Prueba del Volkswagen Golf GTI TCR: 290 CV para ser el más divertido de la gama

La séptima generación del Volkswagen Golf ha sido todo un regalo para los más petrolheads gracias al amplio abanico de versiones deportivas que se han lanzado. Volkswagen ha ido evolucionando su compacto para comercializarlo en diferentes sabores, una idea con la que hemos conocido diferentes variantes del Golf GTI, pero que inevitablemente llega a su fin con GTI TCR que promete no solo hacérnoslo pasar en grande, sino conseguir que nos olvidemos del todopoderoso Golf R.

Si echamos un vistazo atrás a la gama GTI nos encontramos con las versiones Clubsport y Clubsport S como las especiales que hemos conocido. Variantes que en su momento defendieron esa idea de extra de picante con la que sacar la quinta esencia de un tracción delantera para irnos de Track Days y regresar con una gran sonrisa en el rostro. Pues bien, el Golf GTI TCR es el heredero espiritual de estos Clubsport y además sirve de homenaje a los Golf de competición con una receta no tan diferente.

Los GTI TCR han sido diseñados para ser el canto de cisne de los Golf GTI de séptima generación, de hecho ya incluso conocemos al Volkswagen Golf 8. Así, llevarte a casa un GTI TCR supone atesorar un “deportivo” con cierto regusto a homenaje y futuro clásico. Se trata de una edición especial que viene con detalles específicos como sos sus escapes, vinilos opcionales, tapicería interior específica, frenos exclusivos, suspensión adaptativa, llantas de 18”, spoiler de mayor tamaño sobre el portón o molduras únicas. No vamos a negar que nos hubiese gustado encontrar una mayor diferenciación con respecto a otros GTI, especialmente en el interior donde echamos muy en falta unos asientos tipo semibaquet dado el talante de este coche.

A nivel técnico también nos encontramos con una receta específica. Los Golf GTI TCR emplean un motor 2.0 TSI de 290 CV de potencia máxima y 370 Nm de par, estando conectado a las ruedas delanteras a través de un diferencial VAQ y una caja de cambios automática de doble embrague con 7 relaciones y manejo secuencial desde levas situadas en el volante. Con esta configuración estamos a un coche que se aproxima peligrosamente a las bondades del Golf R, dejándose por el camino 10 CV y la tracción total 4Motion.

¿Nos importa? Absolutamente no. Solo hacen falta varias curvas enlazadas para descubrir que este GTI TCR nada tiene que envidiar a su teóricamente hermano mayor. Es un coche que sigue ofreciendo un nivel de agarre y control muy elevado, pero es que ademas ahora ofrece más diversión gracias a una magnífica puesta a punto. En condiciones muy extremas de agarre o yendo al límite es posible que echemos en falta ese extra de motricidad que brinda la tracción a las cuatro ruedas, pero creedme que hablamos de circunstancias muy puntuales. A cambio ganamos una dirección más comunicativa, una trasera más nerviosa y un eje delantero más obediente. En definitiva, ganamos en diversión.

En cierto modo este GTI TCR podría entenderse como el Golf más similar al planteamiento del SEAT León Cupra con el excelente trabajo de SEAT Sport a la hora de poner a punto un chasis. Sin embargo las similitudes no son tales y el Golf goza de un carácter más neutro y no tan vivo como el de los Cupra. Hablamos de matices, pero el TCR ha sabido encontrar su receta para contentar a aquellos que buscaban algo más que un Golf GTI pero no terminaban de convencerse con el Golf R.

Además no podemos pasar por alto que esta edición especial está disponible tanto en versión de 3 puertas como de 5 puertas. Y esto es un detalle que debemos tener muy en cuenta porque estamos ante el último Golf que será fabricado con versión de 3 puertas. Así, si además de escoger la especificación GTI TCR, te decantas por la carrocería de solo 3 puertas, tarde o temprano te darás cuenta de que tienes entre manos un futuro clásico.

Para terminar tenemos que hablar de precio. Llega el fatídico momento, y este Volkswagen Golf GTI TCR está a la venta desde 43.600 euros. Hablamos de un importe elevado, especialmente si lo comparamos con sus principales rivales en tanto a prestaciones, sin embargo no podemos olvidar que se trata de un coche que se comercializa en serie limitada de apenas 290 unidades y de que además supone un fin de ciclo para un modelo y de que además brinda la que posiblemente sea la receta deportiva más acertada que ha conocido la séptima generación del Golf.