SE PUEDE PEDIR CON CAMBIO MANUAL
Pilotamos el nuevo Porche 911 GT3, que cumple 25 años como icono deportivo, en el circuito de Cheste
Con el nuevo GT3, Porsche lo ha vuelto a hacer: ha vuelto a mejorar lo que parecía inmejorable. Porque aparte del placer de conducirlo o pilotarlo, se se suman ahora todas las novedades que trae y las opciones que ofrece, que hacen que sea mucho más personalizable, más único si cabe.

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El Porsche 911 GT3, cuando fue presentado (Salón de Ginebra, 1999) … Era lo más en deportividad que había fabricado la marca alemana hasta la fecha… Y lo mejor de todo es que en Porsche han sabido evolucionar y sublimar este concepto durante estos 25 años y generación tras generación. Nos hemos puesto al volante de la última entrega, basada en el 992.2.
Deportivo, sí, pero elegante también, porque no es solo es el gran alerón lo que distingue a este coche, sino la clase que desprenden sus cuidadas líneas y los detalles que le diferencian; todo encaja a la perfección. Los nuevos faros Matrix Led permiten eliminar las luces adicionales del paragolpes delantero, para contar con una entrada de aire más fluida. Algo que también se ha mejorado en la parte trasera, rediseñando el difusor o el capó, entre otras cosas.
Porque en esta nueva actualización se han trabajado a fondo dos apartados de esos que no cantan tanto a primera vista pero que son fundamentales para evolucionar: el peso y la aerodinámica. El primero mejora gracias a una batería más ligera y nuevas llantas de aluminio. Y también con el paquete Weissach, que se ofrece por primera vez en el GT3 e incluye elementos como la barra estabilizadora, el techo o las carcasas de los retrovisores de polímero reforzado con fibra de carbono.

Y el segundo, la aerodinámica, que evoluciona basándose en el actual GT3 RS, del que recibe unos brazos de suspensión rediseñados, para aumentar la carga a alta velocidad con un flujo de aire más limpio en el paso de rueda, que ayuda también a refrigerar mejor los frenos.
Mecánicamente, el motor bóxer sigue entregando 510 CV, aunque se han rediseñado elementos como las culatas o los arboles de levas para ofrecer un mayor rendimiento a alto régimen. Algo que se agradece sobre todo cuando ruedas en circuito, que es donde puedes exprimir y disfrutar a tope de este "aparatazo".
Además de deportividad y elegancia, hay algo muy importante a la hora de escoger un deportivo: la discreción. Y con el GT3 también podemos tenerla, en este caso con la versión Touring. La falta de alerón es una de las señas para distinguir esta versión de la convencional que, para muchos, tiene su encanto, al mantener la línea original del 911. También te permite usarlo más en el día a día sin dar tanto la nota y con la posibilidad de pedirlo por primera vez con asientos traseros.

Para acceder a ellos, el GT3 puede ofrecer un nuevo asiento con respaldo abatible, equipado con un airbag torácico y calefacción. En su interior, hay que destacar que, a diferencia del 911 Carrera, no se pone en marcha mediante un botón, sino por un interruptor giratorio.
El GT3 se puede pedir con una caja manual de seis velocidades, para los más puristas, o con el cambio PDK de siete. Usando la cabeza, creo que me quedaría con la PDK porque, en circuito, siempre va a ser más rápida que tú y, para el día a día, es más agradable tanto en ciudad como en un puerto de montaña.
Con el nuevo GT3, Porsche lo ha vuelto a hacer: ha vuelto a mejorar lo que parecía inmejorable. Porque a ese placer del que hablo se suman ahora todas las novedades que trae y las opciones que ofrece, que hacen que sea mucho más personalizable, más único si cabe, que es, al fin y al cabo, lo que buscan quienes compran este tipo de deportivos.
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