Los científicos de la estación de investigación Concordia, en la Antártida, han sido testigos de la última puesta de sol hasta dentro de cuatro meses.

A partir de ahora, tendrán que trabajar y vivir con luz artificial, según ha explicado la Agencia Espacial Europea -ESA-.

El investigador de la baso, Antonio Literio, ha escrito en el blog de la expedición que "la noche trae la oscuridad, con la promesa de un color oscuro, para poner el miedo en nosotros, pero también el suministro de un gran espectáculo, las estrellas, la Vía Láctea, y algo aún más increible".

Para estudiar temas sobre glaciología, sismología o astronomía, los científicos pasan meses aislados en la base Concordia en la Antártida, ya que su medio ambiente se preserva de los efectos de la civilización.

No hay otros seres vivos a menos de 600 kilómetros del centro de investigación.

La Agencia Espacial Europea -ESA- patrocina una investigación médica cada año, para estudiar los efectos del aislamiento de la tripulación.

Vivir en aislamiento sin luz solar en pequeños sectores, es similar en muchos aspectos a un largo viaje en una nave espacial.