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Infiniti Q30, toma de contacto con un compacto diferente
Infiniti Q30, toma de contacto con un compacto diferente
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Hace unas semanas estuvimos en Lisboa, donde pudimos probar el nuevo Q30, invitados por Infiniti. Este compacto con alma de crossover es uno de los lanzamientos más importantes de la marca en los últimos tiempos, y sin duda alguno el más importante en territorio europeo, donde su presencia se limitaba hasta ahora a berlinas y SUV premium de escasa relevancia comercial. E l Infiniti Q30 está diseñado para conquistar Europa, así que tendremos que comprobar si cuenta con los ingredientes del éxito. Aunque tiene detalles mejorables como la visibilidad trasera, tenemos mucho espacio en el interior y sus plazas traseras son las mayores del segmento de compactos premium. Con 368 litros de capacidad, no destaca en capacidad de carga, pero no se queda corto. Si tuviese que resumir en una sensación el interior del Infiniti Q30 es en la comodidad. Silencioso y confortable, una fortaleza en el caos urbano de estos tiempos. Lo diferencia notablemente de sus rivales, más deportivos.
Un único objetivo: conquistar Europa
El segmento C es uno de los mayores en Europa, y su crecimiento global es del 9,4%.Para conquistar Europa se necesita una postura de conducción alta, un diseño atrevida y una gama de motores y cajas de cambio muy variada. Son condiciones necesarias en el segmento premium donde el Infiniti Q30 se moverá, un segmento dominado con puño de hierro por los Mercedes Clase A, Audi A3 y BMW Serie 1. Es en este segmento donde el Q30 se alía con un partner de lujo: usa la plataforma y motorizaciones del Mercedes Clase A. Pero es un coche diferente al Mercedes Clase A, con una puesta a punto única de la que hablaremos más tarde. Se construye en la fábrica que Nissan tiene en Reino Unido - recordemos, Infiniti es la marca de lujo de Nissan - y se venderá a nivel global, aunque Infiniti espera vender tres de cada cuatro Q30 en Europa. Esperamos que las campañas de lanzamiento y marketing acompañen a esta fuerte apuesta por Europa de la marca japonesa.
Un aspecto atrevido y arriesgado: primer acierto
Para el mercado español los precios arrancan en 24.900€. Es el precio para una versión 1.6 turbo de gasolina con 122 CV.Triunfar en Europa con un compacto requiere arriesgarse. Es un coche muy llamativo, con una estética que es incapaz de dejarnos diferentes. Aunque es un coche relativamente largo (4,42 metros) lo que más nos sorprende en directo es su altura. Sabíamos que era más alto que un Mercedes GLA en su versión Premium, pero es sólo en directo cuando parece que estamos ante un crossover. Esta imagen alejada del suelo y sus grandes llantas gustarán mucho al público europeo. Se lanza en tres versiones, Premium, Sport y Q30. Aunque se diferencian en sus llantas y paragolpes, la mayor diferencia está en la suspensión rebajada en dos centímetros del acabado Sport. Pensad en un acabado AMG o M en Mercedes y BMW, respectivamente. El Infiniti Q30 es un coche que en directo gusta más que en las imágenes, con detalles únicos como una gran calandra cromada frontal y un curioso quiebro en el pilar trasero, una de sus señas de identidad.
En 2016 llegará el Infiniti QX30, una versión auténticamente crossover del Q30, capaz de adentrarse en pistas forestales y zonas muy bacheadas.Sus ópticas traseras son LED, y me han parecido uno de los detalles más bonitos del coche. Dos tubos de escape asoman por la parte baja del coche, dando una imagen deportiva y robusta. Cuestión de gustos, por supuesto, pero a mí me ha convencido en directo.
Un interior refinado, lujoso... y algo anticuado
Entramos en el interior del coche. Un interior con muy buenos acabados y un tacto de materiales decididamente premium. Un habitáculo donde muchos controles y detalles nos recuerdan que es un coche basado en un Mercedes Clase A, como la regulación eléctrica de los asientos situada en la puerta. Es un interior cuyo diseño resulta algo anticuado, parece que hubiese sido lanzado hace dos o tres años. Todo está ordenado y en disposición lógica, pero resulta algo anticuado.El equipo de sonido Bose tiene un sistema de cancelación activa de ruido que minimiza los sonidos del exterior del coche.No obstante, tanto refinamiento como ergonomía son sobresaliente y los asientos han sido diseñados para ser muy cómodos. Me ha gustado mucho el acabado Sport, con Alcantara forrando el salpicadero y cuero perforado en los asientos deportivos y el volante. La instrumentación es sencilla y de muy buena lectura. Vamos sentados en una posición más alta que en sus rivales, con una buena visibilidad de la carretera hacia delante, similar a la de un crossover.
Al volante del diésel de 170 CV y el gasolina de 211 CV
El motor diésel de 109 CV con cambio manual será la combinación que más se venda en nuestro mercado.Hemos podido probar dos motorizaciones diferentes en la presentación internacional del Infiniti Q30. La primera de ella fue un motor 2.1 turbodiésel de origen Mercedes con 170 CV de potencia, asociado a una caja de cambios automática de doble embrague con siete relaciones y un sistema de tracción total. Un tope de gama diésel en su versión Premium, más orientada al confort. El otro diésel de la gama es un 1.5 de 109 CV, de origen Renault-Nissan. Con la misma combinación de transmisión y tracción total, también hemos probado el motor 2.0 turbo de gasolina, con 211 CV y acabado Sport. El resto de la gama está compuesta de un motor 1.6 turbo de gasolina, en potencias de 122 CV y 156 CV, siendo está última la más interesante en mi opinión. Existe opción a cambio automático de doble embrague y 7 relaciones en todos los motores. En los dos más potentes, no es posible equipar el cambio manual de 6 relaciones.
La suspensión se comprime del lado que estamos tomando la curva, reduciendo la fuerza centrífuga a la que los ocupantes están sometidos.Nos ponemos el marcha con el motor diésel y percibimos que es rumoroso y traquetea bastante al ralentí. No obstante, estas vibraciones desaparecen en marcha, y apreciamos que su par motor es abundante, disponible desde un régimen bajo. Sobretodo, esta versión Premium es muy cómoda. La suspensión filtra todos los baches a la perfección y no se oye un solo crujido. Es ideal para huir del caos urbano que nos espera cada día al salir a las calles. La versión Sport con motor de 211 CV es la más potente de la gama. El motor de origen Mercedes funciona de maravilla con el chasis del Infiniti Q30, aunque es el más sediento de la gama. El tarado de suspensiones de la versión Sport es un 7% más duro, y está 20 mm más cerca del suelo. En ambos casos me quedo muy sorprendido del tacto natural de la dirección, con buen peso y precisión, lograda a base de retrasar ligeramente la entrada de la asistencia eléctrica.
La idea de Infiniti es que el coche trace curvas con tiralíneas, y sea impasible ante los baches, incluso en su versión Sport.El Infiniti Q30 equipa una serie de sistemas de seguridad activa muy interesantes, como control de crucero adaptativo o un sistema de frenada automática en caso de colisión inminente, que pudimos comprobar en la ronda de Lisboa de forma involuntaria. No hay mejor manera de atestiguar su buen funcionamiento. También detecta vehículos en el punto muerto y sus cámaras permiten una vista de pájaro de 360 grados, ideal para aparcar sin problema alguno. Definitivamente, es un producto maduro que parece tener todos los ingredientes de la receta del éxito en Europa. ¿Lo recibirá el mercado con los brazos abiertos?
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