LLEGARÁ EN 2023
Volvo Embla: ¿es este el nombre elegido para ocupar el hueco del Volvo XC90?
A medida que Volvo se transforme en una marca totalmente eléctrica, dejará de emplear nombres alfanuméricos
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Volvo fue una de las primeras europeas en apostar por la electrificación de su gama al más alto nivel con el objetivo de convertirse en el referente del mercado premium de los coches eléctricos. Sabemos que en su hoja de ruta figura la llegada de un SUV que asumirá el papel que actualmente desempeña el Volvo XC90: será un vehículo de baterías que podría rendir homenaje al linaje sueco de la marca. ¿Será el Volvo Embla?
Tal y como recoge Automotive News, el pasado mes de octubre Volvo registró el nombre de Embla. Es común que las marcas de coches patenten nomenclaturas y tecnologías para protegerlas frente a la competencia aunque luego no las lleven a producción, pero este caso tiene algunos detalles distintivos. En la mitología nórdica, Embla es el nombre de la primera mujer y Hakan Samuelsson (CEO de Volvo) dejó caer que el nombre del nuevo crossover “comenzaría con una vocal”.
Volvo Concept Recharge
Russell Datz, portavoz de la firma sueca, no ha confirmado que Embla sea la nomenclatura elegida para ese SUV eléctrico: “Es especulación, no hay nada en firme”. Sin embargo, a medida que Volvo se transforme en una marca totalmente eléctrica, dejará de emplear nombres alfanuméricos para decantarse por otras denominaciones para sus futuros modelos. Sea como sea, sí hay otros detalles sobre este vehículo que ya son conocidos.
Volvo ha elegido su planta de ensamblaje ubicada en Carolina del Sur (Estados Unidos) para dar vida a su SUV eléctrico que llegará a los concesionarios en 2023, si nada altera los planes previstos. Todo apunta a que su diseño exterior se inspirará en el estilo del Volvo Concept Recharge, un prototipo que será el punto de partida para los coches eléctricos que llegarán en los próximos años.
También autónomo
Por lo visto en este ‘concept’, se trata de un crossover cuyas formas permiten bajar la línea del capó y del techo para que la aerodinámica juegue a favor de su condición eléctrica. Y todo esto sin comprometer la visibilidad de los ocupantes así como la habitabilidad del interior: algo que logrará ubicando las baterías debajo del piso plano para, así, poder incrementar la distancia entre ejes. Hay, además, una pantalla flotante que se ubica detrás del volante y una central de quince pulgadas. Quedaría por ver qué partes del prototipo que terminan llegando a producción.
Por último, el futuro SUV de Volvo será eléctrico y también autónomo: una tecnología que, inicialmente, se limitará a las autopistas y será accesible mediante suscripción. Tal y como ha explicado Alexander Petrofski, jefe de estrategia de Volvo, cuando se active “los ocupantes podrán relajarse, enviar mensajes de texto o ver YouTube. Volvo asumirá toda la responsabilidad siempre que el sistema se utilice de manera adecuada”.
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