El futuro ya está legislado
El coche de hidrógeno tiene un mañana: Europa exige un surtidor cada 150 kilómetros
El año 2035 es la fecha que se ha estipulado para la erradicación de los motores diésel y gasolina, por lo que ya se está abriendo paso a otras alternativas como los coches de hidrógeno.
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La muerte de los coches gasolina y diésel podría interpretarse como 'La crónica de una muerte anunciada'. Sin embargo, Europa ya lo está haciendo palpable tras anunciar que será en 2035 cuando estos desaparezcan. Teniendo ya una fecha fijada, no solo las marcas deben apresurarse, sino también el marco legislativo y el contexto que requieren este tipo de mecánicas, motivo por el que habrá un surtidor de hidrógeno cada 150 kilómetros y más tipos de ayudas.
En la actualidad, el coche de hidrógeno es una alternativa no solo muy interesante al coche de combustión, sino también al eléctrico 'tradicional'. Y es que la posibilidad de poder abastecer de hidrógeno a nuestro vehículo en cuestión de minutos es una ventaja trascendental, pero la presencia de puntos de recarga hasta la fecha es tan escaso que tan solo unas pocas firmas apuestan por este tipo de sustento.
Pero la Unión Europea quiere cambiar el juego con una nueva normativa que exigirá a los países miembros tener un punto de recarga de hidrógeno cada 150 kilómetros. Así se recoge en el Pacto Verde Europeo donde, además de esta, se estipulan otras medidas que también buscan crear un fructífero ecosistema para las mecánicas alternativas, las cuales terminarán siendo las únicas viables.
El asentamiento de estos puntos de carga irá al unísono de las ventas que se produzcan, y se planea un cargador de coche eléctrico cada 60 kilómetros y uno de hidrógeno cada 150 kilómetros. Este reparto de puntos de carga para hidrógenos tendrá lugar en la red transeuropea de transporte (TEN-T) principal y en los corredores secundarios. La TEN-T se encarga de conectar por carretera las principales ciudades de la UE, mientras que los corredores secundarios cubren todas las regiones europeas.
En el caso de España, la TEN-T cubre las principales autovías, pero la Unión Europea también estipula que cada punto de repostaje de hidrógenoeno esté separado de otro punto, como máximo, por una distancia de 450 kilómetros. A su vez, también será de carácter obligatorio que estos trabajen a una presión de al menos 700 bares y una capacidad mínima de dos toneladas por día.
Pero el diligente asentamiento de este ecosistema que se requiere para cumplir con lo estipulado en 2035 también pasa por tener en cuenta las ciudades. Así, la Unión Europea obligará a instalar, como mínimo, un punto de recarga de hidrógeno en cada nodo urbano. Esto permitirá establecer una red de carga estratégica que también cubrirá localizaciones claves como aeropuertos y estaciones.
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