más de 160km de autonomía en catálogo
Test a fondo Smart Fortwo EQ: madurez eléctrica para el 'rey' de la ciudad
Con el paso de los años, el fortwo se nos ha hecho mayor y en plena madurez llegó la versión EQ 100% eléctrica, que será la única opción en el futuro. La más razonable para moverse por la ciudad, ya que sigue siendo perfecto para desplazamientos urbanos, y además obtiene la preciada etiqueta '0 emisiones'.
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En 1998 smart, submarca del Grupo Daimler, revolucionó el mundo de la movilidad urbana con el lanzamiento del smart fortwo, un pequeño biplaza de solo 2,5 metros de largo, tan pequeño que era posible aparcarlo en cualquier hueco. algo básico en tiempos en los que encontrar una plaza de aparcamiento en las ciudades, era un auténtico quebradero de cabeza.
Veinte años después, las ventas de vehículos eléctricos no paran de crecer, impulsadas principalmente por su demanda en las grandes ciudades como Madrid o Barcelona y la previsión es que vayan a más con medidas como la Ordenanza de Movilidad Sostenible de la capital del país o con las nuevas medidas aprobadas para favorecer la compra de coches eléctricos.
Sin duda, las cada vez más comunes medidas de restricción al tráfico en periodos de alta contaminación y las ventajas que premian el uso de vehículos eléctricos en las ciudades, (no tienen que pagar por aparcar en la calle o pueden circular libremente por los carriles de alta ocupación Bus-VAO), hacen de los eléctricos una opción muy a tener en cuenta.
El modelo eléctrico más pequeño del mercado, salvando algunos microcar, es el smart fortwo EQ, motivo de nuestro test. Sí, este modelo también adopta la denominación EQ que identifica a todos los modelos eléctricos de Daimler de cara a futuro.
La versión EQ del smart fortwo se puede identificar por algunos detalles de la carrocería, como la parrilla delantera que ya no tiene ni necesita entradas de aire específicas, o por las indicaciones del diminuto capó delantero o en la tapa del maletero.
También los logotipos identificativos que forman una E con un enchufe, situados en el pilar B posterior en este caso, nos indican que estamos ante un modelo 100% eléctrico. Si no fuese por ellos, habría que afinar el oído para no escuchar nada de ruido con el motor en marcha, porque lógicamente no emite ningún ruido.
Su pequeña y coqueta carrocería de 2,69 metros de largo, cuenta con muchas opciones de configuración, para adaptarse a los gustos de cualquier cliente. En el caso de la unidad de pruebas llevaba el paquete paquete especial 'BRABUS Xclusive' carrocería pintada en color Rojo Carmín.
En el interior, el único cambio mínimamente apreciable respecto a las versiones de gasolina lo encontramos en el reloj que flota a la izquierda del salpicadero, donde en lugar de indicar las revoluciones del motor, indica la potencia que estamos utilizando y el nivel de carga de la batería.
El resto sigue siendo idéntico a cualquier otro fortwo, con un interior amplio para dos pasajeros, con una sensación de calidad percibida en cuanto a materiales y ajustes alta y con un diseño de los elementos que lo componen que personalmente me gusta. Además, hay huecos para dejar todo tipo de objetos. tanto en la consola central como en las puertas, que cuentan con huecos muy grandes.
El fortwo EQ cobra vida girando una llave situada en la columna de dirección. La señal ready en el salpicadero es la que indica que puedes iniciar la marcha, ya que la ausencia total de ruido no nos animaría a arrancar.
Sus cifras no abruman sobre el papel: 0 a 100 km/h en 11,5 segundos y alcanza 130 km/h de punta. Pero el dato que realmente hay que tener en cuenta es que hace 0 a 60 km/h en 4,9 segundos, y ese será el régimen en el que te muevas principalmente, porque es un coche de uso urbano.
En las salidas de semáforos o incorporaciones parece que vamos al volante de un coche mucho más potente. Porque no olvidemos que en posición trasera se esconde un motor eléctrico que genera 81 CV y 160 Nm de par instantáneo.
