Prueba Mini Countryman S E All4 hybrid: SUV con plus de eficiencia

Si en 2017 la progresión de ventas de eléctricos -sobre todo híbridos- ha sido geométrica, 2018 podría ser el año de la explosión con números significativos más cercanos a las de vehículos de combustión tradicionales. Entre las cada vez más numerosas opciones del mercado, hemos querdido probar a fondo probado una muy especial.

El S E Countryman es una buena elección para aquellos que busquen un coche con estilo pero muy versátil, y no recorran muchos kilómetros diarios. Su ventaja en consumos gracias a las baterías se difumina si recorremos distancias muy superiores a las que nos ofrece su autonomía eléctrica, en cuyo caso deberíamos mirar al diésel. Su principal virtud como híbrido enchufable, es la etiqueta 0 emisiones que da vía libre para acceder a los centros de las ciudades cada vez que se activen los protocolos de restricción de tráfico rodado por culpa de la contaminación, algo posible gracias a sus dos propulsores, uno gasolina y otro eléctrico. El primero es un tricilíndrico de 136 caballos encargado de mover las ruedas delanteras, cuyo sonido en aceleración es realmente deportivo; el segundo, eléctrico con 88 CV, entrega su potencia a las traseras, de ahí que el S E sea un tracción integral sin unión física.

Mantiene el tacto (feeling kart) así como la originalidad de todo Mini, con un amplio catálogo de personalización. Pero el Countryman Cooper S E añade a la filosofía del SUV un plus para los que piensen en eficiencia y movilidad. El S E Countryman anuncia 42 kilómetros de autonomía en eléctrico con el 100% de la carga, para lo que se tarda dos horas y media en un wallbox. En su cara sostenible, se aprecia que su eficiencia es mayor cuanto menos se sale de la ciudad. Si el itinerario transcurre principalmente por autovía y carreteras de montaña, es buen rodador, vaciando las baterías a un ritmo alto, sin consumir gasolina hasta 130 kilómetros/hora de marcador. En breves tramos urbanos la autonomía aguanta y las inercias y frenadas permiten incluso incrementarla.

Opción viable si vas a usar mayoritariamente el coche en trayectos diarios de menos de 50 km. Por cierto, es posible programar la recarga, para, por ejemplo aprovechar la tarifa nocturna. Con una autonomía en modo eléctrico 42 km (en uso real no es fácil pasar de 35 km) Usar este MINI híbrido en un trayecto de más de 50 km diarios sólo es realmente eficiente usándolo con una carga en casa y otra en el trabajo: así es posible obtener un consumo medio de 2,1 l/100 km. Gracias al motor eléctrico, Mini anuncia un 0 a 100 km/h en 6,8 segundos para este Cooper S E (es más rápido que el Cooper S Countryman y su 0 a 100 km/h en 7,2 S)

Especialmente en el modo Sport, el motor eléctrico del eje trasero se pone en marcha cuando las condiciones de adherencia lo exigen o simplemente en las curvas más cerradas para ayudarnos a tomar las curvas. Así, el Cooper S E Countryman tiene un comportamiento que sin ser radicalmente deportivo si es bastante neutro, con un punto de subviraje. Sin ser torpe, ni mucho menos. Ofrece un buen compromiso entre confort y dinamismo. En ningún momento te recuerda que conduces un híbrido enchufable, simplemente conduces un MINI. La marca ha conseguido integrar una propulsión híbrida de forma natural en su modelo.

El espacio a bordo es generoso para piernas, cabeza y hombros de todos los ocupantes. Por alto es el menos MINI de los MINI, vamos, que es el que ofrece un habitáculo más amplio y confortable de todos. Su habitabilidad se acerca de un monovolumen compacto. Con los asientos abatidos el maletero acoge 1.275 litros, en configuración de 5 plazas se queda en 405 litros, aunque es bastante aprovechable por anchura y altura a bandeja. Dado que el paquete de baterías del sistema híbrido se encuentra bajo el piso del maletero se pierden 45 litros con respecto a un Countryman con motor de combustión.

Podemos escoger entre tres tipos de conducción eficiente: MAXeDRIVE, que maximiza el uso de la electricidad de la batería, AUTO, que escoge cuando es mejor usar un motor u otro y, por último, SAVE, que trata de reservar la batería para disfrutar del modo 100% eléctrico para recorridos urbanos. Cuesta lo mismo que un Countryman Cooper SD de 190 caballos (37.600 euros) y, además de tener una estética deportiva, incluye faros led dinámicos, llantas de 17 pulgadas, climatizador bizona, control de crucero, una salida de escape (dos en el Cooper S), transmisión automática Steptronic, logos específicos... En el precio está incluida garantía de la batería por seis años ó 100.000 kilómetros así como otra garantía de reparación extendida a tres ó 200.000.