La realidad de moverse en coche eléctrico: averías y largas esperas

Los coches eléctricos han sido señalados por muchos como el futuro de la movilidad, pero, por ahora, su hábitat natural sigue siendo el urbano. La razón es simple: todavía no son capaces de afrontar largas distancias a altas velocidades por la capacidad de sus baterías y por la falta de una infraestructura de carga. Esta es la realidad cotidiana de los coches eléctricos. VER VÍDEO DE ARRIBA.

El escenario que acabamos de dibujar se podría corresponder con el de España, sin embargo es el que ha dibujado la Asociación Automovilística Noruega. Efectivamente, el país europeo que lidera la electromovilidad. El citado organismo ha realizado un estudio para conocer los hábitos de viaje de los conductores noruegos y se ha topado con un día a día lleno de trabas para aquellos que han optado por incorporar un modelo eléctrico a sus vidas.

Esperas y falta de solidaridad

El informe desvela que sí es posible viajar en coche eléctrico por un país como Noruega, pero los desplazamientos no están exentos de problemas. Este parque de vehículos ha crecido más rápido que la infraestructura de recarga y esto ha dado pie a una serie de contratiempos: largas filas de espera en los cargadores rápidos, escasez de puntos de recarga y demasiadas averías.

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Las inspecciones técnicas se han ido adaptando a la llegada de nuevos modelos como los coches híbridos y los eléctricos.Bien es cierto que todavía estar por llegar más controles específicos para estos vehículos, pero por ahora ya se han tomado algunas medidas: así son las ITV para híbridos y eléctricos.

Por ahora, estos controles no son muy distintos a los que debe pasar un coche tradicional impulsado por un motor diésel o de gasolina. Ni siquiera hay grandes diferencias en el precio de la inspección técnica: por norma general suelen ser iguales y, como ocurre en otros casos, los conductores se pueden beneficiar de algunos descuentos.