Test a fondo Land Rover Defender: listo para la jungla de asfalto, y la otra

El diseño exterior del nuevo Land Rover Defender destaca por una gran personalidad, con rasgos heredados de sus antepasados, pero con una estética propia y muy rompedora. Se trata de un coche que pese a ser presentado en 2019 toma como base los rasgos estrenados por el prototipo Land Rover DC100 presentado en 2011, un ejercicio que buscó reinventar el Defender.

Las líneas del Defender se caracterizan por dar vida a una carrocería de gran musculatura, de trazos rectos y limpios, integrando además numerosas posibilidades en personalización en función de los paquetes o líneas de diseño que se escojan. El Defender se beneficia de 4 packs con terminaciones muy diferentes entre sí, 4 terminaciones denominadas Explorer, Adventure, Country y Urban, y 170 accesorios que multiplican las opciones de acabado final.

El Land Rover Defender se fabrica en dos carrocerías: '90' con 3 puertas y 4.583 mm de longitud (unidad de prueba) y '110' con 5 puertas y 5.018 mm. A futuro se espera la llegada de una variante '130' que añada más longitud para incrementar el espacio interior.

Motores del Land Rover Defender

La oferta de propulsores que brinda la gama del Land Rover Defender está compuesta por motores diésel, gasolina y un híbrido enchufable. La gama de motores diésel y gasolina se articula de la siguiente forma:

Y es que el Defender está la venta con diferentes paquetes que afectan al diseño exterior a través de un completo catálogo de accesorios, 170 elementos individuales disponibles, que a modo de resumen permiten la instalación de mayores protecciones para la carrocería, llantas en tamaño de 18 a 22 pulgadas, escalera fija en el lateral izquierdo o un cofre situado en el lateral derecho (pilar C).

Además, existe una versión híbrida enchufable, denominada Land Rover Defender P400e, sólo disponible para la carrocería de 5 puertas (110). El P400e es capaz de desarrollar una potencia de 404 CV y unos 640 Nm gracias a la acción conjunta de un propulsor turbo gasolina tetracilíndrico 2.0 de 300 CV y a un motor eléctrico de 105 kW (143 CV) alimentado por unas baterías de iones de litio de 19,2 kWh de capacidad. Gracias a ese conjunto firma un 0-100 km/h en 5,4 segundos, disfrutando de una autonomía en modo eléctrico de 43 kilómetros.

Todos los Defender instalan el mismo grupo de transmisión compuesto por una caja de cambios automática por convertidor de par de 8 relaciones con reductora. La tracción es total a las 4 ruedas de forma permanente, pudiendo contar con bloqueos para el diferencial central y el diferencial del eje posterior.

Diseño interior del Land Rover Defender

El interior del Land Rover Defender es una apuesta clara por la modernización, rompiendo con la estética y simpleza de sus antepasados. Esto se traduce en una notable ganancia en términos de calidad, confort o tecnología.

El apartado tecnológico es otro de los puntos donde el Land Rover Defender más cambia, integrando un sistema de infoentretenimiento Pivi Pro con pantalla táctil de hasta 11,4 pulgadas, cuadro de instrumentos digital de 12,3" y sistema Head up Display.

En materia de espacio el Land Rover Defender puede contar con diferentes configuraciones para los asientos. Desde 5 a 7 asientos en función del tipo de carrocería y la ubicación de las butacas en las 3 filas disponibles. Como detalle a destacar existe la posibilidad de contar con un tercer asiento plegable en la primera fila, es decir, entre piloto y copiloto.

El tamaño del maletero disponible en el Land Rover Defender varía: Defender 90 ofrece 397 litros (5 plazas) o 1563 litros (2 plazas), mientras que el Defender 110 de 5 o 6 asientos cuenta con 1.075 litros (5/6 plazas) o 2.380 litros (2 plazas). En el caso de optar por el Defender 110 en configuración de 7 asientos (5+2), el volumen del maletero es de 231 litros (5+2 plazas), 916 litros (5 plazas) y 1.789 litros (2 plazas).

