SE DENOMINA GT 63 SE PERFORMANCE.
Mercedes-AMG tiene la receta de su híbrido perfecto con 816 CV
El nuevo Mercedes-AMG GT 63 SE Performance anuncia que no sólo se ha aprovechado la experiencia en Fórmula 1 para las baterías, sino que han conseguido que el 0 a 100 km/h sea casi tan rápido como al de un monoplaza.
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Mercedes-AMG ha querido llevar un paso más allá a uno de sus principales estandartes. El Mercedes-AMG GT estrena una nueva versión híbrida enchufable y entre alguna de sus características nos encontramos con que se ha convertido inmediatamente en el coche de producción con mayor aceleración de la marca de la estrella, un título que sólo se puede comprender cuando se ponen sobre la mesa las cifras: es capaz de hacer el 0 a 100 km/h en sólo 2,8 segundos.
Y es que la batalla no sólo está entre los SUV, donde Aston Martin y Lamborghini han presentado en prácticamente una semana dos modelos que vienen a reclamar el trono de los crossovers de altas prestaciones. Mercedes también ha querido anticiparse a la próxima llegada del nueve-once en versión híbrida y por ello han terminado de redondear una versión híbrida bautizada con el rimbombante nombre de GT 63 SE Performance.
El tren motriz, que según Mercedes-AMG ha sido diseñado y desarrollado con lo aprendido en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, es una garantía a nivel de prestaciones y deportividad. Contamos bajo el capó con el ya conocido motor V8 biturbo de 4.0 litros (el mismo que el del Aston Martin DBX707) que entrega 603 CV de potencia. A este se le ha asociado un motor eléctrico en el eje trasero con una potencia de 204 CV que eleva la potencia conjunta hasta los 816 CV y un par motor de 1.420 Nm.
En este punto, las cifras de aceleración son prácticamente de otro mundo, con un 2,8 segundos para completar el 0 a 100 km/h que lo convierte en una auténtica catapulta de cuatro ruedas dispuesta a volar sobre el asfalto capaz de alcanzar una punta de 320 km/h. Buena parte de poder tener una aceleración de esas características viene garantizada precisamente por la disposición del motor eléctrico en el tren trasero, el cual permite trasladar mejor esa potencia al suelo y conseguir es impulso extra, mientras que según el deslizamiento aumenta en el tren trasero, el sistema de tracción total variable AMG Performance 4MATIC+ se encarga de derivar ese empuje al eje delantero.
Con una batería de apenas 6,1 kWh de capacidad situada sobre el tren trasero aprovechando su tamaño compacto, es evidente que todo el conjunto mecánico ha sido ideado teniendo en mente la deportividad, ya que con una carga completa apenas es capaz realizar 13 kilómetros en modo puramente eléctrico (EAER).
Sin embargo, lo especialmente relevante de estas baterías se centra especialmente en el modo en el que se refrigeran: un nuevo sistema para hacerlo individualmente con las 560 celdas que están constantemente rodeadas por un refrigerante de alta tecnología basado en un líquido no inflamable que a su vez consigue mantener el equilibrio térmico siempre óptimo (intervalo de temperatura de unos 45 grados) para garantizar una respuesta lo más constante. Precisamente es ahí donde se han tendido los lazos con la Fórmula 1.
No termina aquí el despliegue de tecnología al servicio del conductor, como una serie de gadgets ‘estéticos’ como es que al arrancar en modo Confort con el motor eléctrico, los altavoces se encargarán de transmitir el icónicos sonido AMG al conductor para así favorecer una experiencia completa incluso cuando el motor térmico todavía permanece dormido. Además, el sistema multimedia MBUX (Mercedes-Benz User Experience) ha sido actualizado para que ofrezca numerosas funciones e información orientada a los vehículos con tren motriz híbrido.
Esta versión cuenta con el denominado tren de rodaje AMG Active Ride Control con estabilización semiactiva del balanceo, así como dirección activa en el eje trasero o la introducción de interesantes conceptos en materia de aerodinámica activa. Este último incorpora un deflector de carbono que se sitúa en los bajos por delante del motor, lo que lleva a extenderse hacia abajo apenas unos 40 milímetros a partir de una velocidad de 80 km/h, lo que crear el efecto Venturi y ayuda a que el coche sea ligeramente aspirado hacia el asfalto para mejorar el comportamiento del tren delantero. El alerón trasero también es extensible dependiendo de las condiciones de conducción.
La lista de pedidos de este Mercedes-AMG GT 63 SE Performance se espera que sea abierta el próximo otoño.
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