Que el coche eléctrico posee gran cantidad de ventajas como sistema de transporte es indudable: reducción de emisiones, confort, menor impacto ambiental, menor impacto acústico, sin embargo desde su llegada al mercado posee un importante problema que todavía hoy está falto de solución. La
baja sonoridad del coche eléctrico es uno de sus puntos fuertes a nivel de confort para los pasajeros y para el ambiente por donde circula, sin embargo
supone un riesgo ante la falta de aviso para peatones y ciclistas sobre su presencia. A día de hoy
algunos coches eléctricos ya instalan soluciones en forma de sintetizadores o altavoces exteriores para emitir un sonido que alerte a peatones y ciclistas sobre la presencia de un coche eléctrico, sin embargo este sistema sigue hoy sin estar regulado vía legislación, existiendo todo tipo de formatos y no habiendo una regulación que obligue a su uso y a unas determinadas características que aseguren la disminución del riesgo de atropello. Para hacernos una idea de la magnitud del problema, la NHTSA (U.S. National Highway Traffic Safety Administration) como organismo similar al EuroNCAP europeo encargado de velar por la seguridad en el transporte, ha elaborado un informe para ofrecer datos contrastados sobre los riesgos de no contar con un sistema de aviso normalizado. Según un estudio realizado mediante el análisis de los casos de atropello entre los años 2000 y 2008, y tomando referencias de velocidades, escenarios, etc.
los coches eléctricos tienen hasta un 35% más posibilidades de atropello que un coche con motor convencional. Del mismo modo,
un coche eléctrico tiene un 57% más de probabilidad de atropellar a un ciclista que un coche con motor de combustión interna. A la luz de los datos de este estudio queda claro que existe un problema y que éste debe solucionarse, sobre todo si la solución es tan sumamente sencilla como estandarizar un sistema de alerta. Fuente:
NHTSA En Centímetros Cúbicos: |