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Por irónico que parezca

Las consecuencias de abusar de la recarga rápida en tu coche eléctrico: perder un 8% de batería

Hoy os traemos un caso real del propietario de un Volkswagen ID.3 que, tras abusar de la recarga rápida, ha experimentado una pérdida de rendimiento en un año.

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El coche eléctrico se plantea como el sustituto más inmediato al coche de combustión, ofreciendo soluciones más o menos plausibles. Buen ejemplo de su éxito es el Volkswagen ID.3, modelo que cuenta a sus espaldas con un buen número de ventas. No obstante, hoy os traemos el caso del propietario de uno que, tras algo menos de 25.000 kilómetros y un año, ha acudido a un taller oficial Volkswagen donde se ha determinado una degradación de la batería de un 8%. ¿El motivo? Usar demasiado la recarga rápida.

Tal y como afirma la casa alemana, esta situación no es extrapolable a todos los ID.3, sino un caso aislado. Sin embargo, el mensaje final que deja la situación no es favorable, puesto que si recurrimos con más asiduidad de la recomendada a puntos de carga obtenemos, por lo menos, un resultado negativo. Entonces, ¿dónde está el sentido de estos surtidores? Vamos a descubrirlo.

Esta situación ha tenido lugar con un Volkswagen ID.3 equipado con la batería de 58 kWh -62 kWh brutos-, lo que se traduce en una autonomía de 423 kilómetros según el ciclo de homologación WLTP. A su vez, esta variante del compacto eléctrico está ideada para soportar cargas en corriente continua de hasta 100 kW, lo que garantiza un tiempo de espera considerablemente reducido.

Además, el país donde reside el propietario de este ID.3, Alemania, goza de una extensa red de carga Ionity, ideada para abastecer a los coches eléctricos en cuestión de minutos y no horas. Sin embargo, el propio dueño de esta unidad admite haber hecho un mal uso de la recarga rápida, abusando de ella a lo largo de este primer año junto al Volkswagen ID.3.

Y es que, según sus propios cálculos, al cabo de un año y 22.644 kilómetros la pérdida de capacidad de la batería sería de un 7,5%. Tras llevarlo a un taller oficial de Volkswagen y someter al coche a una descarga y carga completa monitorizada por su equipo, se determinó una pérdida total de un 8%, dejando la capacidad final de la batería en un 92%.

La propia Volkswagen recomienda no dejar que el porcentaje de batería descienda del 20% y no realizar cargas de golpe hasta el 100%, dejando la batería en un 80%. Ante el caso omiso de este propietario, quien realizó cargas, en su mayoría, a 100 kW, desde un porcentaje muy bajo hasta el 100%, se encuentra con esta degradación por culpa del alto esfuerzo que ha tenido que realizar la batería.

Sin embargo, resulta irónico que tenga estas consecuencias lo que posiblemente sea el pilar fundamental del asentamiento del coche eléctrico, la recarga rápida. Aunque bien es cierto que el cuidado, mantenimiento y buena vida de un coche depende en un alto porcentaje del cuidado que le brinde su propietario, no debería suponer un problema recurrir a la recarga rápida. Sea como fuere, su propietario indica que no espera una degradación de otro 8% a lo largo del segundo año de vida del ID.3, y que resulta normal que ocurra al principio. Aún así, seguirá analizando el caso.

Por otro lado, si quieres saber en que nos afecta la subida de la luz en la recarga de los vehículos, no te pierdas el vídeo de arriba.

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