El primer estadounidense en pasar un año en el espacio, el astronauta Scott Kelly, ha confirmado que, tras 20 años de carrera y cuatro misiones, deja la Agencia Espacial de EEUU (NASA). "Este año en el espacio fue un enorme reto para todos los involucrados y me dio una perspectiva única y mucho tiempo para reflexionar sobre cuál debería ser mi siguiente paso en nuestra continua misión para mejorar nuestras capacidades en el espacio y en la Tierra", ha explicado en un comunicado de la Nasa Kelly.
El anuncio de su retirada llega diez días después de su regreso a la Tierra junto a su compañero ruso Mikhail Kornienko, tras pasar 340 días en la Estación Espacial Internacional (EEI) como parte de una misión para comprobar la resistencia humana y determinar si sería seguro enviar personas al planeta Marte.
Tras dejar la NASA el próximo día 1 de abril, Kelly continuará involucrado en los estudios de su misión de un año en el espacio, lo cuales incluyen exámenes médicos y otras pruebas. Aunque Kelly y Kornienko pasaron un año en el espacio, su misión es en realidad de tres. Un año antes de partir a la EEI, los dos astronautas empezaron a participar en una serie de investigaciones encaminadas a entender mejor cómo responde el cuerpo humano a las largas estancias espaciales.
Por entonces, se les tomaron muestras de sangre, orina y saliva, unas pruebas que se les han repetido durante su año en el espacio y a las que seguirán sometiéndose durante los doce meses posteriores a su regreso. Tanto Kelly como su hermano gemelo Mark, un astronauta retirado, participan en diez investigaciones sobre psicología humana, salud, microbiología y estudio molecular en las que se comparan sus datos, uno en el espacio y otro en la Tierra.
Con su última misión, Kelly se hizo con un doble récord ya que además de ser el astronauta de su país que más tiempo consecutivo, concretamente 340 días, y más tiempo total, 520 días, ha estado en el espacio, viajó cuatro veces allí. En 1999 en el transbordador Discovery para una misión del telescopio Hubble; en 2007 en una misión a la EEI a bordo del transbordador Endeavour; en 2010 pasó seis meses en la Estación; y en 2015 volvió para su misión récord de tiempo en el espacio.
"Estoy emocionado por las nuevas oportunidades que pueda tener de apoyar y compartir el increíble trabajo que la NASA hace para ayudarnos a volar más lejos en el Sistema Solar, y de trabajar con la nueva generación de líderes científicos y tecnológicos", ha manifestado Kelly en su nota.
Además, tras volver a Estados Unidos, el astronauta, con pareja y padre de dos hijas, declaró que en la Estación echaba de menos a su familia, aunque pudo aliviar la nostalgia hablando con ellos por un teléfono desde el que podía hacer llamadas, pero no recibirlas.
"Podría quedarme otros 100 días. Podría quedarme otro año si tuviera que hacerlo. Dependería de que lo que estuviera haciendo tuviera sentido, aunque tengo ganas de volver a casa», había confesado en una charla con periodistas desde la EEI poco antes de su regreso. En su primera rueda de prensa ya en Houston, Texas, Kelly dejó la puerta abierta a "comprar billetes para vuelos comerciales, quizá en 20 años". "Creo que nunca diré que abandono al cien por cien el espacio exterior", detallaba.