos SUV como es el Bentley Bentayga, hacen que la firma de Crewe pueda satisfacer la demanda de grandes berlinas de lujo con un solo modelo. De hecho, a futuro se espera que veamos una oferta mayor en propulsores, versión híbrida enchufable incluida, además de una carrocería de batalla extendida para aquellos que quieran llevar a sus garajes una limusina con todas las de la ley.
Tal y como ya te hemos adelantado, en esencia el nuevo Flying Spur es la variante berlina del Continental GT, algo que en su diseño exterior no es tan evidente, pero que en su interior sí que se percibe de forma mucho más clara. El constructor inglés emplea el mismo diseño para el habitáculo en su zona interior, con un envolvente salpicadero que recuerda a las codiciadas lanchas de lujo Riva, combinando con gran acierto tecnología y artesanía, añadiendo además una calidad de materiales y ajuste de primer nivel. El catálogo en materia de personalización es tan amplio que abruma, pero en esta unidad se ha apostado por una combinación de madera tipo piano, cromados y piel burdeos con costuras en color beige. Una configuración clásica, elegante y refinada, contando además con diferentes motivos en asientos y puertas para los diseños, siendo especialmente destacable el entramado tridimensional de diamantes que lucen las puertas, un diseño único en la industria que ha sido patentado por Bentley.
Pero no podemos esperar más para que irnos a las plazas posteriores, y es que es en estas dos enormes butacas donde reside la razón de ser de esta berlina de lujo. El objetivo del Flying Spur es convertir el Continental GT en un deportivo para 4 personas, y por ello en este espacio es donde más atención se ha puesto en términos de confort. Cada una de estas dos butacas traseras cuenta con numerosos ajustes eléctricos para regular asiento, respaldo o cabecero, diferentes programas de masaje con graduación de intensidad, ventilación o calefacción. A ello debemos añadir la adición de un mando inalámbrico que se extrae de la consola central, un mando que recuerda poderosamente a un smartphone, pero desde donde los ocupantes traseros pueden regular cada función de los asientos, además de controlar el sistema multimedia, el ordenador de a bordo del coche o las múltiples posibilidades que podemos de disfrutar en tanto a infoentreteneimiento.
Llega el momento de ponernos en marcha, y aunque resulta difícil escoger qué butaca es la mejor para disfrutar de este nuevo Flying Spur, lo cierto es que empezamos poniéndonos al volante para comprobar cómo es eso de hacer el 0 a 100 Km/h en 3,8 segundos. Sí, impresiona semejante contundencia bajo el pie derecho. Aunque no es para menos, pues este Bentley Flying Spur no ha escatimado en recursos, instalando un motor 6.0 W12 Twin-Turbo de 635 CV y 900 Nm que son transmitidos al suelo a través de un cambio automático de doble embrague con 8 relaciones y un sistema de tracción total. Tal es el poderío de esta berlina que en su ficha técnica declara una velocidad punta de 330 Km/h... casi nada.
Pero aún hay más sorpresas, y es que Bentley no ha querido centrarse únicamente en el lujo, y por ese motivo el Flying Spur promete una conducción muy cuidada. Para ello cuenta con una suspensión neumática adaptativa, añadiendo a la receta estabilizadoras activas y cuatro ruedas directrices, lo que redunda en una enorme berlina que incluso en zonas reviradas invita a buscar sus límites. Si el Continental GT ha conseguido mejorar sensiblemente con respecto a sus antecesores en términos de deportividad y comportamiento, el Flying Spur ha recorrido ese mismo camino puliendo sus maneras, siendo un coche que sigue primando el confot y el lujo por encima de todo, pero en donde se consigue una dinámica de conducción que solo podemos catalogar como sobresaliente.
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