A los mandos de la nueva generación del Suzuki Jimny
Ponemos a prueba al Suzuki Jimny, un coche tan atractivo como diferente y eficaz fuera del asfalto
Suzuki ha renovado al Suzuki Jimny para ofrecernos un auténtico todoterreno, con un bonito diseño clásico, una gran capacidad de tracción y un motor más potente que el de la generación previa, atmosférico y de 102 CV.
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Suzuki ha renovado al Suzuki Jimny para ofrecernos una cuarta generación de este legendario todoterreno que llega con sólidos argumentos para convertirse en todo un éxito, empezando por un atractivo diseño de corte clásico pero perfectamente adaptado a los nuevos tiempos tras el que se esconde un auténtico todoterreno, capaz de enfrentarse al terreno más roto al mismo tiempo que se beneficia ahora de importantes mejoras de cara a ser utilizado también en carretera. El nuevo Suzuki Jimny llega apostando por una carrocería de rectos paneles, con una vista frontal con mucha fuerza y un diseño de lo más agradable y es que la firma japonesa ha recurrido a un cuidado diseño neo retro para esta nueva generación del Suzuki Jimny, que es, comparado con la anterior generación, 50 mm más corto, pero ahora sus ejes son 40 mm más anchos, dando paso a una anchura general 45 mm superior al anterior Jimny y es 5 mm más alto, cifras que nos dejan con una longitud de 3.645 mm, con una distancia entre ejes de 2.250 mm, un ancho de 1.645 mm y una altura de 1.720 mm.
Es un coche pequeño, muy bien proporcionado y miremos donde miremos sólo hay buenos detalles de diseño, con la rueda en el portón trasero reforzando esa imagen clásica, con unos generosos pasos de rueda envueltos en plástico sin pintar, con un techo recto que envuelve los flancos laterales y una mirada sencilla, de faros redondos, engarzada en una alta parrilla que está disponible con dos diseños diferentes. En su interior Suzuki ha apostado por un acabado sencillo de buenos ajustes y materiales duros, con una atractiva forma de presentarnos su instrumentación y con un sistema multimedia de 7 pulgadas que nos ofrece una interfaz sin demasiadas complicaciones, en su presentación, en su uso, pero, ¿qué hay de su habitabilidad? Sin pegas en las plazas delanteras, que nos dejan con un conductor y copiloto cercanos pero sin molestias de espacio, pasamos a unas plazas traseras donde sólo nos encontramos con dos asientos, ofreciéndonos un espacio correcto en el que nos gustaría poder disfrutar de un espacio mayor en la zona de los pies.
El maletero del Suzuki Jimny es prácticamente inexistente y si necesitas espacio tendrás que plegar los asientos traseros, una maniobra que se realiza de forma cómoda y rápida y que pone a nuestra disposición un suelo plano y una capacidad de carga de 377 litros, 53 litros más que el maletero de la generación previa. Botones de tacto sencillo pero de buen aspecto, un puente central prácticamente desnudos en el que son protagonistas las palancas del cambio y de la selección de la tracción, una agarradera muy práctica para la conducción offroad en el lado del copiloto...
Pero, ¿qué hay de su mecánica?
El nuevo chasis de largueros y travesaños está acompañado por un motor también de nueva factura, un propulsor gasolina, atmosférico, de 4 cilindros y de 1.5 litros de cubiraje, que desarrolla una potencia de 102 CV y un par de 130 Nm, que queda en manos de una caja de cambios manual de 5 velocidades o una caja de cambios automática de 4 velocidades, contando, por supuesto, con las bondades una eficaz tracción a las 4 ruedas que, unido a su comedido peso, de menos de 1.100 kg, hacen de este Suzuki Jimny un auténtico escalador, por difícil que sea el ascenso. En movimiento el Suzuki Jimny nos ofrece ciertas peculiaridades, por la tipología de su chasis, su condición de auténtico todoterreno y su motor atmosférico. En primer lugar nos vamos a encontrar con un motor que nos exige estirarlo y llevarlo hasta un régimen alto para aprovechar, tras cada cambio toda su potencia. No debemos esperar una gran aceleración, ni cruceros de infarto, pero su motor de 102 CV es suficiente para desplazamientos interurbanos y muy capaz fuera del asfalto, acuñando un consumo medio homologado de 6.8 l/100 km.
