Esta semana en CC desde el circuito de Kotarr, Fernando Gómez Blanco ha puesto a prueba el Mercedes Clase A 35 AMG.

Este Mercedes Clase A35 no miente. Su look va acorde con su apellido. Es el modelo de acceso a la familia AMG, tres letras que, en la marca de la estrella, son sinónimo de diversión y altas prestaciones. Si de verdad quieres sacarle el máximo partido y ver hasta dónde puede llegar, hay que atreverse a lidiar con él en los modos de conducción más deportivos y con el sistema Track Pace activado.

Está función sirve para medir la telemetría, controlar el tiempo por vuelta y numerosos parámetros de nuestra conducción. Subirte a un Mercedes Clase A 35 AMG te hace sentir piloto y te aporta la motivación necesaria para sacar el máximo partido a su nueva mecánica de cuatro cilindros y más de 300 caballos.

El cambio automático de siete velocidades y doble embrague es uno de los grandes protagonistas de su buen comportamiento. La tracción a las cuatro ruedas es la guinda del pastel. Le hace ir sobre raíles y ser muy estable. Como buen AMG, es una versión especial, con detalles únicos y exclusivos.

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