450 CV capaces de ofrecer deportividad y confort a partes iguales
Probamos el Audi RS5 Coupé: 450 CV de diversión para todos los días
Audi Sport crea una nueva receta para el RS5 y hoy la ponemos a prueba
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La nueva etapa de Audi Sport se está dejando notar en todos y cada uno de sus nuevos lanzamientos. Si el Audi R8 RWS nos sorprendió abriendo una nueva puerta en el futuro de la gama más deportiva de Audi, el Audi RS5 no se ha quedado atrás evolucionando la receta que defendió su antecesor. Disponible por el momento sólo en versión coupé, el RS 5 defiende la idea del deportivo válido para todo, dócil en el día a día, pero con el suficiente poderío para llevarnos al podio en un Track Day.
La nueva generación del Audi RS5 nos sorprendió con el abandono del sublime motor 4.2 V8 de 450 CV en favor de un más eficiente 2.9 V6 Twin-Turbo con los mismos 450 CV. Este cambio viene de la mano de las nuevas y más exigentes regulaciones anticontaminación, un cambio sumamente importante que aporta beneficios e inconvenientes como veremos más adelante, pero que sobre todo nos hace entender que el futuro de los deportivos está en los turbocompresores cuando no directamente en la electrificación.
Audi Sport ha querido evolucionar el concepto del RS5 para crear un coche más completo en todos los aspectos, algo que nos deja con una primera impresión clara e inequívoca de que más adelante veremos un Audi RS5 Perfomance que sí que hablará de circuito en primera persona. Hablamos de un movimiento lógico buscando poner en el mercado una gama deportiva con más posibilidades, con más opciones para los clientes y con un catálogo de accesorios que permita crear el deportivo a medida que tantos clientes demandan. A través del catálogo Performance Parts, Audi Sport pretende no solo ofrecer posibilidades de personalización, sino que también brinda mejoras de rendimiento tal y como ya demuestran Audi R8 o Audi TT RS que han sido los primeros en beneficiarse de este suculento escaparate de opcionales.
Pero volvamos al RS 5 y su nueva receta original. El Audi RS5 Coupé ha cambiado, y eso se siente desde el primer instante en que te sientas en él. Nos encontramos con un coche capaz de presumir de suavidad y docilidad como cualquier otro A5, tanto como para conseguir incluso cifras de consumo más que decentes con medios por debajo de los 10 l/100 Km (recuerdo que hablamos de 450 CV). Con ello conseguimos un gran turismo muy rápido, pero para nada incómodo, algo que es digno aplaudir en perfiles como este y en donde solo echamos en falta una suspensión de tarado más confortable para otorgar el sobresaliente.
En el apartado de la transmisión nos encontramos otro punto en el que merece la pena detenerse. Para esta generación el RS5 ya no emplea el preciso doble embrague S-Tronic, sino que apuesta por la última generación del cambio automático Tiptronic por convertidor de par y 8 relaciones. La decisión viene motivada por la nueva filosofía del RS5, donde ganamos enteros en confort, aunque ello suponga perder algo de contundencia y velocidad en las transiciones cuando exigimos el 100% del grupo motopropulsor. Solo los habituales al circuito echarán de menos el doble embrague, pues el funcionamiento del nuevo cambio cumple sobradamente añadiendo mucho más confort y eficiencia.
Cuando nos disponemos a buscarle las cosquillas al RS 5, solo necesitamos activar el modo de conducción Dynamic. Ahí el RS 5 cambia su carácter y tensa todos sus músculos para demostrar de lo que son capaces 450 CV. El nuevo RS 5 es todo un despliegue de agarre, sin importar asfalto, peralte, climatología o velocidad. Sea cual sea el ritmo este Audi Sport saca a relucir todas las ventajas de la tracción total quattro y demuestra que nadie mejor que Audi para negociar curvas con salidas de infarto. A ello añadimos un motor que brilla en empuje con 600 Nm que se desatan con rabia al pisar a fondo, complementando ese podería con un equipo de frenos carbocerámico que frenan mucho y bien, trabajando sin mermas incluso forzando de forma continuada. ¿Alguna pega? Suena bonito, suena bien, pero el escape del RS5 necesita volumen y “mala uva”, algo de lo que sí presumía su antecesor y que posiblemente pueda solucionar el catálogo de accesorios de Audi Sport en el futuro a través de su acuerdo con Akrapovic.
El Audi RS5 ha conseguido lo que a priori parecía imposible. La tracción total tiene las citadas ventajas de agarre y control, sin embargo añade un extra de subviraje que limita la agilidad. En el RS5 Audi Sport ha conseguido pulir tan satisfactoriamente el conjunto como para no echar de menos un tracción trasera como el Giulia Quadrifoglio o el C63. Este Audi puede ser muy divertido, quizá no tanto como esos trasera repletos de personalidad, pero a cambio pone sobre la mesa un agarre y control imposible de alcanzar por sus rivales.
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