Los procesos epigenéticos son esencialmente interruptores que controlan los niveles potencialmente heredables de un gen de la producción de proteínas, pero sin implicar cambios en la estructura subyacente del ADN de un gen.

Un ejemplo de este cambio epigenético es la metilación, cuando las células añaden pequeños grupos químicos metilo a una región inicial de la secuencia de ADN de un gen, silenciando a menudo la activación del gen.

"Nuestro estudio sugiere que los cambios epigenéticos en las células tratadas con el humo del cigarrillo sensibilizan las células de las vías respiratorias a las mutaciones genéticas conocidas por causar cáncer de pulmón", dice el doctor Stephen, profesor de Investigación del Cáncer y de Oncología en el Centro del Cáncer Kimmel de Johns Hopkins, Estados Unidos.

Durante dos décadas, los científicos han conocido algunos de los culpables genéticos que impulsan el crecimiento del cáncer de pulmón, incluyendo mutaciones en un gen llamado KRAS, que están presentes en un tercio de los pacientes con cáncer de pulmón relacionado con el tabaco, según Baylin. Los cambios genéticos y epigenéticos también se generan cuando las células normales sufren estrés crónico, como la irritación repetida y la inflamación causada por décadas de exposición al humo del cigarrillo y su contenido.

Baylin y la científica Johns Hopkins Michelle Vaz, primera autora en el estudio, sospecha que la interacción de los cambios epigenéticos y genéticos puede ocurrir cuando las células pulmonares normales se convierten en cáncer, pero, según Baylin, el momento de estos cambios no se conocía.

Para crear el efecto del humo del tabaco en las células, Vaz, Baylin y sus colegas comenzaron sus estudios con células bronquiales humanas, que alinean las vías respiratorias de los pulmones, y las cultivaron en un laboratorio. Todos los días durante 15 meses, los investigadores bañaron las células con una forma líquida de humo de cigarrillo, que dicen que es comparable a fumar entre uno a dos paquetes de cigarrillos diariamente.