impulsado por GNC y gasolina, cuenta con la etiqueta ECO de la DGT
Volkswagen Caddy 1.4 TGI Bluemotion 110 CV, a prueba: espacio, ahorro y acceso libre a la ciudad
La popular furgoneta Caddy deVolkswagen incorpora ahora la versión TGI a su gama para liderar el uso de la tecnología híbrida en vehículos comerciales con un motor gasolina de 1.4 cc. alimentado por GNC que cuenta además con un pequeño depósito de gasolina.
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Que las grandes ciudades se están cerrando, al menos en sus núcleos centrales, al tráfico, es una realidad que, aunque algunos se empeñen en negar, a día de hoy es más que evidente. El mejor ejemplo de ello de nuestro país lo encontramos en la capital, en Madrid, donde en apenas un mes echará a andar el nuevo Área de Prioridad Residencial (APR) Madrid Central. Que el mapa de la circulación de los vehículos en el centro de las grandes ciudades está cambiando ya nadie lo duda, por razones obvias. En ésta situación toca correr para incorporar tecnologías limpias que permitan acceder al centro de las ciudades, incluso en los días con restricciones, a realizar su trabajo.
Ante este panorama, vehículos como la Volkswagen Caddy 1.4 TGI Buemotion 110 CV cobran mucho sentido para profesionales y, como luego veremos, hasta para particulares con necesidades de espacio. La Caddy que hemos probado equipa un motor de gasolina de 1.4cc. y 110CV alimentado por Gas Natural Comprimido que se almacena en cuatro bombonas con una capacidad de 37kg. en total y cuenta adicionalmente con un depósito de gasolina de 13 litros para obtener una autonomía total de 890 kilómetros. Ésta Caddy a gas es estéticamente idéntica a las versiones de gasolina o diésel y se ofrece también en versión furgón.
Nada mas arrancar notamos un menor nivel de ruido y vibraciones, característica inequívoca de los motores de gas, lo cual se agradece de inmediato. El arranque no nos dejará pegado al asiento (en este y otros híbridos de GNC se aprecia un leve microretardo en las aceleraciones), si bien tampoco estamos para carreras en ésta ocasión, y la transición hasta la 3 velocidad se produce de manera muy suave y progresiva. No echamos en falta potencia, pero tampoco saldremos los primeros en los semáforos. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un motor de 1.4cc. y 110CV que ofrece 200Nm de par entre las 1.500 rpm y las 3.500 rpm y cuya máxima debe ser la eficiencia en el consumo, a pesar de que a bajas revoluciones la respuesta sea un poco pobre.
El combustible que se usa por defecto es el gas, siempre y cuando el depósito no esté vacío, en cuyo caso usará gasolina, sin que tengamos que hacer nada y sin notar absolutamente nada que no sea el indicador del cuadro informándonos del cambio de combustible. En cuanto al consumo medio de gas de la Caddy durante la prueba fue de 5,8kg/100km, con el vehículo vacío y el consumo de gasolina fue de 6,2litros/100kms. lo que nos brinda una autonomía total de casi 900 kilómetros.
Echemos cuenteas: el kilo de gas natural cuesta unos 0,98€/kg (datos del 6 de noviembre en Madrid) y la Caddy consume en torno a 5,5 kilos a los 100 km. por lo tanto el coste por kilómetro es de 0,055€. Si realizamos esta misma cuenta sobre un consumo medio de 6,1 litros de gasolina a los 100kms con el precio de la gasolina en 1,30€/litro, obtendremos un coste por kilómetro de 0,07€.
Teniendo en cuenta el tamaño de los depósitos de combustible, 37kg en el caso del gas y 13 litros de gasolina, tendremos una autonomía total de unos 890 kilómetros. En comparación con el mismo vehículo en versión diésel el consumo casi alcanzaría el 30% de ahorro, algo mas si lo comparamos con la versión gasolina.
En cuanto al valor de adquisición (*20.995 euros vale la variante GNC con descuentos de la marca) las diferencias no son muy grandes respecto a otras variantes. Transportistas, empresas o profesionales del taxi, son colectivos estratégicos a los que Volkswagen quiere atraer con su Caddy TGi Bluemotion, un modelo que lleva tiempo en el mercado pero al que le ha llegado su momento. Puede recorrer hasta 760 km con gas GNC.
Volkswagen Vehículos Comerciales lleva años comercializando su Caddy movido por gas GNC y gasolina, sin embargo la marca alemana ha visto ahora la oportunidad de relanzar esta versión para posicionarse en el segmento como la marca de referencia. Es decir que el GNC va a ser para esta división de Volkswagen una apuesta tecnológica con la que buscar diferenciarse de la competencia que opta más por la estrategia de los descuentos.
El Caddy TGI Bluemotion cobra un protagonismo inesperado ahora que los ayuntamientos de las grandes ciudades españolas imponen su ley y sus limitaciones a la circulación. Porque este modelo cuenta con la etiqueta ECO de la DGT lo que le permite aprovecharse de ventajas como la entrada en la almendra central de las grandes ciudades en días de alta contaminación, el aparcamiento gratuito en zonas reguladas, rebajas en los peajes o la circulación ocasional en vías restringidas.
Pero lo mejor del Caddy TGI llega con el rodar y con los kilómetros recorridos porque recargar los tanques de GNC de este coche supone ahorrar hasta un 50 por ciento sobre una versión de gasolina y de hasta un 30 por ciento sobre la versión diésel. En concreto, recorriendo 25.000 km al año durante 4 años el ahorro logrado con una Caddy TGI respecto a una Caddy TDI es, según Volkswagen, de 1.100 euros, sin contar la aportación de Gas Natural (Naturgy).
Al volante la Caddy TGI ofrece un tacto suave y agradable con unas prestaciones dignas en carretera y más holgadas en territorio urbano, escenario para el que resulta ideal el cambio automático DSG, una opción de 2.300 euros cuya adquisición es totalmente recomendable, aunque también esté disponible el cambio manual. Además, el llevar los tanques de gas en los bajos no ha restado ni un litro de volumen de carga, aunque sí se pierden entre 40 y 70 kg de carga útil.
A nivel dinámico el Caddy TGI apenas acusa el mayor peso cuando aparecen curvas porque al llevar los tanques de gas en los bajos de la parte trasera estos hacen ganar aplomo al bajar el centro de gravedad. El eje delantero dispone de suspensión individual y el eje trasero es rígido de ballestas laminadas con amortiguadores dependientes de la carga que modifican su característica en función del tipo de compresión del resorte. Por su parte, la dirección electromecánica y las estabilizadoras ubicadas en ambos ejes, cuya función es reducir el ángulo de balanceo del vehículo, son dos de los detalles que contribuyen a lograr una buena precisión del chasis.
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