La nave Starliner de Boeing, que voló el 5 de junio con dos astronautas de la NASA para una estancia de una semana en la Estación Espacial Internacional, aún no tiene fecha de regreso a la Tierra.

Los problemas comenzaron incluso antes del despegue. De hecho, el lanzamiento de la nave Starliner tuvo que posponerse hasta en dos ocasiones. "Todos sabemos que cuando las cosas se ponen difíciles, y a menudo sucede, los difíciles se ponen en marcha", dice uno de los astronautas atrapados, Butch Wilmore.

En su intento de acoplarse a la Estación Espacial Internacional, cinco de los 28 motores de reacción no respondieron correctamente. "Creemos que en este momento hay algo que hace que los propulsores fallen y no sabemos exactamente por qué", explica Steve Stich, gerente del programa del equipo comercial de la NASA.

Los astronautas Suni Williams y Butch Wimore llegaron hace ya casi un mes a la Estación Espacial. Ahora, están atrapados allí. La misión tenía que durar solo ocho días y después regresar a la Tierra, pero la nave está dando múltiples fallos.

Tanto la NASA como Boeing, la empresa que gestiona el vuelo, han decidido aplazar su vuelta, de momento, de manera indefinida. "Hay que tener muchas condiciones que sean las adecuadas antes de traer al Starliner a casa, y vamos a esperar hasta que esas condiciones sean las adecuadas", asegura Ken Bowersox, de dirección de misiones y operaciones de la NASA.

Pese a todo, aseguran que la nave está estable y preparada para abandonar la Estación en caso de emergencia. Mientras, Barry y Sunita seguirán varados en el espacio y viajando alrededor de la Tierra.