Proyecto científico

El dodo y otros 2 animales extinguidos que podrían 'desextinguirse' próximamente

Una compañía estadounidense ha logrado 'revivir' al lobo terrible, un cánido que se extinguió hace 13.000 años. Pero no es la única especie desaparecida en la que trabaja esta empresa.

Un esqueleto de dodo, un pájaro extinto, en el Museo Nacional de Gales en CardiffUn esqueleto de dodo, un pájaro extinto, en el Museo Nacional de Gales en CardiffBecker/Fox Photos/Getty Images)

Dos (no tan pequeños) cachorros de lobo gigante, blancos como la nieve, son los primeros ejemplares de esta especie extinguida hace más de 13.000 años. No han renacido, sino que han sido 'renacidos'. Gracias a la tecnología, la empresa Colossal Biosciences existen en la actualidad tres ejemplares de esta especie, también conocida como lobo terrible, recuperados a raíz del ADN secuenciado de este animal procedente de fósiles que tienen entre 13.000 y 72.000 años.

Pero la idea de esta compañía no es quedarse aquí. La compañía, con sede en Dallas (Texas, Estados Unidos), tiene la intención de revolucionar la "historia biológica" 'desextinguiendo' especies desaparecidas. "Nunca había sido tan urgente preservar las especies como lo es ahora. No sólo para su supervivencia, sino por el bien del planeta", asegura la directora científica de Colossal y bióloga Beth Shapiro, quien subraya el compromiso de la empresa por "'desextinguir' las [especies] que hemos perdido".

Resucitar al dodo

Y entre ellas está el dodo (Raphus cucullatus), una especie de pájaro gigante no volador, endémico de isla Mauricio. "Si el hombre nunca se hubiera encontrado con un solo dodo, esta isla tropical podría tener alguno", señalan desde Colossal, poniendo sobre la mesa el papel del ser humano en la desaparición de muchas especies.

No hay certezas sobre cómo esta ave habría llegado a un "paraíso tan aislado" como es isla Mauricio, a unos 200 kilómetros de la isla de Reunión, a más de mil kilómetros de Madagascar y a cerca de 2.000 kilómetros del territorio continental más próximo: la costa de Mozambique. Según indican, esta especie "prosperó sin preocupaciones ni depredadores naturales hasta la llegada de los colonos, a finales del siglo XVI".

El dodo no ponía más de un huevo al año, pero hasta que apareció el humano, mantenía una población estable. David Roberts y Andrew Solow utilizaron una fórmula para definir la fecha de la extinción definitiva del dodo: en torno al año 1690. Se cree que el dodo no se fue nunca de esta isla volcánica debido a su seguridad y abundancia de recursos. Tanto es así, que fueron sus condiciones de vida las que hicieran que este enorme pájaro perdiera la capacidad de volar, razón por la que finalmente no pudo salir. Se trata de un ave con plumas grises, cabeza pequeña y pico alargado y curvo, lo que le permitía acceder a sus fuentes de alimentación desde el mismo suelo —frutas caídas y raíces, que es lo que se sospecha que comía—.

Del ratón lanudo al mamut prehistórico

Otro de los animales extintos que están en la lista de Colossal es el mamut lanudo. El pasado mes de marzo, esta misma empresa anunció la creación de 'ratones lanudos', unos pequeños roedores que comparten variaciones genéticas con los mamuts, especialmente en lo relacionado con el crecimiento y el color del pelo: esta es una de las características de este animal que hacía que pudiera sobrevivir a temperaturas muy bajas. "Estos ratones son increíblemente adorables. Son mucho más tiernos de lo que esperábamos, lo que probablemente significa que nuestros mamuts de primera generación también serán igual de tiernos", escribió en Twitter Ben Lamm, cofundador y CEO de la compañía.

Dos pequeños ratones supusieron un gran paso en su investigación: son el paso previo a recuperar variantes genéticas extinguidas con los mamuts, de modo que se pueda definir su función exacta. Y lo cierto es que para la recuperación del mamut lanudo, Colossal sí tiene fecha: antes de 2028. En la página web de Colossal definen todos los pasos necesarios para recuperar a este animal:

  • Disponer de muestras biológicas de mamut lanudo bien conservadas
  • Secuenciar el genoma del mamut
  • Secuenciar el genoma del elefante asiático
  • Identificar los genes que hacían que el mamut lanudo sobreviviera a bajas temperaturas
  • Obtener células y preparar diseños de edición múltiple
  • Insertar las ediciones genéticas y crear una línea celular
  • Transferencia nuclear y fertilización en una elefanta asiática
  • Implantación del embrión en una 'madre sustituta'
  • Gestación y nacimiento

La recuperación del tilacino (o tigre de Tasmania)

A diferencia de lo que ocurrió con los mamuts, desaparecidos hace unos 4.000 años, el último tilacino es mucho más reciente: hace menos de 100 años. A este se le conoce también como tigre o lobo de Tasmania, un marsupial carnívoro del tamaño de un coyote originado en el Holoceno y nativo de Australia, especialmente en Tasmania, y Nueva Guinea. El número de tilacinos empezó a decrecer hace unos 2.000 años hasta quedar limitado a la isla de Tasmania.

Un tilacino en cautividad, en una foto de archivo realizada en la década de 1930.Un tilacino en cautividad, en una foto de archivo realizada en la década de 1930.Topical Press Agency/Hulton Archive/Getty Images

La historia muestra cómo, sin lugar a muchas dudas, fue la llegada del humano a la isla la que favoreció su desaparición. A principios del siglo XIX se culpó a los tilacinos de las pérdidas de ganado, iniciándose entonces su erradicación. El último tilacino en libertad se cazó entre 1910 y 1920 y el último tilacino se murió sin descendencia después de que el Gobierno australiano otorgara la protección a esta especie: el 7 de septiembre de 1936, sólo dos meses después de que el animal fuera declarado protegido, se murió el último ejemplar conocido. Se llamaba Benjamin y murió de frío en un zoo de la capital de la isla, Hobart.