PASO ADELANTE DE LA PILA DE COMBUSTIBLE
BMW pone en marcha una flota de 100 iX5 alimentados por hidrógeno
BMW lleva trabajando estos últimos años en llevar de forma eficiente y con todas las garantías la tecnología de la pila de combustible alimentada por hidrógeno a sus vehículos de producción. El iX5 entra de esta forma en una nueva fase de pruebas y se espera que incluso a finales de 2023 pueda llegar a algunos grupos objetivo.
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Aunque es evidente que BMW no ha dejado de trabajar en la electrificación de su gama, ya sea con la llegada de vehículos eléctricos como híbridos tanto auto-recargables como enchufables, la firma bávara nunca ha ocultado que uno de sus principales objetivos se estaba centrando en el desarrollo del empleo de la pila de combustible como forma de generar electricidad para sus trenes motrices. Incluso durante mucho tiempo se relacionó un posible regreso a las 24 Horas de Le Mans con la utilización de dicha tecnología en los reglamentos del ACO y la FIA, algo que finalmente se ha dilatado mucho más de lo esperado.
BMW regresará a Le Mans el año que viene, pero lo hará por el momento con un híbrido con motor térmico de la clase LMDh. Mientras tanto, los ingenieros de la marca siguen trabajando en desarrollar la pila de combustible de hidrógeno e implementarla en sus coches, algo que parece que está cada vez más cerca. El siguiente paso dentro de la hoja de ruta de la compañía no es otro que el de crear una pequeña flota de un centenar de BMW iX5 equipados con este sistema alimentado por hidrógeno para seguir sumando kilómetros.
No serán pruebas ‘simplemente’, sino que está destinado a que esta flota de crossovers pueda llegar también a algunos participantes dentro de grupos objetivo hacia los que iría destinado un modelo de estas características y concepto. El proyecto no deja de ser una buena muestra más de las relaciones que tienen el Grupo BMW y Toyota, las cuales no sólo terminan en el Supra/Z4, sino que van mucho más allá trabajando ambos en las celdas de combustible, las cuales pasan a una fase de producción en las instalaciones que BMW tiene en Múnich dedicadas específicamente a este tipo de sistemas.
A partir de esa tecnología común, BMW asocia dicha pila de combustible con su tren motriz eDrive, anunciándose precisamente que este BMW iX5 que se comenzará a ver rodando en las carreteras a finales de año puede tener una potencia combinada de más de 400 CV de potencia (295 kW) y una autonomía según ciclo WLTP de unos 504 kilómetros, con un proceso de abastecimiento del hidrógeno que apenas estaría entre 3 y 4 minutos en cargar los dos tanques que almacenan hasta 6 kilogramos de hidrógeno. A partir de ahí, se comporta como un eléctrico al uso y sus prestaciones así lo reflejan, con un 0 a 100 km/h que se sitúa en menos de seis segundos y una velocidad punta que supera ligeramente los 180 km/h.
“El hidrógeno es una fuente de energía versátil que tiene un papel clave que desempeñar en el proceso de transición energética y, por lo tanto, en la protección del clima”, comentó Oliver Zipse, presidente del Consejo de Administración de BMW AG. “Es una de las formas más eficientes de almacenar y transportar energías renovables. Deberíamos utilizar este potencial para acelerar también la transformación del sector de la movilidad”. Se trata de una nueva demostración de que mucho de los fabricantes no están apostando todas sus bazas al futuro de la automoción 100% eléctrico alimentado por baterías, sino que las marcas diversifican sus estrategias de futuro.
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