306 CV Y TERMINACIÓN 'CUASI PREMIUM'
Test a fondo Toyota RAV4 Plug-in: no hace falta correr para llegar a tiempo
Hemos vivido la experiencia con el Toyota RAV4 Plug-in Style Plus, para analizar de primera mano la apuesta de la motorización híbrida enchufable en el icónico SUV japonés. Un bloque híbrido que demuestra ser de lo mejor del mercado.
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El mítico Rav 4, pionero de los SUVs y como el resto de la marca en los híbridos autorrecarcables ha entrado también en la liga de los Plug-In, en este caso monta un conjunto mecánico formado por un motor gasolina atmosférico de 2,5 litros con 185 CV de potencia, que está apoyado por dos motores eléctricos (uno en cada eje), que tienen 134 kW (182 CV) el delantero y 40 kW (54 CV) el trasero.
La versión probada, el Style-Plus es -entre nosotros- casi un Lexus, por acabados sobre todo, pero también por lo que implica ese sistema mecánico. Y es que la potencia conjunta de todo el sistema es de nada menos que 306 CV. Y, claro, al tener un motor en cada eje, la tracción es a las cuatro ruedas, con lo que implica en seguridad.
El elemento que no nos entusiasma, pese a su fiabilidad a toda prueba, es la caja de cambios CVT y su rumorosidad. Pero eso es algo con lo que hay que contar siempre que hablemos de un híbrido de Toyota, que prefiere apostar, también, por la eficiencia antes que por una mejor respuesta o silencio de marcha.
Respecto a su comportamiento dinámico, se trata de un coche en el que prima el confort, es decir, que debes esperar de él suavidad de movimientos y una suspensión cómoda más que apoyos firmes en zonas de curvas. Lo mismo sucede con la configuración de la dirección.
En este sentido, hay que mencionar que, además de poder elegir si circulas en modo eléctrico (EV) o híbrido (EV/HV), por medio de un selector puedes optar por las posiciones Eco, Normal, Sport y Trail.
Interior amplio y bien acabado
El espacio disponible para conductor y pasajeros es bastante amplio. La posición de conducción es relajada y sus asientos bien contorneados -en nuestro acabado llevaban calefacción y ventilación- hacen que enseguida te sientas cómodo, pero siempre recogido.
En la segunda fila ofrece hueco de sobra tanto para la cabeza como para las piernas y más centímetros que la media en este segmento, gracias a su distancia entre ejes de 2,7 metros. El maletero no es pequeño (de 520 a 1.604 litros; 60 menos que el RAV4 HEV), pero tampoco grande respecto a otros SUV híbridos enchufables.
Su equipamiento de seguridad es completísimo como en el resto de gama, con el paquete de asistentes Toyota Safety Sense, que viene de serie y cuenta con frenada de emergencia, control de velocidad adaptativo, aviso de cambio involuntario de carril con centrado en el mismo y reconocimiento de señales de tráfico.
El acabado Style Plus apuesta por calidades premium
Las llantas de aleación de 19 pulgadas de la unidad de prueba y el color bitono de la carrocería lo hacen llamativo. La apertura del techo panorámica, denominada Skyview, el equipo de sonido JBL, etc... ayudan a la sensación de coche con mayúsculas, por encima de la media generalista.
Costuras en rojo para la tapicería de piel específicas, así como algunas novedades de equipamientos como es el Head-Up Display a color con proyección sobre el parabrisas, el tapizado en piel con pespuntes en color rojo o los asientos delanteros y traseros calefactados, añadiendo funciones de ventilación y ajuste eléctrico en las butacas delanteras.
Además contamos con una calidad de construcción notable en todos los aspectos, sin recurrir a materiales lujosos o especialmente reseñables, pero sí ofreciendo una sensación de solidez y calidad sobresaliente. Además, contamos con un enfoque claramente familiar con unas plazas traseras bien equipadas, pudiendo contar con calefacción para las plazas laterales, doble fiación ISOFIX, respaldos reclinables, salidas de aireación específicas y doble toma de carga USB.
Una idea preconcebida a la hora de su lanzamiento al mercado que también se nota en la entrega de prestaciones. Es decir, que los 306 caballos están ahí, y se presienten. Acuden si se los necesita pero, de alguna forma, sin alardear demasiado de que este RAV4 equipa, seguramente, uno de los mejores sistemas híbridos enchufables de la actualidad.
Un detalle premium también de este acabado es el retrovisor interior digital -visto en sus hermanos Lexus-, que ofrece una experiencia de uso muy especial. Ayuda a distinguir detalles de la visión que dejamos tras nosotros que, con el espejo tradicional son imposible de visualizar. Por contra, todo por detrás parece más cerca debido a la posición trasera de la cámara. En los semáforos, la primera vez que se te acerca un vehículo grande, ni que decir un camión, te temes lo peor. Luego te haces.
Conclusiones
Su distancia al suelo permite ir un poco más allá en suelo irregular y granítico, no tanto para probar sus límites. Por cierto que la botonera con la que se gestionan los modos de conducción, la combinación híbrida y la activación trail cuenta también con una iluminación propia.
El resultado de esta receta en marcha es descubrir un coche que ofrece una conducción muy eficiente, incluso sin energía en las baterías, lo que hace que sea su principal virtud. Partiendo de la base de que estamos ante un coche de tamaño considerable y peso elevado (1,9 toneladas), lo que deberíamos esperar es un coche eficiente con las baterías cargadas, pero todo lo contrario cuando se queda sin ella.
Sin embargo, durante esta primera toma de contacto hemos podido comprobar que el Toyota RAV4 híbrido enchufable es capaz de cumplir su autonomía eléctrica sin evitamos los acelerones y la velocidad elevada (en modo eléctrico podemos circular a hasta 135 Km/h), cumpliendo la idea de coche cero emisiones para movernos por la ciudad.
Lo notamos tanto conduciendo en modo híbrido combinado con la batería bien cargada; como cuando se agotan la gran mayoría de los 16,22 kWh útiles de la batería que dan su identidad PHEV. Una vez ocurre eso, la mecánica híbrida eléctrica de Toyota suaviza el consumo de la manera a la que nos tienen acostumbrados los japoneses.
Con casi al 100% de su capacidad, forzamos el modo 100% eléctrico para comprobar cuántos kilómetros podríamos hacer. Usando el climatizador, casi todo el tiempo fuera de la urbe, intercambiando carreteras convencionales y autovía pero sin superar los límites legales, apenas logramos superar los 60 kilómetros. Una cifra que para el uso diario es más que suficiente, también hay que reconocerlo.
Más allá de su motor, el RAV4 PHEV se mantiene fiel a su espíritu de coche cómodo, bien aislado y fácil de llevar en cualquier circunstancia. No es un coche que ofrezca una puesta a punto que invite a una conducción deportiva, o en donde podamos encontrar fulgurantes prestaciones (aún así el 0-100 Km/h es de 6s), pero su razón de ser es la de cumplir como SUV confortable y eficiente, y eso lo cumple de forma sobresaliente.
El Toyota RAV4 híbrido enchufable ya está a la venta en España desde 49.500 euros antes de aplicar cualquier descuento, promoción o ayuda Frente a su versión híbrida no enchufable, disponible en condiciones muy similares desde 37.400 euros, supone un importante desembolso extra, aunque ello no quita para que a cambio ganemos bastante en prestaciones y eficiencia. Nuestra unidad y acabados, se acercan peligrosa -y justificadamente- a los 60.000 euros.
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