Audi presenta la segunda carrocería de la familia Q5
Primer contacto con el Audi Q5 Sportback: el punto justo de deportividad
El Audi Q5 es un producto muy importante para la firma alemana, un producto que gana aún más protagonismo con la llegada de su segunda carrocería en forma coupé
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Desde su llegada hace ya más de 10 años, el Audi Q5 se ha convertido en un pilar fundamental dentro de la firma alemana. El Q5, de hecho, fue el segundo SUV de Audi, sólo por detrás del Audi Q7, que llegó al mercado unos cuantos años antes. La segunda generación del Audi Q5 se presentó en 2017 con un planteamiento aún más refinado y tecnológico, dos cualidades que se hacen patentes también en la nueva carrocería del Audi Q5.
Hablamos del Audi Q5 Sportback, la nueva iteración del modelo germano que, en esta ocasión, busca un enfoque más dinámico, más deportivo, con la llegada de una carrocería de tipo coupé que replica así el planteamiento -que tan bien le está funcionando ya- del Audi Q3, su hermano pequeño, también disponible en versión Sportback. De hecho, la mayoría de unidades vendidas del Audi Q3 lo hacen ya con carrocería coupé.
Un diseño más deportivo para el Audi Q5 Sportback
El diseño de la carrocería del Audi Q5 Sportback es, evidentemente, uno de sus puntos clave: si bien en la parte frontal no encontramos cambios, es a partir del pilar B cuando las cosas "se ponen interesantes". Y se ponen interesantes porque la caída del techo comienza a hacerse más acusada, hasta el punto de que nos encontramos con una trasera muy inclinada que termina en un portón de maletero con formas muy deportivas.
La superficie acristalada del Audi Q5 Sportback es algo menor que la del Audi Q5 con carrocería más convencional, pero es parte del juego: se trata de buscar una estampa más deportiva, más de "tipo coupé", algo que claramente se consigue. Y es que el nuevo Audi Q5 Sportback ofrece al espectador una carrocería muy equilibrada, con un toque más dinámico pero sin perder el enfoque elegante y tecnológico de cualquier Audi de alta gama.
Los grupos ópticos LED, los pilotos traseros con tecnología OLED, los finos apliques cromados o las llantas de hasta 21 pulgadas hacen que el Audi Q5 Sportback destaque por una presencia robusta y a la vez delicada. En términos de dimensiones, el Audi Q5 Sportback no difiere prácticamente nada de las dimensiones de su hermano el Audi Q5, ya que mide los mismos 4.69 metros de largo, con una altura que apenas difiere en 4 mm respecto al Q5 con carrocería normal.
Un interior de calidad para el Audi Q5 Sportback
Si en el exterior los cambios son evidentes, en el interior ocurre justo lo contrario: el Audi Q5 Sportback mantiene el mismo salpicadero de su hermano, con líneas suaves dirigidas sutilmente hacia el conductor, y con una calidad de construcción que claramente lo sitúa como una de las referencias del segmento. Materiales de primera junto con molduras decorativas ajustadas con extrema precisión hacen que el habitáculo del Audi Q5 Sportback sea un lugar en el que resulta muy agradable pasar las horas.
Sorprendentemente, el espacio a bordo sigue siendo muy bueno pese a la mayor caída del techo que vemos en este Audi Q5 Sportback. De esta manera, si bien delante nunca vamos a tener problemas de ningún tipo, en la parte posterior repetimos sensaciones con un espacio y holgura muy buenos en cualquier cota. Incluso la altura para la cabeza es muy buena, de manera que personas de hasta 1.85 metros viajarán con total comodidad en los asientos posteriores.
El maletero, al que se accede a través de un enorme portón de accionamiento eléctrico, tiene una capacidad de 510 litros, lo que supone una merma de 40 litros respecto al Audi Q5, aunque si se escoge la opción "Banqueta trasera plus" la capacidad asciende hasta los 570 litros.
Al volante del Audi Q5 Sportback
Hora de arrancar el motor del Audi Q5 Sportback. Durante nuestra toma de contacto hemos podido ponernos a los mandos de la variante 45 TFSI quattro ultra, la única versión con motor de gasolina "convencional". Impulsado por un motor 2.0 TFSI con 265 CV, asociado a una caja de cambios automática S Tronic de 7 velocidades, el Audi Q5 Sportback se mueve con total comodidad, con unas prestaciones más que suficientes y un nivel de suavidad muy grande.
Este nivel de suavidad se hace patente en numerosos factores: tanto la insonorización como el refinamiento de marcha son excepcionales, de manera que es difícil saber cuando el motor está funcionando, especialmente a bajas velocidades. El ajuste de suspensión es muy bueno, absorbiendo con precisión las irregularidades del asfalto pero, a su vez, impidiendo que la carrocería -y los ocupantes- se muevan en exceso.
Sí es cierto que, cuando la física pone las cosas sobre la mesa, tenemos que ser conscientes de que estamos conduciendo un coche cuyo peso comienza a coquetear con las 2 toneladas dependiendo del equipamiento de cada unidad, una masa que genera sus inercias a la hora de girar, acelerar y frenar.
La gama del Audi Q5 Sportback
El Audi Q5 Sportback ya está disponible en nuestro país con una generosa oferta mecánica compuesta por un motor diésel2.0 TDI con 163 CV (35 TDI) y 204 CV (40 TDI), el mencionado motor de gasolina 2.0 TFSI con 265 CV (45 TFSI), dos variantes híbridas enchufables de gasolina con 299 CV (50 TFSIe) y 367 CV (55 TFSIe) y una última variante más deportiva denominada SQ5 con motor 3.0 TDI de 340 CV.
Todas las opciones mecánicas a excepción de la diésel menos potente cuentan con diferentes niveles de electrificación: las variantes 40 TDI, 45 TFSI y SQ5 cuentan con un sistema mild-hybrid con el que obtienen la etiqueta ECO, mientras que las versiones enchufables 50 TFSIe y 55 TFSIe consiguen la etiqueta CERO gracias a una autonomía eléctrica de más de 60 kilómetros.
Los precios del Audi Q5 Sportback arrancan en los 55.000€ de la versión 35 TDI Advanced S Tronic, llegando a los 82.100€ de la variante SQ5 TDI quattro.
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