Más allá de este motor debemos mencionar un chasis que adolece en carretera de una puesta a punto muy pensada y muy capaz fuera del asfalto, esto se traduce en el paso por curva con balanceo, con una dirección un tanto imprecisa, pero tampoco es algo dramático, debemos ser conscientes de que estamos ante un coche muy capaz fuera del asfalto y que en carretera no estamos ante un coche tan eficaz como el Jeep Renegade, como el SEAT Arona, como el Peugeot 2008, como cualquier SUV pequeño y con todo esto presente hay que mencionar que este nuevo Jeep Renegade ofrece una mayor calidad de rodadura en carretera que la anterior generación. Fuera del asfalto el Suzuki Jimny es, como ya hemos adelantado, un coche muy muy capaz, que absorbe realmente bien cualquier obstáculo, que se enfrenta con una enorme entereza a acusadas subidas sin desfallecer, con una tracción muy eficaz y dispuesto a pasar por allí por donde pocos coches pueden pasar, por su peso, por su tamaño y por la eficacia del conjunto de su chasis y tracción. La suspensión en terrenos pedregosos resulta cómoda y los balanceos que percibíamos en carretera cobra ahora todo el sentido.
¿Tendría sentido un motor turbo más cómodo de usar? Para una gran parte del público, sobre todo el público más general, sí, claro, pero no me parece, ni mucho menos, desagradable de usar. ¿Y un chasis más firme, con una dirección más directa y un paso por curva más cercano al de un turismo? Sería ideal para todo aquel que ve en el nuevo Suzuki Jimny un coche atractivo y diferente, lo agradeceríamos a la hora de conducirlo en ciudad, donde por otro lado brilla por su comedido tamaño, pero evidentemente perdería parte de sus bondades fuera del asfalto.
La hora de la verdad, ¿su precio? El precio de partida del Suzuki Jimny es de 17.000 euros pero el acabado de acceso, el acabado JX, nos ofrece un equipamiento muy modesto por lo que nuestra recomendación es acudir a, al menos, el acabado intermedio, el acabado JLX, con un precio de 18.795 euros y una lista de equipamiento en la que ya aparece el cierre centralizado, los elevalunas eléctricos delanteros, la apertura con mando a distancia, el sistema multimedia con pantalla táctil, el navegador o los asientos delanteros calefactados, sumándose a elementos como el aire acondicionado o el control de crucero que ya nos encontrábamos en el acabado más básico. En este acabado, en el intermedio, en el acabado JLX, podemos equipar la caja de cambios automática, aumentando entonces su precio hasta los 20.560 euros.
Por último el Suzuki Jimny con el acabado Mode 3 tiene un precio de 20.820 euros y nos ofrece una dotación en la que destacan elementos como las luces LED, llantas de aleación de 15 pulgadas, el volante acabado en cuero y climatizador. Debemos tener en cuenta que Suzuki nos ha advertido de que no aplicará descuentos a estos precios y es que en la marca japonesa se están viendo un tanto desbordados por la demanda global de este pequeño todoterreno. A modo de conclusión cabe felicitar a Suzuki por lanzar al mercado un coche tan diferente a lo que nos ofrecen el resto de marcas, con un diseño muy atractivo, con un interior de materiales modestos pero buenos ajustes, fantástico fuera del asfalto y con una dinámica un tanto peculiar, por su condición de todoterreno y por ese motor atmosférico que nos pide rodar bien alto para que no desfallezca. Hay balanceos sí, hay inercias y una dirección poco comunicativa, pero son matices lógicos si tenemos en cuenta que estamos ante un auténtico todoterreno, un muy buen todoterreno.
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