Ponemos a prueba la nueva gama MINI: sutiles cambios, pero todos acertados

MINI actualiza toda su gama para poner en el mercado nuevas funciones, más tecnología, ligeros cambios estéticos y una revisión de la oferta de equipamiento y propulsores. Hablamos de un rediseño de los modelos de 3 puertas, 5 puertas y Cabrio, una renovación que atañe a muchos aspectos persiguiendo mantener al MINI como uno de los referentes de su categoría, aunque no se traduce en unos cambios que sean sencillos de reconocer a primera vista.

Las novedades anunciadas por MINI son amplias aunque subrayamos que pese a que son nutridas, sí que no será fácil adivinar si estamos ante un MINI pre o post rediseño. A nivel estético los principales cambios se concentran en el nuevo logo de la marca, nuevas llantas de aleación, nuevos colores, nuevas terminaciones exteriores, más posibilidades de personalización o el uso de nuevas ópticas Matrix LED para los faros delanteros e iluminación LED para los pilotos traseros donde además se introduce el diseño con la bandera de la Union Jack.

En el apartado de equipamiento la principal gran novedad es la revisión de las interfaces MINI Connected y MINI Connected XL, sin duda uno de los puntos fuertes de la gama MINI al brindar un sistema de infoentretenimiento de lo más capaz de su categoría. Para esta revisión se mejora la navegación añadiendo nuevas funciones como información del tráfico o la climatología, actualizaciones de mapas a través de la conexión de internet con nuestro smartphone, compatibilidad con Apple Car Play, plataforma de carga inalámbrica para dispositivos, etc.

También son novedad en el habitáculo la adopción de nuevos materiales, tapicerías y motivos para su personalización, llegando incluso a poder crear tus propios diseños mediante impresión 3D gracias al programa MINI Yours Customised. Molduras interiores, proyección de los retrovisores sobre el suelo, marcos de las puertas o embellecedores de los intermitentes también pueden ser personalizados a petición a través de este programa. MINI sigue apostando fuerte por la personalización y da un nuevo paso en este campo para distanciarse aún más de sus competidores.

En el apartado técnico la principal novedad es la llegada de una nueva caja de cambios Steptronic de 7 relaciones y doble embrague disponible en los MINI One, MINI Cooper, MINI Cooper D y MINI Cooper S. Esta caja de cambios sustituye al anterior cambio automático de 6 relaciones para ofrecer un mejor rendimiento y una mayor eficiencia. Durante nuestra prueba del MINI Cooper S de 192 CV asociado a este cambio pudimos comprobar cómo la nueva transmisión supone una mejora notable con respecto a la caja anterior, encontrando mayor celeridad en los cambios y un funcionamiento más directo y deportivo, además de un más logrado manejo secuencial mediante las levas tras el volante.

También hemos de subrayar la disponibilidad de un cambio Steptronic de 8 relaciones por convertidor de par en el MINI Cooper SD, una alternativa más que interesante para sacar el máximo provecho a esta versión de 170 CV. Todos los cambios automáticos vienen de serie con la función de conducción a vela en los modos de conducción “Mid” y “Green”, una función que permite desengranar la caja de cambios y circular en punto muerto en circunstancias donde el coche puede avanzar por sí solo con su inercia.

El resto de novedades en el apartado de propulsores se centran en una revisión de los motores de gasolina de las versiones con 3 cilindros. Estos motores con 1.5 litros y tecnología Twin-Power Turbo se benefician de un rediseño para rebajar su consumo un 5% y aumentar el par máximo en 10 Nm.

En definitiva hablamos de una revisión amplia pero centrada en los detalles. Ciertamente la gama MINI no necesitaba de un profundo rediseño, motivo por el que las pinceladas y mejoras introducidas ahora se presentan como una apuesta segura, y acertada, para mantener al día la gama.