Un asteoride de 10 metros pasó este fin de semana a una distancia de la Tierra cuatro veces menor de la que nos separa de la Luna.

La NASA no lo detectó hasta un día antes de su máxima aproximación a la Tierra, que se produjo a las 04:42 horas GMT del sábado 8 de junio a solo 105.000 kilómetros sobre el Océano Austral, al sur de Tasmania, Australia.

El asteroide 2013 LR6 no representaba una amenaza. Este tipo de objetos de pequeño tamaño resultan muy esquivos para los sistemas de detección temprana de asteroides.

Hace una semana, el QE2, de 2,7 kilómetros de ancho, con su propia luna a cuestas, pasó a 5,8 millones de kilómetros de la Tierra. "Es teóricamente posible una colisión entre asteroides y el planeta Tierra", dijo el astrónomo Gianluca Masi, del proyecto del Telescopio Virtual.

La NASA dice que ha encontrado un 95% de los grandes asteroides, aquellos con diámetros de 1 kilómetro o más grande, con órbitas que los llevan relativamente cerca de la Tierra.

Un objeto de ese tamaño golpeó el planeta hace unos 65 millones de años en la actual península de Yucatán en México, lo que provocó un cambio climático global que se cree que es responsable de la desaparición de los dinosaurios y muchas otras formas de vida en la Tierra.

La agencia espacial de los Estados Unidos y otras organizaciones de investigación, así como empresas privadas, están trabajando en el seguimiento de los objetos más pequeños que vuelan cerca de la Tierra.