En 1994, Audi lanzaba al mercado el RS 2 Avant, un modelo que supuso el inicio de la marca en los coches familiares de altas prestaciones y, a su vez, el nacimiento de estas míticas siglas. Quizá por ello, al cumplirse 25 años, Audi Sport haya querido en 2019 renovar muchos modelos de forma total o parcial.
Así, Audi Sport presentó en el salón del automóvil de Frankfurt la nueva generación del Audi RS7 Sportback, la versión más deportiva y radical de la berlina coupé de la marca, una oda a las altas prestaciones sin abandonar la funcionalidad. Una nueva evolución del deportivo vestido de berlina que no le teme a los circuitos, pues con un 0-100 Km/h de 3,6 segundos y hasta 305 Km/h gracias a sus 600 CV. Antes lo había hecho el RS6 Avant con idéntica potencia.
Por último, de momento, han llegado los Audi RS Q3 y Audi RS Q3 Sportback, que ya son los SUV compactos más potentes de la marca, ofreciendo 400 CV de pura emoción y el nuevo Audi RS4 Avant que llegará a las calles a finales del mes de Octubre.
Coincidiendo con la efeméride, nos hemos puesto al volante del otro ilustre representante de la gama más deportiva de Ingolstad, el Audi RS3 Sportback, con el revisado propulsor 2.5 TFSI que hace que el Audi RS3 fuera el compacto más potente del mercado con 400 CV (hasta la llegada del Mercedes AMG A 45 S, con 421 CV) de potencia máxima. Con esta revisión de la gama el Audi RS3 Sportback ha venido siendo el rey de las prestaciones en el segmento, un mercado nada fácil.
Aunque en esta última generación se introdujeron numerosos cambios, el principal activo del modelo es, insistimos, su motor cinco cilindros que incrementa su potencia en 33 CV y reduce su peso en 26 Kg gracias al uso de un nuevo bloque de aluminio. Gracias a los cambios realizados en el rediseño del motor la potencia máxima queda ahora en los 400 CV y el par máximo alcanza los 480 Nm disponibles entre 1.700 y 5.850 rpm.
El grupo de transmisión se mantiene con un cambio S-Tronic de doble embrague con 7 relaciones y tracción total quattro con reparto del par entre trenes mediante un embrague multidisco. La velocidad máxima es de 280 Km/h, mientras que la aceleración para el 0-100 Km/h se realiza en 4,1 segundos.
Estéticamente, acoge los mismos cambios que introdujo el sedán con el comparte mecánica y cifras de prestaciones. Hablamos de paragolpes frontal con grandes entradas de aire, líneas más marcadas y musculosas y las nuevas ópticas LED introducidas en la gama A3. En la zona posterior también encontramos un paragolpes de aspecto más deportivo, con difusor integrado y con un sistema de escape con válvulas activas que varían el sonido en función del modo de conducción seleccionado.
En el interior también encontramos un ambiente completamente renovado donde destaca el nuevo cuadro de instrumentos digital Audi Virtual Cockpit y el nuevo sistema de infoentretenimiento que añade compatibilidad con Apple Car Play y Android Auto, además de ofrecer servicios de navegación a trasvés de Google Earth o punto de acceso WiFi.
Por detrás, solo un alerón ligeramente más grande sobre la luneta posterior y eso sí, las dos salidas de escape ovales en la parte inferior permiten diferenciarlo sus hermanos con acabado S-Line. Bueno, eso y que en el caso de esta preciosa unidad de pruebas, se había equipado también con el Paquete Exterior RS Negro Brillante (825 euros), que incluye la parrilla singleframe en ese color y el anagrama Quattro en el splitter delantero.
En 18 años, el RS3 ha pasado de 210 CV a 400 CV
Esta 'bestia' pasa de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos y si has pagado 1.905 euros, estarás habilitado para alcanzar 280 km/h de velocidad punta. Por algo es el compacto deportivo más potente del mundo.
Por autovía conducir el RS3 Sportback es toda una experiencia, además de por lo mucho que corre, esto es así porque es casi tan confortable como un Audi A3 Sportback con el que comparte forma de carrocería.
Es cierto que sí se nota algo más rígido de suspensiones, con una altura al suelo rebajada en 20 milímetros respecto a un A3 normal, pero no es nada especialmente crítico si llevas la suspensión Audi Magnetic Ride (1.250 euros) que permite elegir diferentes niveles de confort o deportividad. Podrás viajar cómodamente y hacerlo a ritmos altos sin tener que llevar el motor 2.5 de cinco cilindros especialmente arriba.
De ahí que los consumos reales en autovía puedan llegar a bajar de 8 l/100 km a ritmos normales, y no pasarán de 9 l/100 km si le aprietas un poco. Pero si te pesa el pie derecho, subirá rápidamente de de 12 l/100 km.
Los RS más ilustres del primer cuarto de siglo de la serie
A lo largo de todo es tiempo, casualmente, la marca ha lanzado al mercado 25 versiones, entre las que destacan especialmente algunas de ellas.
Audi RS 2 Avant (1994): Escribió el primer capítulo de la historia RS con su motor de cinco cilindros y 315 CV, que ya se había utilizado en numerosos modelos del fabricante alemán. Como seña de identidad, destacaba la tracción Quattro con su diferencial central autoblocante, tan conocida por su eficacia en circuitos y rallies.
Audi RS 4 Avant (1999): Basado en el S4 de la época, este modelo introdujo una nueva dimensión en términos de potencia. Bajo el capó, se ubicaba un V6 biturbo con una cilindrada de 2.7 litros y una potencia de 380 CV. Este propulsor se desarrolló en colaboración con Cosworth, trabajando específicamente en la culata y revisión de los conductos de admisión y escape. Además, los turbocompresores eran más grandes y la presión de sobrealimentación aumentó en comparación al S4.
Audi RS 4 (2005): Con un motor V8 de 420 CV, este modelo destacó por ser la primera vez que un fabricante implementaba la combinación de inyección directa con el concepto de motor de altas revoluciones, capaz de girar hasta las 8.250 rpm. En 2007, este motor también se utilizó para la primera generación del R8, dotado con la tracción integral permanente y el sistema de amortiguación Dynamic Ride Control. Al mismo tiempo, el primer y, hasta la fecha, único RS 4 Cabrio también heredó el V8 atmosférico.
Audi RS 6 Avant(2008): Este deportivo en formato familiar fue dotado de un V10 biturbo diseñado complemente nuevo. Entre sus características, contaba con inyección directa FSI, lubricación por cárter seco (heredado de la competición) y la tracción total permanente Quattro. En términos de cifras, alcanzaba los 580 CV y 650 Nm de par, situándose en ese momento como el propulsor más potente de la marca.
Audi RS 3 Sportback(2011): la versión más ‘salvaje’ del compacto contaba con un motor de cinco cilindros, 2.5 litros y 310 CV que, a finales de 2014, aumentó hasta los 340 CV. Audi ha utilizado también este propulsor en otros modelos de la marca como el RS Q3 o TT RS. Se trata de un motor muy compacto (50 cm de longitud) que, a finales de 2016, el RS Q3 estiró hasta los 367 CV.
Estas siglas tan reconocidas en el mundo del motor, han significado un antes y un después en la marca de los cuatros aros. Además de los modelos mencionados, otros como el RS 5 o RS 7 también han tenido sus versiones ‘vitaminadas’. Como colofón, Audi ha anunciado que este año llegarán seis lanzamientos, dos de ellos con una versión RS.