Los drones, pequeños helicópteros teledirigidos, se están convirtiendo en la nueva alternativa para los comercios que apuestan por una mayor introducción de la tecnología en sus negocios.
Tanto es así, que algunos establecimientos de Philadelfia ya han comenzado a potenciar su uso. Una lavandería está enviando las prendas por el aire y algunas pizzerías y bares estudian empaquetar la comida y hacerla volar hasta sus clientes gracias a estos aparatos.
Aunque hay quién cuestiona sus ventajas, es un gran avance el hecho de que 'drones camareros' puedan llevar la comida a la terraza o a la ventana de sus clientes. Esta es la idea que tiene en mente Dominos Pizza que ya estudian cómo hacerlo a gran escala y sobrevolar la ciudad entera.
Pero además, otros sectores se plantean emplearlo con otros usos: los bomberos para detectar fuegos o para ver cómo se desarrolla el incendio y poder actuar mejor, los paparazzis para sacar fotografías imposibles o incluso los agricultores para fumigar sus cultivos o rociar las cosechas.
Hasta el momento estos drones sólo soportan un kilo de peso pero Estados Unidos ya estiman que estos aparatos generarán 70.000 millones de euros en los próximos diez años.