Adrenalina es estado puro
Nos ponemos al volante del BMW X3 Competition, un modelo que 'engancha'.
Pensemos por un momento en un coche que congele la respiración al acelerar, que sea capaz de dibujar una sonrisa en tu cara en un circuito, que no te haga pasar un momento embarazoso en el campo y que, además, te permita viajar con la familia y todos los trastos en un ambiente refinado y de calidad.
No hay muchos en el mercado que encajen en este perfil tan especial, ¿verdad? Pues os traemos el BMW X3 Competition, un modelo que cumple con todo eso y algo más.
Los tres litros de su motor seis cilindros y doble turbo desarrollan 510 caballos de potencia. Suficiente para dejarte clavado en el asiento al acelerar de 0 a 100 en solo 4,1 segundos.
La tracción es a las cuatro ruedas y la caja de cambios es automática de ocho velocidades con levas tras el volante. La suspensión es específica de esta versión, al igual que las llantas de 21 pulgadas. Y aquí es donde los ingenieros del departamento M de BMW han echado el resto.
A pesar de las dos toneladas que pesa, se mueve con mucha agilidad, y los enormes frenos, con discos de casi 40 centímetros delante, son capaces de pararlo con seguridad.
Por si el maravilloso sonido del escape M no fuera suficiente, en el interior tienes todo un despliegue de detalles que te recuerdan que conduces un coche firmado con una de las letras más famosas del mundo.
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