Los 600 millones que dan oxígeno a Aston Martin y le permiten seguir con sus planes

Cuando los rumores aseguraban que Aston Martin había cancelado la producción del Rapide E, su primer coche eléctrico fabricado en serie, las mismas voces apuntaron a una razón: todos los esfuerzos de la marca británica se iban a centrar en el DBX. No andaban muy desencaminados aunque lo cierto es que Aston Martin necesitaba algo de oxígeno para poder llevar a cabo también el proyecto de su SUV. Y ha llegado de la mano de Lawrence Stroll y su inyección de casi 600 millones de euros.

Esta es la cantidad total que ha puesto sobre la mesa el inversor canadiense. Eso sí, no de golpe y tampoco él solo. Lawrence Stroll lidera un grupo de inversores que han comprado el 16,7% de Aston Martin por 216 millones de euros. A esta primera cantidad le seguirá otra de 378 millones de euros, que le permitirá tener más votos en el consejo de administración y desempeñar su nuevo rol: presidente de Aston Martin. El puesto de CEO sigue estando en manos de Andy Palmer.

Aston Martin DBX, la gran apuesta

¿Qué consecuencias tendrá la llegada de estos cientos de millones? La viabilidad de los productos de Aston Martin. Teniendo en cuenta los problemas financieros por los que estaba pasando la marca británica, el lanzamiento del DBX podía poner en peligro el resto de proyectos. El SUV de Aston Martin llegará y lo hará gracias a un primer tramo de inversión de 65,43 millones de euros.

Esto hará que se desbloqueen los siguientes pasos que la marca pretendía dar. De esta manera, se mantiene para 2020 el lanzamiento de Valkyrie, el hypercar híbrido de motor central. Un año después llegará el Valhalla y a éste le seguirá el Vanquish ya que parece que, finalmente, lo veremos en 2022.

Coches y series especiales

Llegará, también, un motor V6 modular de bajo consumo con capacidades híbridas, pero, ¿qué pasa con los eléctricos? Aston Martin ha retrasado el lanzamiento de los modelos impulsados por esta energía y no llegarán hasta 2025. No en vano, la empresa ha asegurado que el Rapide E ha sido “puesto en standby a la espera de una revisión del proyecto”.

Esta hoja de ruta será compatible con una parte fundamental de los planes de Aston Martin: los coches y las series especiales. Por lo tanto, seguirán lanzando, de forma anual, dos modelos actuales y uno clásico. La razón es simple: son los coches que más margen de beneficio dan al sector y a las marcas que apuestan por ello.