SERÁ MUY PRONTO
Será por medio del Mazda CX-60.
Fue hace poco cuando os hablábamos de los planes de Mazda para lanzar tres modelos 100% eléctricos de aquí a 2025. Pero también de las intenciones de la firma de seguir manteniendo vivos a los motores de combustión interna en su gama de modelos. Eso ya empieza a materializarse a raíz del anuncio de que el próximo 8 de marzo llegará el Mazda CX-60, el primer híbrido enchufable de la marca.
Junto a la fecha proporcionada por la propia firma podemos vaticinar ciertos detalles del nuevo SUV de la marca. Y es que el CX-60, que se posicionará inmediatamente por encima del CX-5, compartirá muchos aspectos con el Mazda CX-50, modelo que se comercializa en Estados Unidos.
Tanto diseño como apartado tecnológico estarán sumamente ligados al CX-50, pero adaptándolo al mercado europeo. Así, el diseño Kodo hará acto de presencia en este SUV destinado a rivalizar con modelos como el BMW X3, Audi Q5 o Mercedes-Benz GLC, modelos que entran en su punto de mira teniendo en cuenta la estela premium que ha dejado Mazda con sus últimos lanzamientos.
Más allá de eso, el punto álgido del Mazda CX-60 radica, principalmente, en su apartado mecánico. Y es que es aquí donde la firma nipona recupera los propulsores de seis cilindros para animar a su SUV tope de gama de la mano de la tecnología Skyactiv X y Skyactiv D, es decir, diésel y gasolina.
Por supuesto la guinda del pastel reside en la versión PHEV o híbrida enchufable que se asentará como tope de gama en el Mazda CX-60. Pese a que no se trata de una mecánica revolucionaria, sí que lo es en Mazda debido a que estamos ante el primer vehículo PHEV de la firma.
Esto se traduce en que su llegada provocará el nacimiento de no solo esos tres nuevos vehículos eléctricos, sino también más híbridos enchufables ideados para reducir emisiones sin renunciar al motor de combustión. Prueba de ello la contemplamos en los planes de Mazda, donde ya entra un SUV aún más grande que el inminente CX-60.
Nos referimos al Mazda CX-80, un SUV de hasta 7 plazas que aterrizará en el mercado sustancialmente más tarde que el Mazda CX-60. Básicamente estamos hablando de la versión de batalla larga del CX-60, modelo que, en principio, compartirá motores con este, así como la mecánica PHEV.