La antropóloga Hélène Rougier, de la Universidad del Estado de California, y Asier Gómez Olivencia, investigador de la Universidad del País Vasco y de la Fundación Vasca para la Ciencia, Ikerbasque, han liderado el equipo de investigación que ha demostrado, por primera vez, esta práctica entre los neandertales del norte de Europa.
Los 99 restos óseos encontrados en la Tercera caverna de Goyet pertenecen a un mínimo de cinco individuos y mostraban "gran proporción de marcas producidas por herramientas de piedra", para cortar la carne, así como fracturas debidas a la extracción del tuétano de los mismos.
Tras comparar los vestigios con otros restos de fauna, como caballos y renos recuperados en el mismo yacimiento, "sugiere que las tres especies fueron consumidas de manera similar", lo que "permite ampliar el rango de comportamiento" que estos neandertales tenían "respecto a sus muertos".
Además, cinco restos óseos mostraban evidencias de haber sido empleados para tallar útiles de piedra. Aunque habitualmente se usaban piedras para esta función, en muchos casos utilizaban huesos para reavivar los filos de las herramientas. Hasta ahora esto sólo se había observado en sendos fragmentos de fémur en Krapina (Croacia) y en Les Pradelles (Francia), o un pedazo de cráneo en La Quina (Francia).
No es éste el primer yacimiento en el que se constata que los neandertales "consumieron la carne y partieron los huesos de otros congéneres con un fin alimenticio", pues ya se encontraron pruebas de este comportamiento en los yacimientos de Zafarraya y el Sidrón en la península Ibérica y en Moula-Guercy y Les Pradelles.
Existen muy pocos yacimientos con restos neandertales en el norte de Europa y sólo en dos de ellos, Feldhofer (Alemania) y Spy (Bélgica), se había obtenido información referente al posible "tratamiento funerario" de los restos encontrados. El de Goyet es el "mayor" descubrimiento de restos humanos neandertales en el norte de Europa.
Finalmente, con este hallazgo y su "excepcional" conservación se ha podido recuperar el ADN mitocondrial de los restos y se ha descubierto que los individuos de Goyet se parecían genéticamente a los de Feldhofer (Alemania), Vindija (Croacia) y El Sidrón (Asturias, España), lo que, salvando las distancias, indica que la población neandertal que habitaba Europa "era de pequeño tamaño".