430 KM DE AUTONOMÍA
Prueba del Omoda 5 EV: llega la versión eléctrica para una de las marcas chinas que apuntan más alto en Europa
En Centímetros Cúbicos hemos probado el nuevo Omoda 5 EV, la versión eléctrica del SUV compacto chino que, en su versión de gasolina, ha arrasado en España.

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Cuenta la historia que la relación comercial de España con Asia viene del descubrimiento de una corriente marina por parte de Fray Andrés de Urdaneta en 1565. Una ruta que permitía cruzar el Pacífico de oeste a este y unía comercialmente a China, Filipinas, México y Europa. Un intercambio que llevó a tierras españolas productos como el mantón de Manila.
En la actualidad los productos que más importa España desde China son tecnología, dispositivos semi conductores y coches, como este OMODA 5 EV.
La marca aterrizó en nuestro país en febrero de 2024, situándonos como primer punto de entrada en el mercado europeo. Y durante este año ya empezará a ensamblar coches en Barcelona.
Han ido creciendo con su OMODA 5 de gasolina, al que se ha sumado ahora la opción eléctrica, el OMODA 5 EV. Que es el que hemos probado. Y entre los dos hay algunas diferencias.

El frontal ya no tiene una rejilla enorme para refrigerar el motor; ahora es liso, minimalista y con unas ópticas afiladas, unidas a través de una franja negra, en lo alto del capó; justo debajo, una tapa oculta las dos tomas de corriente. Los grupos ópticos y la toma de aire inferior son exclusivos de esta versión eléctrica, igual que las barras del techo. Atrás, desaparecen las salidas de escape y cuenta con las mismas ópticas de lado a lado con tecnología LED.
El interior también es muy similar al de su hermano de gasolina, pero, por ejemplo, al sentarse y pisar el freno, el OMODA EV se activa. Es decir, se enciende sin necesidad de presionar el botón de arranque. Cosas de eléctricos.
A la altura de la vista hay una fina pantalla, compuesta por dos paneles LCD de 12,3 pulgadas. Y el selector de marchas está al lado del volante, mientras que la consola central “oculta” un hueco para el móvil, con carga, y también para guardar otros objetos.

En la pantalla central, lo que más interesa son las funciones relacionadas con la batería: también se puede abrir la tapa de carga, y detener ésta si estamos enchufados, además de activar o apagar algunos asistentes a la conducción.
Los asientos delanteros te recogen bien y, para medir 4,42 metros de largo, los pasajeros de la segunda fila tienen bastante espacio para las piernas, además de contar con un maletero espacioso, similar al del modelo de gasolina, con 380 litros. Y un hueco debajo para guardar el cable de carga.
El OMODA 5 EV es ágil, gracias a su motor eléctrico de 204 CV. Su batería de 61,05 kWh de capacidad se puede recargar del 30 al 80% en 28 minutos si recurrimos a un cargador de 80 kW. O en un tiempo aproximado de entre 3 y 4 horas si tenemos una toma de 11 kW. Así cuentas con hasta 430 km de autonomía, que no está nada mal para un SUV compacto.

¿Sus ventajas? Etiqueta Cero, mucha visibilidad y agilidad para callejear por la ciudad. También un consumo contenido incluso por carretera, eso es de agradecer en un eléctrico.
Su sistema central no es muy intuitivo de primeras y acceder a básicos como la calefacción no resulta lo fácil que es de esperar y eso puede llevar a alguna distracción.
Merece la pena detenerse en su sistema de regeneración: es capaz de recuperar buenas cantidades de energía en retención y en frenada, con tres niveles para elegir, y sumar así kilómetros “extras” de autonomía. También tiene distintos modos de conducción para adaptar la potencia y sus prestaciones a gusto del conductor.
Creo que el OMODA 5 EV tiene un diseño diferente, bastante rompedor, un interior completo tecnológicamente hablando y cómodo desde el primer instante; con potencia y autonomía suficientes para el día a día. ¡Sin olvidar la seguridad! El OMODA 5 EV ha conseguido las 5 estrellas EURONCAP, lo que significa viajar más protegido.
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