Aptitudes todoterreno del Land Rover Defender

Pese a la modernización que ha sufrido el Land Rover Defender en su última generación, este todoterreno cuenta con una hoja de prestaciones de primer nivel para superar con creces todo tipo de obstáculos. Lo primero que cabe destacar es una altura libre a suelo de 291 mm y una profundidad de vadeo de 900 mm. En el apartado de ángulos nos encontramos con un ángulo de ataque de hasta 38º, ángulo ventral de hasta 31º y ángulo de salida de hasta 40º.

Todas las aptitudes 4x4 del Land Rover Defender se controlan a través del sistema Terrain Response 2, un sistema de control electrónico que mediante la selección de diferentes perfiles permite mejorar la tracción.

Land Rover afirma que el Defender es capaz de afrontar pendientes ascendentes y descendentes de hasta 45º, alcanzando la misma cifra para pendientes laterales. En el apartado de remolcado nos encontramos con un peso máximo de 3.500 Kg para el Defender que se comercializa en Europa.

Estas cotas varían en función de la configuración escogida, especialmente en el apartado de suspensiones ya que el Defender instala de serie suspensión convencional de muelles, pero opcionalmente puede instalar una suspensión neumática que permite modificar la altura del vehículo en diferentes posiciones.

Además se añade conexión permanente a internet mediante conexión 5G y múltiples servicios conectados para mejorar la experiencia a bordo. El Defender podrá contar además con un espejo retrovisor interior virtual y tecnología de realidad aumentada para ver qué sucede bajo el capó delantero en conducción todoterreno.

Land Rover ha apostado por una estética robusta, con detalles que den esa sensación y que además soporten el maltrato. Sin embargo la personalización es muy elevada y con ello no faltan los materiales nobles como la piel o los revestimientos en madera, metal o diferentes tejidos.

Configuraciones técnicas

El nuevo Defender recurre a una carrocería autoportante de aluminio con una compleja suspensión neumática independiente a las 4 ruedas, de altura variable. La tracción se confía totalmente a la electrónica, con un único bloqueo central que decide el propio coche, aunque en la versión tope de gama se incluye también el bloqueo trasero.

El resultado es un vehículo mucho más eficaz, mucho más cómodo, mucho más silencioso y mucho más capaz fuera del asfalto, pero también más frágil y dependiente de los frenos trabajando para sujetar las ruedas que se lanzan y por tanto que va a sufrir más en tramos prolongados de 4x4, además de depender totalmente de la electrónica y no de la mecánica.

En el Defender moderno todo es suavidad, aunque se notan los 2.350 kg y desde luego no es un coche ágil. Los separa un abismo e incluso sobre estándares modernos es un coche sobresaliente en carretera, un coche de lujo para viajar a todo confort. La sensación de aislamiento es total.

El nuevo Defender es mucho más capaz que el antiguo fuera del asfalto. Por cotas, lo supera en todo salvo en ángulo de ataque (que sigue siendo formidable) y por capacidad de tracción la electrónica es claramente superior al único bloqueo central que tiene el antiguo Defender. No hay color, el nuevo Defender pasa por donde el otro se quedaría atascado.

Tenemos al nuevo Defender con una suspensión neumática independiente que nos aísla del exterior al tiempo que nos eleva sobre el terreno. El silencio es casi total y la facilidad de manejo absoluta. De nuevo nos encontramos con un coche de lujo que nos mima y nos protege, repleto de ayudas y cámaras para que nunca nos tengamos que bajar a mirar y para que nunca nos quedemos atascados. El aislamiento es tan grande que le quita parte de la emoción a cualquier aventura, pero no deja de ser un coche impresionante fuera del asfalto.

Y es que la nueva generación del todoterreno de la marca reinventa el concepto, pero acercándose su esencia original, incluso mejorando sus cualidades todoterreno para convertirse en referencia fuera de asfalto.

Probamos el nuevo Land Rover Defender: VIDEO