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Kia Niro, a prueba: crossover e híbrido, la combinación ganadora
Kia Niro, a prueba: crossover e híbrido, la combinación ganadora
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La industria del automóvil atraviesa por una etapa en la que los SUV, todocamino, crossover, o como quiera que la estrategia de marketing del momento quiera llamarlo, son el segmento de moda. El cliente busca vehículos con aspecto de todoterreno, independientemente de que estos lo sean, o no. Y es ahí donde entra en juego el Kia Niro, un producto muy interesante por todo lo que ofrece, y el primer híbrido dedicado de Kia. Kia quería lanzar su propio Toyota Prius, un híbrido con el que afrontar algunos de los retos a los cuales se enfrenta esta industria. Y el resultado es un crossover que, además de eficiente, resulta divertido y atractivo para el conductor.
¿Habrá conseguido este KiaNiro convertirse en la combinación ganadora? De un primer vistazo, desde que recogimos nuestra unidad de pruebas del Kia Niro en el parking del aeropuerto de Barcelona, ya nos percatamos de la realidad de este producto. El Kia Niro es un turismo de dimensiones compactas, bajo para ser un SUV, aunque su aspecto bien se asemeje al de un todocamino. Ahí están sus defensas remozadas con plástico negro, o las protecciones de plástico que surcan los bajos y los pasos de rueda. También nos encontramos con unas barras de techo cromadas y unos pasos de rueda generosos y holgados, incluso con llantas de 18”. Pero, insistimos, el Kia Niro sigue gozando de las proporciones de un turismo. No es mucho más alto que un Kia Sportage, y sus dimensiones - y especialmente su altura - son más cercanas a las de un Kia cee’d que a las del todocamino compacto de la casa, el Kia Sportage.
Llegados a este punto también cabe mencionar que el Kia Niro no se posiciona como la versión híbrida de ninguno de estos dos modelos. El Kia Niro es un producto completamente nuevo, con una plataforma completamente nueva nacida por y para equipar motores eléctricos e híbridos. El único modelo con el que compartirá esta plataforma no es un Kia, sino el Hyundai IONIQ, el nuevo modelo de Hyundai que también se comercializará con mecánicas eléctricas puras, híbridas, e híbridas enchufables. La sensación de que estamos ante un turismo, y uno un SUV, se refuerza al ponernos a los mandos del Kia Niro y percatarnos de que el puesto de conducción no es demasiado elevado. Un handicap para aquellos que tratan de hallar en este tipo de productos un puesto de conducción elevado. Y una gran virtud para los que aún disfrutamos de un puesto de conducción más bajo y, por qué no decirlo, deportivo. Pero la clave del Kia Niro sigue siendo su mecánica híbrida. Bajo el capó nos encontramos con un motor de gasolina 1.6 GDI de 105 CV de potencia, que no tendría mayor importancia si no fuera porque este está acoplado a una caja de cambios automática de doble embrague que, a su vez, cuenta solidario con un motor eléctrico de 32 kW. La combinación de motor eléctrico y motor térmico nos ofrece, en modo combinado, 141 CV de potencia. Y en este caso sí que tendremos la impresión de que esos 141 CV de potencia están presentes en todo momento, sin sufrir la sensación, que sí hemos vivido en otros híbridos, de que la potencia homologada no se corresponde con la que realmente entrega el coche en condiciones reales. En el Kia Niro no gozaremos de un sinfín de modos de conducción para ajustar parámetros como la retención del motor, que por la naturaleza de un híbrido sirve generalmente para aumentar la capacidad de regeneración de energía que recargan las baterías, haciendo que su motor eléctrico invierta su funcionamiento.Pero Kia sí que se había guardado una carta en la manga. La de integrar los modos en las dos posibilidades de funcionamiento de su cambio de doble embrague, haciendo que en su posición automática trabajo en modo Eco, y en su posición manual secuencial trabaje en modo Sport, o deportivo, lo cual no solo condiciona el rendimiento del motor o la caja de cambios, sino también el tacto de la dirección. Eso limita en parte nuestras posibilidades, porque tal vez quisiéramos conducir en modo automático con un tacto de la dirección más duro, o con un escalonamiento de marchas que prime mantener un régimen más alto y deportivo. Tampoco goza de levas en el volante, una opción sumamente interesante si queremos disfrutar cambiando manualmente las marchas. Quizás estos aspectos - tal y como reconoció Kia en esta presentación - se mejoren en las actualizaciones que sufrirá el Kia Niro en los próximos años, siempre y cuando sean cambios que reclamen sus clientes.
