Prueba del Toyota Yaris Cross: un mini RAV4 muy convicente

El mercado de los crossover de tamaño pequeño no para de crecer y cada vez es más variada la oferta, encontrando incluso varios modelos de un mismo fabricante. Y es por esta razón por la queToyota ha decidido crear un modelo por debajo del C-HR, un nuevo Yaris Cross que busca convencer a todos aquellos que buscan un SUV de tamaño contenido, pero muy polivalente y cargado de tecnología.

Como bien indica su nombre, el Yaris Cross está emparentado con su hermano pequeño Yaris. Toyota ha partido de la misma base, sin embargo ha introducido numerosas modificaciones para conseguir crear un crossover con 4,18 metros de longitud y una altura libre al suelo de 165 mm.

A ello añadimos un diseño exterior que poco o nada tiene que ver con el Yaris. La imagen del Yaris Cross es específica, algo que no es casual ya que en cierto modo pretende verse y sentirse como un mini RAV4. Su diseño marcado, el uso de ópticas LED específicas, las protecciones en color de contraste o los pasos de rueda bien definidas, todo ha sido ideado para crear una personalidad nueva que consiga distinguirse entre todos sus competidores.

Una vez pasamos al interior, el Yaris Cross muestra mucho más claramente los lazos con el Yaris, heredando de este las líneas generales, aunque estrenando novedades importantes como es el cuadro de instrumentos digital con pantalla de 7”, el Head-Up Display de 10” o el nuevo sistema multimedia Smart Connect con pantalla táctil de 9”. Este Yaris Cross apuesta fuerte por el infoentretenimiento, y el resultado es una mejora sustancial con respecto al resto de la gama Toyota, descubriendo una interfaz que mejora en rendimiento, diseño, ergonomía, etc. Y a todo ello añadimos la compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto (inalámbricos) y la presencia de una plataforma de carga inductiva para dispositivos.

Como viene siendo habitual en los últimos lanzamientos de Toyota, el apartado de asistencias a la conducción también brilla en el conjunto. El Yaris Cross cuenta con control de crucero adaptativo, asistente para el mantenimiento de carril, aviso de ángulo muerto, alerta precolisión, alerta de tráfico posterior, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, cámara de visión trasera, reconocimiento de señales, etc.

Si nos centramos en el espacio disponible, en este Yaris Cross pueden viajar hasta 5 pasajeros, si bien por cotas solo 4 adultos podrán hacerlo de una forma realmente cómoda. La plaza central posterior es realmente pequeña y válida solo niños. Por contra, las plazas laterales posteriores permiten acomodar estaturas de hasta 1,85 m, teniendo como único hándicap un acceso limitado por el escaso ángulo de apertura de las puertas posteriores. En el caso del maletero, el volumen disponible es de 397 litros, reduciéndose a 320 litros en las versiones 4x4.

A la venta desde 23.500 euros, la gama del Toyota Yaris Cross solo cuenta con un propulsor disponible. Se trata de 1.5 híbrido con una potencia máxima de 116 CV, una mecánica que encarna la última evolución del sistema de propulsión híbrido de la marca, contando además con la posibilidad de adquirirse en configuración de tracción total gracias a la adición de un segundo motor eléctrico en el eje trasero con 5,3 CV y 52 Nm.

Tras probar este nuevo propulsor híbrido, sin duda lo más destacable lo encontramos en su bajo consumo, ya que durante el transcurso de la prueba no superamos los 5,7 l/100 Km, y eso que circulamos por todo tipo de escenarios y sin preocuparnos por el consumo. Según los datos de homologación WLTP, el Yaris Cross promete entre 4,7 y 5,2 l/100 Km, y ya os adelantamos que a poco que cuidemos el gas será fácil conseguir medias en torno a los 5 l/100 Km.

La conducción del Yaris Cross es agradable, confortable y muy sencilla. Sin duda es un coche pensado para la ciudad, donde saca mayor partida a su agilidad y su eficiencia. Sin embargo, a la hora de subir el ritmo, aunque el coche ofrece una notable estabilidad y confianza, los 116 CV no regalan grandes prestaciones. Circular a velocidades legales no es un problema, pero si queremos viajar con todas las plazas ocupadas y el maletero a plena carga, tendremos que acelerar con decisión y ser previsores.

Tal y como decíamos, el Yaris Cross es un coche polivalente, pero que deja claro que su mejor escenario de conducción es la ciudad. Aquellos que busquen hacer más frecuentemente viajes, sobre todo por vías rápidas y cargados, quizá deberían sopesar el salto al C-HR o incluso al RAV4.