Ponemos a prueba el Hyundai más eficiente
Prueba del Hyundai Ioniq: jaque híbrido al Toyota Prius
Prueba del Hyundai Ioniq, el coche híbrido por excelencia de Hyundai y rival directo del Toyota Prius
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Hoy nos ponemos al volante de uno de los coches más interesantes de la gama Hyundai, además de uno de los más interesantes del mercado al ser el principal rival directo del Toyota Prius y una alternativa a tener muy en cuenta para todos aquellos que buscan eficiencia sin tener que recurrir a los motores diésel. Estamos hablando del Hyundai Ioniq, el coche desarrollado por la firma coreana para demostrar que los coches híbridos no es un mercado exclusivo de Toyota y que además ese mismo concepto se puede presentar de formas muy diferentes.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que el Hyundai Ioniq se comercializa en tres versiones diferentes: híbrido, híbrido enchufable y 100% eléctrico. Las 3 variantes comparten el grueso de componentes y diseño y se basan en la misma plataforma, encontrando diferencias únicamente en su sistema de propulsión eléctrica. De este modo nuestra prueba se basa en el Hyundai Ioniq híbrido, su opción más convencional y económica de la gama, combinando un motor gasolina con un propulsor eléctrico para firmar consumos muy ajustados sin tener que depender de un enchufe para recargar las baterías. Por supuesto, el Hyundai Ioniq recibe la etiqueta ECO.
Técnicamente el Hyundai Ioniq Híbrido se presenta con un motor gasolina atmosférico de 1.6 litros (1.6 GDI) con 105 CV y un motor eléctrico de 43,5 CV que son combinados a través de un cambio automático de doble embrague con 6 relaciones. A ello se añade una batería de polímero de litio de 1,56 kWh de capacidad. Este sistema alcanza un total de 141 CV de potencia y ha sido diseñado bajo dos objetivos muy claros, por un lado ofrecer un nivel de eficiencia muy elevado (especialmente en ciudad) y por otro lado ofrecer una experiencia de conducción más directa - más prestacional en sensaciones - como alternativa a los coches híbridos fabricados por Toyota donde el particular funcionamiento del e-CVT se presenta como principal hándicap.
Pero el Ioniq es bastante más que una planta híbrida bien diseñada para reducir consumos, pues desde su plataforma a su carrocería, todo ha sido diseñado para conseguir reducir al máximo las pérdidas energéticas. Como ejemplo nos encontramos un diseño Kammback que ha sido optimizado para conseguir un coeficiente Cx de 0,24, manteniendo además un habitáculo amplio para 5 adultos (solo la altura en las plazas traseras se resiente para pasajeros de más de 1,80 metros) y un maletero de 450 litros.
En materia de conducción el Hyundai Ioniq destaca principalmente por una respuesta enérgica en los primeros metros de recorrido, ofreciendo un funcionamiento suave y progresivo en todo momento. Su empuje no es el que se espera de un motor convencional de 141 CV, sin embargo el Ioniq se mueve con bastante agilidad y ofrece una respuesta instantánea. El uso de un cambio de doble embrague es sin duda uno de los grandes éxitos del Ioniq, una transmisión que permite a este híbrido ofrecer una mejor experiencia durante la conducción, con un nivel de confort y obediencia muy elevado. A ello añadimos la posibilidad de funcionar a través dos programas diferentes: ECO y Sport, lo que permite sacar el máximo provecho a la planta híbrida e incluso exprimir esos 141 CV en ocasiones puntuales. Hyundai ha sabido jugar sus cartas para fabricar un planteamiento muy similar a los híbridos de Toyota, pero puliendo la asignatura pendiente de los nipones en tanto a una transmisión falta de sincronismo y de tacto demasiado artificial.
En materia de consumos el Ioniq homologa 3,6 l/100 Km con unas emisiones de CO2 de 85 gramos, lo que le hace ahorrarse el impuesto de matriculación y le permite obtener la etiqueta ECO, aún así es justo resaltar que durante nuestro periodo de pruebas los consumos registrados se movieron alrededor de los 5-5,5 l/100 Km en función del escenario de conducción. Los recorridos urbanos con velocidad baja y reiteradas paradas son sin duda el escenario ideal del Ioniq híbrido, unas circunstancias donde el grueso del tiempo nos movemos en modo 100% eléctrico - modo que puede estirarse hasta los 120 Km/h - . Así, cuando demandamos más velocidad y salimos a carretera abierta, el Ioniq no alcanza una eficiencia tan elevada, ofreciendo también unos consumos ajustados y similares a los de un diésel equivalente, pero viéndose bastante más afectado con el aumento de velocidad y los cambios en la orografía.
En el apartado de equipamiento, el Ioniq ofrece un amplio abanico de posibilidades donde encontramos lo último que brinda el mercado, destacando el control de crucero adaptativo, detector de fatiga, asistente para el mantenimiento de carril, alerta de ángulo muerto, sistema multimedia con pantalla táctil de 8" compatible con Android Auto y Apple Car Play, climatizador bizona, asientos delanteros calefactados y ventilados, volante multifunción calefactado o cargador inalámbrico para smartphone. El precio de partida del Hyundai Ioniq es de 20.990 euros en estos momentos para el acabado Klass, sin embargo tendremos que acudir a las terminaciones superiores Tecno y Style para disfrutar de todo el equipamiento disponible.
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