El Gobierno quiere que paguemos entre todos los puntos de recarga... con un nuevo impuesto en el recibo

La expansión del coche eléctrico comienza poco a poco a acelerarse. Parece que los fabricantes de automóviles "se han puesto las pilas" (nunca mejor dicho) y se jan lanzado, por fin, y de forma realista, a la conquista de un mercado aún sin explotar. Sin embargo, pese a las mejoras técnicas, de nada nos van a servir éstos coches si no podemos recargarlos en una red competente.

En la actualidad ni siquiera alcanzamos los 4.000 puntos de carga en toda España, cifra que el Gobierno pretende multiplicar hasta los 10.000 puntos de recarga en apenas un par de años, una expansión enmarcada dentro de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático, y que tendrá un coste aproximado de 200 millones de euros. ¿Quién va a asumir este gasto?

Adivina...sí, nosotros, los usuarios. El gobierno central ha aprobado estos días el Real Decreto 15/2018, que abre la puerta a la financiación a través de la factura de la luz de las inversiones para puntos de recarga de coches eléctrico, concretamente en forma de impuesto para la financiación tanto de la instalación como del mantenimiento de la red para los próximos 40 años, así lo ha confirmado la patronal Aelec (Asociación de empresas de energía eléctrica).

Este plan no ha gustado a todo el mundo, ya que ha provocado críticas por parte de, por ejemplo, la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) o los empresarios de estaciones de servicio (Cees), ya que la ley también obliga a las gasolineras más grandes a instalar puntos de carga en sus recintos.