EN ESTADOS UNIDOS
Tesla Model 3 con baterías de 2017: la cuestionada estrategia de Tesla
Para sortear los problemas de suministro e intentar cumplir con sus objetivos, la marca ofrece (como nuevos) modelos con baterías que tienen cuatro años.
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La crisis de los semiconductores ha golpeado a todas las marcas de la industria del motor, eso sí, con fuerza desigual. La mayoría de ellas están sufriendo serios retrasos en las entregas de sus modelos nuevos y algunas han optado por recortar parte de su equipamiento para aligerar los plazos… sobre todo a final de año. Tesla ha optado por una cuestionada estrategia: equipar el Tesla Model 3 con baterías de 2017 e intentar venderlos como si fueran completamente nuevos.
Con 2021 a punto de cerrarse, las marcas tienen que poner todo de su parte para cumplir con los objetivos trimestrales y anuales: razón por la que a estas alturas suele ser fácil encontrar ofertas, promociones y descuentos. Y para tener modelos listos para ser vendidos de manera inmediata hay que solventar, primero, los problemas en la cadena de suministro. Tesla lo ha hecho rescatando modelos de prueba y baterías que tienen cuatro años de vida… y están a punto de cumplir cinco.
Teniendo en cuenta que este componente es uno de los tradicionales factores limitantes a la hora de comprar un coche eléctrico (incluso con los números actuales) debido a su proceso de recarga, a su peso y a su autonomía… la estrategia de Tesla está siendo muy cuestionada. En el apartado de modelos nuevos de su página de Estados Unidos, la marca californiana ofrece unidades de prueba y demostración del Tesla Model 3. Coches con unos 1.600 kilómetros, que, además, montan baterías de 2017.
En estos modelos, la marca añade el siguiente aviso: “Las cifras de autonomía pueden ser hasta un 12% más bajas debido a la antigüedad de la batería”. Algo que complementan con la siguiente explicación: “Este coche se ha hecho con un paquete de baterías de 2017 que era nuevo cuando se fabricó el vehículo. Sin embargo, las celdas tienen una capacidad reducida debido a su antigüedad y pueden experimentar una reducción de hasta el 12% en su autonomía”. No hay más información al respecto.
La garantía
Podría pensar alguien que, quizás, esa degradación de la batería se vería compensada por una sustancial rebaja en el precio. Lo cierto es que decantarse por un Tesla Model 3 con baterías de 2017 tampoco supone un gran ahorro: las diferencias están en torno a los 1.390 euros.
Quedaría por saber cómo afecta esto a la garantía que Tesla ofrece para sus baterías: ocho años o 160.000 kilómetros. Si en este plazo la capacidad cae hasta el 70%, la marca californiana cambiaría ese paquete por uno nuevo. Los Tesla Model 3 que ofrece están equipados con baterías que tienen cuatro años, la mitad de ese periodo de protección, y además llegan con una pérdida mínima del 12%.
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