El León de SEAT es un coche que siempre ha tenido una buena acogida gracias a su relación calidad-precio, la cual con el tiempo se ha ido puliendo hasta esta su cuarta generación (motivo la prueba), que presume de aunar tecnología, modernidad y seguridad como nunca antes, lo que le permite mantener la vitola del compacto de hoy más equilibrado. Para confirmarlo, nos ponemoa al volante del SEAT León 1.5 TSI de 150 CV. El compacto español -reinventado por dentro y por fuera para seguir siendo el mismo- ha calado en un público que ha visto en el León un referente por calidad/precio. Así, de cara a dar el salto a esta nueva generación, SEAT volvió apostar por la misma fórmula que hizo del León MKIII un súper ventas, una fórmula que hoy ponemos a prueba en la que posiblemente sea su versión más interesante. Para este análisis tenemos entre manos un SEAT León en acabado FR y propulsor 1.5 eTSI. Hablamos por lo tanto del acabado más alto y deportivo de la actual oferta, así como del motor gasolina de mayor potencia a día de hoy. Con esta combinación nos encontramos con un coche que tiene un precio desde 26.650 euros antes de descuentos, ofertas o posibles rebajas. Sin embargo, el gran protagonista de esta prueba es el motor 1.5 eTSI, por lo que merece la pena tener en cuenta que este motor está disponible desde 25.350 euros en acabado Xcellence. Dicho lo cual nos ponemos en marcha descubriendo el interior de este nuevo León, un habitáculo que se presenta con un diseño sobrio de marcado perfil tecnológico gracias al cuadro de instrumentos digital de 10,25" y el nuevo sistema multimedia con pantalla táctil de 10 pulgadas. Esta nueva interfaz se presenta como una de las más avanzadas de su clase, contando con Android Auto y Apple CarPlay, conexión a internet y multitud de posibilidades en tanto a personalización, servicios y apps. La experiencia con respecto a su manejo y visualización es satisfactoria la mayoría de veces, si bien durante la conducción echamos de menos un sistema más sencillo para gestionar funciones básicas como el volumen o la tempratura y caudal del climatizador, funciones que se han relegado a la propia pantalla o a una barra de control táctil situada a los pies de la pantalla que obliga a desviar la mirada para su uso. En términos de calidad nos encontramos con un habitáculo bien construido, de aspecto sólido y agradable al tacto. No estamos ante el mejor de su clase, pero todo cuanto tenemos a mano está bien ensamblado y los plásticos más toscos siguen ofreciendo un buen ajuste y una clara imagen de robustez. Para el confort de todos los pasajeros se han integrado hasta 4 tomas USB de Tipo C y hasta 3 zonas independientes para el climatizador, con ello nos encontramos unas plazas traseras bastante bien atendidas, pudiendo regular con un control independiente la climatización de la zona posterior. Sin abandonar la segunda fila de asientos, mención especial merece el espacio disponible, un aspecto que ya era bueno en el anterior León, pero que ahora se ha visto mejorado con esos 50 mm extra que se han añadido en la batalla. Si bien 3 adultos viajarán algo incómodos en las plazas traseras por culpa de una plaza central estrecha, 2 adultos podrán sentarse con espacio de sobra en todas las cotas. Pasamos al maletero para descubrir un volumen de 380 litros, la misma cifra que el León anterior. No hay mejoras en este punto, situándose este León en la media de su categoría. Con esos 380 litros contamos con espacio suficiente para afrontar viajes de 4 adultos y sus respectivas maletas de mano, contando con unas formas regulares que nos permiten aprovechar al máximo el espacio disponible. Aún así, en el caso de necesitar espacio extra siempre podemos abatir la banqueta trasera, teniendo ésta una configuración 60:40 y un hueco adicional portaesquís en el respaldo de la plaza central. Y llega por fin la hora de ponerse al volante de este SEAT León con etiqueta ECO. A través de una nueva evolución del conocido propulsor 1.5 TSI, el León ha añadido un sistema de microhibridación que consigue hacer funcionar por más tiempo el Start/Stop, además de sacar provecho de la conducción a vela para incluso desconectar por completo el motor a alta velocidad y así aprovechar al máximo la inercia del vehículo. Este sistema trabaja de forma transparente para el conductor y apenas un mensaje en el cuadro de instrumentos nos avisará de cuál es el estado del motor gasolina: normal, modo 2 cilindros o desactivado. Este motor eTSI va unido siempre al conocido cambio automático DSG de 7 relaciones del grupo VAG y su suave y rápido funcionamiento. El resultado de dicha combinación es formidable, pues el 1.5 eTSI sorprende desde los primeros kilómetros en que es usado. Seguimos encontrando un motor de gran suavidad y baja sonoridad, respondiendo con energía cuando reclamamos sus 150 CV, pero mostrándose bastante eficiente con consumos que siempre se mueven en una horquilla de entre 5 y 6 l/100 Km. Tanto en ciudad como en carretera este motor consigue no disparar sus consumos, pudiendo movernos más cerca de los 5 l/100 Km si nos aprovechamos de la conducción 'a vela' y no nos pesa mucho el pie derecho. Como cualquier híbrido, hay que adaptarse para lograr las mejores cifras de consumo, pero como ventaja nos encontramos 150 CV que