DEBIDO A SUS EMISIONES
El motivo por el que el coche de combustión es más caro en 2022 que el coche eléctrico
Todo cambia debido al nuevo ciclo WLTP.
Publicidad
La movilidad está cambiando, en parte, debido al asentamiento de los vehículos eléctricos. Estas mecánicas se están incentivando por parte de los diferentes gobiernos, pero siguen existiendo trabas al respecto. Una de ellas es el coste de adquisición, pero eso ha cambiado en 2022 después de que el impuesto de matriculación sea más alto para los coches de combustión, haciendo que el eléctrico sea más barato.
Y es que Europa quiere a toda costa que el vehículo eléctrico y electrificado sea la elección por parte de los ciudadanos en cuanto a movilidad personal se refiere. Sin embargo, los altos precios que implican no están haciendo que la transición del parque móvil sea rápida.
Para agilizarla, el Gobierno puso en juego propuestas como el Plan MOVES, una ayuda que ofrece hasta 7.500 euros para la adquisición de un coche eléctrico. A ello debemos sumarle la adjudicación de la etiqueta CERO de la DGT, mediante la cual se experimentan importantes ventajas fiscales, tales como aparcar gratuitamente en la zona SER o acceder al distrito centro de cada ciudad.
Pero, ¿qué pasa este 2022 con el impuesto de matriculación? Tanto para los coches eléctricos como para los híbridos enchufables que no superen los 120 g/km de CO2 este será cero. Sin embargo, para aquellos vehículos que no cumplan con estos requisitos de emisiones, el precio a pagar es superior al del año anterior.
Concretamente, el margen para “eludir” el impuesto de matriculación estaba fijado en 144 g/km de CO2; ahora es 120 g/km de CO2. Antes, los vehículos que emitiesen entre 145 y 191 g/km de CO2 pagaban 4,75%,; ahora dicho porcentaje se aplica sobre los que emitan entre 121 y 159 g/km de CO2.
Entre 192 y 239 g/km de CO2 era un 9,75%, ahora es entre 160 y 199 g/km de CO2. Por encima de 240 g km/CO2 se pagaba un 14,75%, ahora el límite para asumir dicho pago se establece por encima de 200 g/km de CO2. ¿Esto en qué se traduce? En que los vehículos de combustión se topan con restricciones más duras para asumir un impuesto de matriculación bajo, forzando, en cierta manera, que el comprador vea más rentable adquirir un coche eléctrico o electrificado.
Te puede interesar... Dos de cada diez coches involucrados en accidentes con víctimas en 2020 no tenían la ITV en vigor
Publicidad