Test a fondo Mini Cooper JCW GP: el más rápido, potente y exclusivo de la historia

Cuando MINI otorga la denominación GP sobre uno de sus coches no es para vendernos un nuevo kit de carrocería o algo más de potencia. Hablar de un MINI GP son palabras mayores, pues pasamos de conducir un MINI a pilotarlo.

La llegada de la tercera generación del Mini John Cooper Works GP ha supuesto una alegría para los entusiastas del motor. Una producción limitada a 3.000 unidades, 1.000 más que sus predecesores, lo que le convierte en una pieza de colección.

El Mini más rápido potente y exclusivo de la historia está impulsado por un motor 2.0 turboalimentado de 4 cilindros, que eroga 306 CV y un par motor de 450 Nm. Gracias a ello, el nuevo JCW GP logra unas formidables prestaciones con un 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y una velocidad máxima de 265 km/h.

Para gestionar en un MINI este nivel de prestaciones, el fabricante se ha visto obligado a introducir importantes cambios en chasis, suspensiones, barras estabilizadoras, soportes del motor, y reforzar el túnel de transmisión. Incluso se ha incrementado la anchura de vía, rebajando 10 mm la altura del coche y aumentado la rigidez de la carrocería.

El sistema de frenos se adapta a los más de 300 CV disponibles con unos discos delanteros de 360 mm de diámetro y 30 mm de grosor con cuatro pistones. El tren de rodaje se completa con unas llantas de aluminio forjado de 18 pulgadas y unos neumáticos en medidas 225/35.

En su salvaje aspecto destaca un frontal muy trabajado con diversas entradas de aire. De frente, ya se intuye el gran alerón que redondea la zaga, rematada con el difusor que integra la doble salida de escape central. Fuerte contraste con el entorno de las imágenes, la Finca El Gasco de Torrelodones, un idílico espacio natural y señorial a partes iguales, destinado a bodas y eventos de todo tipo.

GP: no hay dos sin tres

Ya son 3 las generaciones que hemos visto del MINI moderno, y con cada una de ellas ha habido un nuevo GP. Con cada evolución el listón se ha puesto más alto, y desde el R53 - donde hablábamos de un kit de mejoras sobre base Cooper S - al R56 ya vimos una evolución considerable, siendo ambas una serie limitada a 2.000 unidades.

Ahora el gran salto aparece con el MINI F56, creando un coche limitado a 3.000 unidades citadas donde la potencia supera los 300 CV -ya mencionado- por primera vez. Insistimos, estamos ante el MINI más potente y rápido jamás construido.

Es imposible pasar desapercibido con él, y eso que su carrocería está pintada en una configuración sobria mezclando tonos grises y negros con detalles en rojo 'chili red'. El fabricante británico tiró de imaginación y el resultado fue el mencionado -y enorme- alerón sobre el portón trasero y unos espectaculares aletines flotantes de CFRP sobre los pasos de rueda.

Dentro, añade para la ocasión asientos deportivos en piel y alcántara, nuevos grafismos para el cuadro de instrumentos digital, volante deportivo y algunos detalles más como la moldura insertada en el salpicadero que nos recuerda que estamos ante una serie especial numerada.

Así se 'pilota' un GP de MINI

Vamos al turrón. Recogemos el GP de Mini en la sede del grupo BMW en Madrid, nos sentamos en los firmes bacquets de alcántara -luego hablaremos de ellos- y al pulsar el botón de arranque... un bronco y ciertamente salvaje bramido nos sobresalta. El rugido viene de atrás, casi de dentro.

Y es que al echar la vista hacia la zona posterior nos damos cuenta de que no hay plazas traseras. En su lugar, una barra de torretas en un llamativo color rojo. El nuevo GP es un estricto biplaza. Una apuesta muy 'loca' -se dice hoy- a nuestro entender, pero también lo sería llevar pasajeros con las suspensiones que se gasta este exclusivo modelo.

Se mantiene la tracción delantera, apostando por un autoblocante mecánico, una electrónica optimizada y un cambio automático por convertidor de par de 8 relaciones. El resultado final en cuanto al cambio es formidable pues cuenta con control secuencial mediante levas en aluminio tras el volante.

