HA DADO UN VUELCO EN CUANTO DISEÑO Y TECNOLOGÍA

Probamos el Kia Niro HEV, PHEV y BEV, un coche sostenible, eficiente y confortable

Esta semana os hemos traído una toma de contacto triple: nos hemos puesto al volante de las tres versiones del Kia Niro.

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Esta semana en Centímetros Cúbicos Borja ha viajado a Frankfurt para conocer la nueva generación del Kia Niro y allí ha podido probar sus tres versiones: HEV, PHEV y BEV. Es decir, híbrido, híbrido enchufable y 100% eléctrico. Se trata de un modelo muy interesante para quien busca un coche sostenible, eficiente y confortable, además de tener un diseño que se sale del sota, caballo, rey al que últimamente nos tienen acostumbrados la mayoría de los fabricantes.

KIA NIRO HEV

Este es el híbrido convencional y sus puntos fuertes es que te olvidas de tener que cargar la batería. Se recarga sola al circular, con la energía que recupera de las frenadas y del motor de combustión. Una mecánica de gasolina 1.6 con una potencia conjunta de 141 caballos. Asociada a una caja de cambios automática de seis velocidades. Como curiosidad, no tiene marcha atrás. El coche se mueve hacia atrás solo con el motor eléctrico.

KIA NIRO PHEV

Es el híbrido enchufable. Cuando saltas directamente de uno a otro, sí que notas que este tira mucho más de la batería, el motor de combustión casi ni tiene que arrancar. La capacidad de la batería de esta versión da para recorrer unos 65 kilómetros en modo 100% eléctrico según el ciclo WLTP. Según la marca, puede llegar hasta los 84 kilómetros y cuenta con 183 caballos de potencia combinada.

KIA NIRO BEV

Es el Niro 100% eléctrico. Esta generación declara una autonomía de 460 kilómetros según el ciclo WLTP y una potencia de su motor eléctrico de 204 caballos. Pero, si lo usas en recorridos urbanos, la marca declara que se pueden superar los 600 kilómetros de autonomía.

El silencio del eléctrico al rodar genera una sensación de calidad más acentuada que en las versiones híbridas. Un silencio característico de modelos premium. Eso se suma a lo aplomado que va el coche; da sensación de sólidez. Lo que se suma a un interior muy cuidado y bien pensado.