Test a fondo Mercedes GLC 300e: mejora consumada y más de 100 kilómetros sin gastar una gota de gasolina

La primera generación del Mercedes GLC fue todo un éxito, cubriendo el hueco dejado en su momento por el Mercedes GLK, un SUV que no llegó a cumplir las expectativas a nivel de ventas.

A lo largo de los años, Mercedes ha ido actualizando y mejorando la gama y la oferta de este modelo, con un diseño exterior completamente nuevo pero sin suponer ningún salto disruptivo respecto a su antecesor. El frontal es más rotundo en el que la parrilla gana enteros, los grupos ópticos están ahora acertadamente unidos a ella.

En cuanto al espacio, el maletero del GLC ha ganado 65 litros de capacidad, hasta los 470 en esta versión enchufable -600 para las versiones de combustión- pero en todos con formas rectas y aprovechables, lo que permite cargar cómodamente la carga.

Para los pasajeros, también hay más sitio, pues se han ganado 2 milímetros más de espacio para las piernas y los hombros, además de 1 mm más de altura hasta el techo. No es mucho, pero forma parte de esa mejora total, no rupturista de la que hablamos en el titular.

Respecto al infotaintment, hoy en día elemento imprescindible, la segunda generación del MBUX, sigue siendo uno de los más evolucionados sistemas por voz, además de incluir la realidad aumentada en la navegación y, por supuesto, conectividad con Android Auto y Apple CarPlay.

Las versiones híbridas enchufables, que ya estaban presentes en la anterior generación, ganan autonomía eléctrica al pasar de 45 kilómetros a más 131 kilómetros, con entre 313 y 381 caballos de potencia conjunta.

Además, estos nuevos GLC PHEV, motivo de nuestra prueba, pueden recargarse con potencias máximas de hasta 60 kW, permitiendo así una recarga de menos de media hora.

El GLC se convierte así en uno de los híbridos enchufables con mayor autonomía del mercado, lo que puede ser un argumento de venta determinante en los tiempos que corren.

Los GLC híbridos enchufables disponen de un motor eléctrico de 136 CV y una batería de iones de litio con 31,2 kWh de capacidad bruta (la útil es de 23,4 kWh). La autonomía en modo eléctrico de las dos versiones disponibles actualmente es superior a los 130 km WLTP.

Emisiones y consumos homologados

Como el GLC PHEV tiene una autonomía eléctrica enorme, que supera -en entornos urbanos se acerca a 130- ampliamente los 100 kilómetros, el consumo homologado es el más bajo de la categoría.

Aunque, como siempre que hablamos de híbridos enchufables, esto tiene una explicación y puede inducir a engaño. El consumo de homologado es de 0,5 l/100 km, pero este dato se obtiene teniendo en cuenta que utiliza la batería completa para recorrer esos 100 km mínimos.

Es decir, que cuando la batería vaya descargada tanto en trayectos diarios como en un viaje, el consumo será mucho mayor, teniendo en cuenta que el motor de combustión de gasolina supera los 204 caballos, además del peso del conjunto.

Profusión de ADAS: Ayudas a la Conducción

El 300e goza de un extraordinario catálogo equipamiento de seguridad activa, como el resto de la gama GLC, aunque no todos se encuentran en en la dotación de serie. De fábrica, viene con cámara de visión trasera, alerta por cambio involuntario de carril y un asistente de aparcamiento mejorado respecto al modelo anterior.

En opción lleva control de crucero adaptativo con función de parada y arranque en detenciones del tráfico, un asistente de maniobras con remolque, faros Digital Light, reconocimiento de señales de tráfico, un sistema de preparación para colisiones y head up display.

Modos tipos y tiempos de recarga

La mayoría de los híbridos enchufables solo pueden cargarse con corriente alterna, pero el GLC admite cargas rápidas con corriente continua. La potencia máxima es de 60 kW, lo que en teoría permite cargar la batería casi completamente en poco más de media hora.

Con corriente alterna la potencia máxima es de 11 kW, suficiente para recargar la batería en poco más de tres horas. La potencia de un enchufe doméstico es de 2,3 kW, por lo que una recarga completa tarda al menos 15 horas, de manera que para cargar la batería en casa por la noche tiene sentido instalar un Wallbox.

Comportamiento en carretera excepcional

El GLC 300 e 4Matic, motivo de nuestro test, cuenta para alcanzar un nivel de comportamiento formidable, con dos opcionales extraordinarios, como son la suspensión neumática y un eje trasero direccional que gira las ruedas hasta un máximo de 4,5 grados.

Sobre todo con ellos, pero también sin su ayuda, el GLC es fácil de llevar -con agilidad incluso- y da mucha confianza el aplomo de un chasis afinado, especialmente en el tren delantero respecto a la generación anterior. Es un SUV muy equilibrado pese a sus dimensiones y, sobre todo, peso -2.355 kilos- respecto a otros rivales.

El Mercedes GLC 300 e híbrido enchufable cuesta 75.054 euros en España, su versión diésel (GLC de) sale por 77.777 euros, y si preferimos un gasolina o diesel con tecnología micro-híbrida y etiqueta eco la gama inicia sus precios en 60.024 euros