Siguiendo la receta de sus antecesores, este MINI GP es duro como una tabla, aguantándose en cada curva cual coche de carreras. Badenes y resaltos llegan a la espalda sin filtro alguno. La frenada es potente desde el primer instante, clavando a este GP en el sitio, aunque permitiendo dosificar a placer si usamos frenada regresiva.

En cuanto a otras sensaciones, lo cierto es que se pone 'de manos' ante cualquier insinuación del pie derecho, y es que en coches de cierta potencia, entran en conflicto la fuerza hacia delante de las ruedas motrices y el trabajo de dirección, dando lugar al famoso torque-steer. O lo que es lo mismo, la injerencia en la dirección del motor, bajo aceleraciones fuertes, restando precisión al guiado y llegando incluso a obligarnos a sujetar el volante para que nuestra trayectoria no varíe.

El tacto de kart lo conservamos, algo que se disfruta muchísimo en carreteras ratoneras, pero es justo en esas carreteras donde sale a relucir el citado torque steer que hay que saber gestionar. La dirección es muy rápida y obediente en el resto de circunstancias, haciéndonos disfrutar muchísimo al el chasis de este GP en cada curva.

Del cambio, poco que comentar. Excepto en en un uso muy intensivo, donde las reducciones se ralentizarán seguramente, el cambio trabaja a la velocidad necesaria para exprimir los 306 CV que se esconden bajo el capó delantero.

Un cambio manual le iría mejor a su lado más racing, pero las 8 relaciones nos permiten un uso deportivo notable, mucho más confort en el uso diario y, sobre todo, un consumo y emisiones más bajos: 7,3 l/100 Km y 167 gramos de CO2.

Estamos ante el MINI definitivo, el coche destinado a marcar las diferencias con respecto a los Cooper S y JCW, ofreciendo para ello un paquete de mejoras que hacen que el nuevo GP no tenga nada que envidiar incluso a rivales de segmentos superiores.

Del MINI JCW GP, como ya hemos dicho antes, solo se fabricarán 3.000 unidades para todo el mundo, llegando a España un total de 100 coches a un precio de 45.900 euros. Unidades que ya tienen dueño, y es que la saga GP cuenta con una elevada demanda tras haber conocido 3 generaciones con notable éxito de ventas y crítica.

Pero ¡Sorpresa! Miramos a la parte de atrás y no encontramos nada. MINI ha eliminado los asientos traseros por completo, convirtiendo al GP en un estricto biplaza al instalar en su lugar unas barras antivuelco para reforzar el chasis de este matagigantes. Perdemos dos plazas sí, pero ahora contamos con un enorme maletero.

Solo hace falta recorrer unos pocos metros a los mandos de este coche para saber que no estamos ante un deportivo cualquiera. Y el resultado, como ya os digo, se deja notar desde los primeros metros conduciendo este GP.

Y hablando de dirección nos encontramos con ese tacto tan MINI, una dirección rápida que nos permite sentir que estamos conduciendo un kart grande, pero con sensaciones puras y directas que muy muy pocos coches ofrecen a día de hoy.

Seguimos repasando el conjunto para encontrarnos unos frenos que acompañan con un mordiente sobresaliente y mucha resistencia, tanto como para hacerles trabajar más de la cuenta sin notar fatiga pese a que el ritmo que podemos imprimir es realmente elevado y el peso de este GP es de 1.330 Kg pese a su dieta de adelgazamiento.

Y llegamos al punto clave del grupo motopropulsor. Por un lado descubrimos un 2.0 Turbo que rinde de forma sobresaliente en cualquier circunstancia, viéndose acompañado además de un gutural sonido que llega a ser adictivo. Tenemos potencia y par de sobra para esta montura esté donde esté la aguja del cuentarrevoluciones, lo que nos lleva a descubrir esos puntos que no nos han convencido tanto.

Estamos por lo tanto ante un coche cuya personalidad exige a un piloto y no un conductor al volante. Sus prestaciones están a un nivel superior de lo que cabría esperar del MINI más deportivo, pudiendo medirse sin miramientos a deportivos de categorías superiores. Sí, es un modelo tan especial como su denominación indica, brindando una experiencia de conducción muy similar a la de un coche de carreras.

AGRADECIMIENTOS:Finca El Gasco Torrelodones

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