están y se sienten y una transmisión -ya lo dijimos- que brilla por su inmediatez. En definitiva, el SEAT León se mantiene fiel a su espíritu y la actualización no ha servido sino para mejorar sus argumentos frente a la competencia, especialmente con una política de precios que le hacen ser una opción muy atractiva. Si a ello añadimos la llegada de la etiqueta ECO junto a un motor 1.5 eTSI que efectivamente cumple como alternativa real al diésel, nos encontramos con uno de los compactos más interesantes que ofrece hoy por hoy el mercado. El Seat León, el modelo más vendido En el apartado de modelos, el Seat León volvió a situarse a la cabeza del mercado nacional, después de entregar 1.478 unidades, un 33,7% menos. El segundo vehículo más vendido en España durante el mes de enero fue el Dacia Sandero, con 1.431 unidades, un 43,2% menos, mientras que el Hyundai Tucson redujo sus ventas un 15,5%, con 1.142 unidades, situándose en el tercer puesto. En la lista de coches más vendidos también se encuentran el Toyota Corolla, con 1.127 unidades (-33,5%); el Seat Ateca, con 1.072 unidades (-49,4%); el Renault Captur, con 1.043 unidades (-9%); el Peugeot 2008, con 1.030 unidades (+25,1%); el Toyota C-HR, con 1.000 unidades (-29,4%); el Seat Arona, con 998 unidades (-41,8%), así como el Nissan Qashqai, con 939 unidades (-56%). Evolución Seat: del 1400 al Seat León Las pantallas han pasado en tan solo una década a ser el centro de muchas de nuestras actividades y los coches no son ajenos a esta tendencia. El nuevo León, el modelo tecnológicamente más avanzado de la historia de SEAT, incorpora una pantalla central que, para Dani Molina, responsable de diseño UI (Interfaz de Usuario) de SEAT, es su “cerebro y corazón”. De la nada al todo. Lo que en el modelo 1400 era un extra, ese pequeño espacio en el tablero reservado para la radio, ahora condiciona gran parte del diseño interior del coche. Es en la pantalla central, y en la cuarta generación del SEAT León donde se agrupan todas las funcionalidades de info-entretenimiento. Para Dani Molina, el cambio ha sido claro: “la principal evolución en el tablero ha sido que primero solo tenía la radio, después se añadieron nuevas funcionalidades en diferentes botones y palancas y ahora todas estas funcionalidades y más se han concentrado en la pantalla central”. Un espacio para controlarlo todo. Tras cuatro años de trabajo en el diseño, una tarea compartida por los departamentos de interior y digital, se podría hablar del nuevo León como una tablet sobre ruedas. El salpicadero ya no incorpora botones más allá del de alerta (warning) y el de encendido y apagado, puesto que todas las funcionalidades se controlan desde la pantalla de manera táctil. Un ejemplo claro de esta revolución es que del León tercera generación a este se han eliminado hasta 20 botones. Un lugar privilegiado. A diferencia de las tendencias anteriores, en el nuevo León la pantalla está en una posición elevada, paralela al volante. Así, “el usuario tiene todo lo que necesita al alcance de la vista o de su dedo”, explica el diseñador UI. “El sistema, desarrollado a partir de la premisa de la horizontalidad, está configurado en un máximo de dos clics para llegar aquellas funcionalidades clave en la conducción, uno para ver el estado y otro para encenderlas o apagarlas”, añade. El usuario en el centro. Justamente este sistema de dos clics es clave en la disciplina de diseño de interfaz de usuario, que tiene un objetivo básico: la optimización de la interacción entre el usuario y la máquina. “Es fácil: si puedes hacer algo en dos clics, ¿por qué hacerlo en tres?”, explica. Por ello, detrás de la pantalla del nuevo León hay miles de tests con usuarios para determinar cuál es la mejor manera de orientar el display y favorecer la eficiencia en la interacción. “Si diseñamos unos iconos bonitos pero que el usuario no entiende, entonces no hemos hecho bien nuestro trabajo”, añade. La personalización como prioridad. La pantalla del nuevo León, de 10 pulgadas, incluye hasta 2.000 iconos específicamente diseñados para cada función con una identidad propia y estética SEAT. En el display de inicio aparecen tres widgets principales completamente personalizables, una barra de aplicaciones y acceso directo a la climatización, integrada, así como a otras 12 funcionalidades, entre las cuales destacan los servicios multimedia, navegación y la conexión con el móvil. Según Dani Molina, este sistema digital es clave para la relación del usuario con el coche: “dependiendo de las necesidades del usuario, uno podrá decidir si quiere tener navegación y teléfono en su pantalla principal, porque es lo que más usa, y otro que no necesite navegación quizás preferirá ver en primer lugar el configurador de modos de conducción y la radio”. Una puerta abierta al futuro. Llegados a este nivel tecnológico, la pregunta es qué vendrá después. Para Dani Molina el siguiente paso es la humanización. Las respuestas del coche dejarán de ser pop-ups y se personalizarán en una especie de diálogo: “es muy importante que el coche deje claro que está escuchando las peticiones del usuario, que no está hablando solo, y conteste de una manera más humana, asistencial y rápida”, concluye. VÍDEO: Nos ponemos al volante del nuevo Seat León con motor híbrido enchufable