Al accionar el arranque el silencio. El Kia Niro, como el Toyota Prius, es capaz de desplazarse a baja velocidad, y durante unos pocos metros, en modo eléctrico puro. Pero no podemos forzar dicho modo eléctrico, lo cual tampoco es una gran pérdida. En coches como el Toyota Prius el modo eléctrico resultaba interesante, por ejemplo, para forzar llegar a casa sin generar demasiado ruido, pero lo óptimo, a la hora de ahorrar combustible, es dejar que decida la electrónica del coche sin conviene parar el motor térmico, o no. A diferencia del Toyota Prius, el Kia Niro cuenta con marchas reales, y además con un cambio automático eficiente, y muy rápido, gracias a su tecnología de doble embrague.En modo automático peca de haber recibido un tarado que fomenta el ahorro de combustible, en exceso. De manera que siempre circulamos en marchas muy largas, demasiado largas en muchos casos. Hasta el punto en que evita que salga a relucir el potencial de esta mecánica, y el retardo cuando queremos acelerar con contundencia de inmediato, que exige que el cambio proceda a un kickdown y reduzca varias marchas, es notable. Todo cambia cuando seleccionamos el modo manual, o mejor dicho secuencial. El conductor lleva el control de las marchas, y este coche parece haber ganado en contundencia, empuje y respuesta. Las marchas suben y bajan sin apenas retardo, y el Kia Niro, un coche sin ninguna aspiración deportiva, se convierte coche realmente divertido de conducir, especialmente en tramos de curvas como las carreteras de Montserrat, en Cataluña, en las que lo probamos. Sensación que es aún más plausible al comprobar que dinámicamente es un coche muy correcto, sin demasiado balanceo, y con aplomo.
En cuanto a eficiencia, no podemos ofreceros cifras representativas, pero sí deciros que en tramos mixtos, de carretera y ciudad, nos aproximamos a los 4.0 litros/100 kilómetros, cifras no muy alejadas de las que hemos conseguido en otras pruebas con híbridos de Toyota, como los antiguos y el nuevo Toyota Prius, o el Toyota Auris Hybrid. Amén de encontrarnos, con el depósito lleno, con cifras de autonomía en la instrumentación de entre 700 y 800 kilómetros. Lo cual no está nada mal para un coche con motor de gasolina y un depósito de 45 litros.
El Kia Niro goza de una gama sumamente simple. Puedes llevártelo desde 25.400€, que con descuentos, promociones, y oferta de financiación, se reduce a 19.985€. Solo hay una mecánica disponible (de momento) y dos acabados, Concept y Drive. El Kia Niro Concept ya viene muy bien equipado de serie, con llantas de aleación de 16”, asistencia de mantenimiento de carril, luces diurnas y ópticas traseras LED, faros antiniebla delanteros, volante y palanca de cambios en piel, pantalla de 5″, conexión auxiliar y USB, Bluetooth, climatizador automático, control de crucero y limitador de velocidad, sensor de lluvia y luces, y elevalunas traseros y delanteros, así como tapizados de tela. El Kia Niro Drive añade a todo lo anterior retrovisores exteriores con plegado eléctrico e intermitente incorporado, barras de techo, retrovisor interior electrocrómico, navegador, pantalla de 7″, servicios Tom Tom, Android Auto, cámara de asistencia al aparcamiento y sensores de aparcamiento traseros.Opcionalmente podremos incluir un Adavanced Driving Assistance Pack que ya incluye instrumentación digital, con pantalla de 4,2”, control de crucero adaptativo y asistencia de frenada automática para evitar colisiones frontales. Aún con una gama tan simple, esto solo es el principio para el Kia Niro. Más adelante se incorporará una nueva alternativa que además de híbrida será enchufable. Es decir, un Kia Niro con una batería de ion de litio de mayor capacidad que podremos recargar en cualquier enchufe de casa y que nos permitirá recorrer unos kilómetros, hasta unos 50, sin consumir una gota de combustible. En definitiva, he aquí la combinación ganadora.
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