La dirección es muy suave, tal vez demasiado en los primeros compases, pero una vez que te has adaptado a ella, será fácil llevar el coche por el sitio. Y es que la agilidad es uno de sus puntos fuertes. Pesa ligeramente más que el equivalente de gasolina, pero en uso real es una diferencia inapreciable.
Es sorprendente lo rápido que puedes moverte por la ciudad en este coche, y la tranquilidad mental que te dan los 160 km de autonomía (en conducción real -eso sí con recorridos a veces exigentes- es difícil alcanzar los 150 km)y el silencio de marcha absoluto que ofrece.
Así, la combinación de ese par instantáneo, con sus reducidas dimensiones, la dirección suave y alegre y unas suspensiones algo secas pero no incómodas, hacen que el EQ te anime a llevar ritmos alegres, moviéndote entre el tráfico urbano con un nivel superior de agilidad respecto a cómo lo harías en un coche de mayores dimensiones con motor tradicional.
En cuanto al espacio para equipaje, la luneta posterior se abre para poder meter bolsas en el maletero de 230 litros. Si necesitamos más tamaño de entrada, podemos bajar la tapa posterior también.
Los smart EQ, al igual que los Electric Drive, vienen de serie con un cargador de a bordo de 4,6 kW de potencia, con el que se puede pasar de un 10 a un 80 por ciento de la carga de la batería del vehículo en tres horas y media, y en algo menos de seis horas con un enchufe convencional.
Pero se puede optar a un nuevo cargador de 22 kW, compatible con el sistema ChaDeMo de recarga rápida, que permite reducir dicho ciclo del 10 al 80% de la batería en solo 40 minutos. Ya disponible, este nuevo cargador tiene un coste de 840 euros.
La gran novedad de los smart EQ está en una nueva aplicación móvil, denominada smart EQ control, mediante la cual el usuario del vehículo puede localizarlo, comprobar el estado de su carga y programar la recarga de la batería en caso de que ya esté enchufado a un poste o un enchufe.
Además, se pueden activar las funciones de climatización a distancia. También busca los puntos de recarga más cercanos e, incluso, te informa sobre lugares, eventos y demás cosas que quieras saber sobre la zona por la que circulas o a la que te diriges.
Lo que sí apreciarás, es que la forma en que lo conduces y cómo tengas configurado el coche afectará de forma muy directa a la autonomía. Así, llevar la climatización activada o el modo ECO sin seleccionar puede hacer que la autonomía disponible se reduzca en un 30%.
También hay que hablar del sistema de regeneración de energía. Cuando sueltas el acelerador y dejas el coche en retención, se percibe que se frena algo más que un modelo de gasolina convencional, especialmente si circulamos con el modo ECO activado.
Lo hace para tratar de aprovechar la energía de frenado y retención, y cuenta con distintos niveles de intensidad, aunque no es algo tan característico y apreciable como ocurre en otros modelos en los que incluso puedes llegar a prescindir de pisar el freno.
Conduciendo el smart fortwo en uso habitual, eminentemente en ámbitos urbanos e interurbanos, la realidad es que la sensación de agrado en la conducción fue difícil de superar. Es un coche muy cómodo y práctico, y además genera una sensación de paz única el hecho de moverse sin escuchar ni un solo ruido.
En este modelo, he sentido que la insonorización del habitáculo es incluso mejor que en otros eléctricos. Aquí el habitáculo está muy bien aislado, tanto que incluso en carreteras de la periferia a velocidades que superan los 90 km/h, el silencio es el auténtico protagonista.
El smart fortwo EQ es una versión muy a tener en cuenta por aquellos que quieran un eléctrico de uso eminentemente urbano con el que no contaminar. Su precio de 23.585 euros antes de aplicar ayudas, no parece descabellado para planteárselo como segundo coche para uso en ciudad.
Por calidad de rodadura y autonomía, permite desplazarte incluso a la periferia sin miedo a que se acabe la batería. Como las restricciones a los coches de combustión sigan su curso, no va a haber otra opción que moverse en coche eléctrico y este seguro será uno de los más vendidos.
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